Ver voz en el mapa

Entidad de población del Camino de Francés, sita sobre la divisoria de las parroquias de San Breixo da Balsa y Santiago de Triacastela, municipio de Triacastela, provincia de Lugo. Está ubicada entre los lugares de Ramil, al este, San Breixo, al noroeste y San Cristovo do Real, al suroeste.

Su altitud oscila entre los 650 y los 675 metros. Tenía 193 habitantes en 2019.

Vista general de Triacastela.

La población de Triacastela se emplaza sobre la confluencia de los ríos Santalla y Oribio, que a partir de aquí unen sus caudales en el río Sarria. El emplazamiento constituye una encrucijada de caminos que han sido trazados aprovechando los desaguaderos naturales del valle, que se encuentra cerrado entre montañas. Así, remontando el río Santalla en dirección noreste, se sale hacia Becerreá y Lugo; remontando el río da Balsa (afluente del Santalla) en dirección noroeste, se va Sarria por A Balsa y en dirección suroeste, bajando por el río de Sarria, se va igualmente a Sarria, pero pasando primero por Samos. Estas dos últimas rutas constituyen distintos ramales del Camino Francés.

El Camino Francés a su paso por Triacastela.

A la entrada del pueblo viniendo desde el este, se encuentra una amplia pradería donde recientemente se ha construido un moderno albergue para acogida de los peregrinos. Un poco más adelante se entra en el núcleo urbano propiamente dicho, que se extiende sobre las márgenes del Camino Francés, conformando un típico poblado de vereda organizado en torno al eje principal del Camino, al que confluyen varias calles transversales.

Plano del núcleo de Triacastela organizado en torno al Camino.

(José Antonio Franco Taboada, Santiago Tarrío Carrodeguas (dirs.), A arquitectura do Camiño de Santiago: descrición gráfica do Camiño Francés en Galicia, Santiago [de Compostela], Xunta de Galicia, A Coruña, Universidade da Coruña, D.L. 2000).

Repartidas por el núcleo urbano, se conservan algunas viviendas de labradores, construidas al modo tradicional con muros de mampostería de esquistos, cubiertas de pizarra y carpinterías de madera; tienen anexas otras construcciones de servicio como son hornos, cuadras, almacenes y alpendres. A una de estas casas pertenece un palomar de planta circular con cubierta cónica de pizarra, coronada por un pequeño pináculo y sujeta en el perímetro por piedras irregulares de granito; hoy en día está abandonado.

Junto a estas edificaciones de interés etnográfico, destacan algunas casas de pisos, que evocan modelos de la arquitectura funcional del siglo XX, con miradores y galerías acristaladas, que le confieren a Triacastela un cierto carácter urbanita.

Casa consistorial.

También distribuidas por distintas calles se encuentran varias fuentes que se instalaron cuando se trajo el agua corriente a la población en el último cuarto de la pasada centuria; estas fuentes llevan el logotipo del cuerpo de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos, junto a inscripciones identificadoras que corresponden a los Servicios Hidráulicos del Norte de España.

En el centro de Triacastela destaca el edificio de la iglesia parroquial que data mayormente de los siglos XVII y XVIII, aunque conserva algunos elementos de su antigua fábrica medieval.

Avanzando en dirección oeste y dejando atrás la iglesia, nos encontramos con la llamada Casa de Cesáreo da Aira, de la que López Pombo dice que fue mesón de peregrinos y añade que se tienen referencias de ella desde el siglo XVI; en la fachada principal que da a la calle, destaca un portalón con arco de medio punto de amplio dovelaje que paso al antiguo corralón para caballerías y bestias de carga.

Casa de Cesáreo da Aira.

Cerca del mesón y en la calle transversal que daba salida al camino de Becerreá y Lugo, se encontraba la antigua cárcel donde también estuvo instalado el concejo; se trata de una modesta edificación con una inscripción en el dintel de puerta de entrada, que está parcialmente borrada y en la que puede leerse que la construcción se hizo a costa de la villa en el año 1528.

En torno al arranque del camino de Becerreá y Lugo, se extiende el barrio das Pereiras, perteneciente a la parroquia de San Breixo. Nos dice López Pombo que aquí se encontraba la Casa Torre das Pereiras, que fue una de las más importantes de Tricastela y que comenzó a tener notoriedad a partir del año 1732, fecha en que Diego Quiroga Losada, regidor de la villa de Noia, se la aforó a Francisco Pombo.

Castro de Triacastela sobre las casas del lugar .

Siguiendo por la calle del Camino Francés se llegaba al antiguo hospital de peregrinos, del que tenemos abundantes noticias referidas a la Edad Moderna. El hospital tenía aneja una capilla que estuvo dedicada a santa María Magdalena, con su correspondiente cementerio. Todo ello ha desaparecido y en el mismo solar se levanta, hoy en día, una casa con una inscripción en una de sus fachadas en la que se dice que la obra se hizo en el año 1886.

Más allá del hospital se encuentra un crucero que tiene tallado una imagen de Cristo en la cara que mira hacia el Camino Francés y una Virgen con el Niño, en el lado opuesto; el crucero se eleva sobre un capitel con hojas de acanto que remata una columna ochavada apoyada sobre un plinto con base escalonada.

Crucero sobre la margen del Camino.

Llegando al extremo occidental del pueblo se localizan la llamada Casa de Barreira de estilo ecléctico de principios del siglo XX, hoy convertida en un moderno hotel, y más adelante la nueva casa consistorial. En la plaza que se extiende ante el consistorio se ha levantado un monumento al peregrino. A un lado de la misma plaza se levantan las instalaciones de la feria y un lavadero público. Desde ahí una bifurcación plantea la disyuntiva de seguir la ruta por el antiguo Camino Real, que en dirección noroeste se dirige hacia San Breixo, Ferrería y A Balsa, o desviarse por la carretera que sale hacia Samos en dirección sudoeste; ambos itinerarios gozan de larga tradición en las peregrinaciones jacobeas.

Casa da Ponte.

En la salida hacia A Balsa se localizaba el puente conocido como Ponte de Pedra de origen medieval, que desapareció cuando se acondicionó la carretera. En la salida hacia Samos se encuentra el puente de Triacastela, también conocido como Ponte Romana o Ponte da Feira, que sustituyó a un antiguo pontón de madera. El nuevo puente fue construido en piedra, al tiempo que se hizo la nueva carretera de Samos a Triacastela. Entre ambos puentes se encontraba la Casa da Ponte, que fue antigua herrería y mesón, con una interesante entrada con arco de medio punto de amplio dovelaje.

No muy lejos del puente da Feira, siguiendo río abajo, está el molino da Barreira, que dispone todavía de dos ruedas de moler y tiene una zona acondicionada como vivienda en la planta alta. En el siglo pasado, funcionó también como central hidroeléctrica que producía corriente de 125 voltios. Junto al molino se encontraba una panera de cuatro pies.

Interior do Muíño da Barreira.

Historia

Hasta el primer cuarto del siglo XIII cuando las fuentes documentales y bibliográficas se refieren a Triacastela, como entidad de población, lo hacen con toda probabilidad en relación al lugar de Vilavella. Sabemos gracias al tumbo del monasterio de Samos que era ahí donde se emplazaba el antiguo burgo de Triacastela antes de que el rey Alfonso IX fundase la puebla de Triacastela nova, sita en la divisoria de las actuales feligresías de San Breixo y de Santiago de Triacastela. El nacimiento de la nueva puebla supuso la pérdida de importancia del burgo de Santa María, que a partir de entonces se conocería como la Vilavella.

Desde el momento de su fundación nos ha quedado constancia del paso por la puebla nueva no solo de mercaderes y peregrinos de todas las nacionalidades, sino también de los más altos dignatarios y magnates de la Edad Media y de la Edad Moderna. Así en el año 1382 el infante Carlos, hijo de Carlos II de Navarra, peregrinó a Compostela acompañado por todo su séquito; estando ya de vuelta compraron al mareschal de Triacastelle un caballo para transportar los bártulos de cocina. A comienzos del siglo XV Triacastela aparece en el itinerario del señor de Caumont y al finalizar esa misma centuria, concretamente en 1486, los Reyes Católicos estuvieron unos días en la “villa de Triacastela”, donde nos consta que consignaron algunos documentos; Isabel y Fernando volvieron a estar en Triacastela al regreso de su primera peregrinación a Compostela. La población vuelve a ser mencionada en el itinerario de Arnold von Harff, que realizó su viaje de peregrinación entre los años 1496 y 1499. No mucho después -en marzo del año 1520- fue el emperador Carlos V quien estuvo en esta población y su hijo Felipe II, siendo todavía príncipe de Asturias, cruzó por aquí en mayo de 1554 cuando iba camino de Inglaterra para casarse con María Tudor.

En los siglos XVII y XVIII son varios los itinerarios que citan la etapa de Triacastela, entre ellos el de Domenico Laffi que estuvo tres veces en Santiago de Galicia, concretamente en los años 1666, 1670 y 1673; nos dice Laffi que, estando en esta población, enfermó uno de sus compañeros de viaje, por lo que tuvieron que buscar una cabalgadura para conducirlo a una tierra vecina donde poder curarlo. También aparece Triacastela en el itinerario de la cofradía de peregrinos de Senlis del año 1690, en el de Manier del año 1726 y en el de Jean Pierre Racq de 1790. Este último fue a Santiago por la ruta de la costa y volvió por el Camino Francés. En su viaje de retorno indica que de Sarria a Triacastela había cuatro leguas y que desde Triacastela era necesario acometer la montaña; cuando se había subido una media legua se encontraban dos grandes caminos, siendo preciso tomar el de la mano izquierda y, siempre subiendo, se pasaban cuatro o cinco aldeas, hasta llegar al puerto do Cebreiro.

La fundación de la puebla nueva de Triacastela debió efectuarse poco antes del año 1228. Fue en ese año cuando Alfonso IX de León concedió a la Orden de San Juan del Hospital de Jerusalén la iglesia de San Xoán del Barrio de Trives, a cambio de la iglesia que el propio rey les había donado anteriormente en la población que había hecho en Triacastela nueva: ecclesiam quam eis dederan in populatione quam feci in Triacastella nova. Sabemos por otro documento sin fecha que el mismo rey mandó al concejo de Triacastela recibir bien por juez y alcalde a Nuño Fernández, nombrado por él mismo a propuesta del concejo, y asignó como renta a dicho Nuño Fernández, un molino de realengo que tenía en el sitio de Freira; así mismo, el monarca mandó que le recibiesen en esa villa como en las demás villas reales. También en esos primeros momentos el mismo monarca comunicó al concejo y a los alcaldes de Tricastela su complacencia con la compra que el obispo de Lugo, Juliano, había efectuado en el lugar y les mandó que ratificasen lo que allí dispusiese el obispo sobre ese patrimonio.

A Triacastela, como a otros concejos de Galicia, recurrió en 1248 Fernando III de Castilla y León en busca de apoyo económico, estando el monarca en pleno sitio de Sevilla.

Por un privilegio otorgado en el año 1320 por el rey Alfonso XI de Castilla y León, sabemos que se cobraba en Triacastela -lo mismo que en Sarria y Melide– “la castellage […] de todas las bestias que por y passaren et todas las otras cosas”. En documento correspondiente se dice expresamente que lo recaudado en Melide por ese concepto debía destinarse a la construcción de las defensas de la villa; por lo que respecta a Triacastela nos consta que, cuando menos al final de la Edad Media, su cercado estaba en pie, cobrándose un portazgo por entrar en la población.

En el año 1384 nos encontramos con que el rey Juan I de Castilla ordenó la confiscación de los bienes de Pedro Enríquez, segundo condestable de Castilla, conde de Trastámara, Lemos y Sarria, por su traición en Portugal y se los entregó al infante Fernando; entre lo confiscado en el condado de Trastámara figuran varias pueblas con sus alfoces, incluida la de Triacastela. El cronista Malaquías de la Vega (mediados del siglo XVII), al hablar del condestable Pedro Enríquez, nos dice que “este condestable por su carta hiço donaçión al hospital de Sancta María del Çebrero para el prior y raçionero con cargo que le digan cada día una missa cantada. Dales la felegresía de Sanctstevan de Lynares en el alfoz de la Puebla de Triacastela con los vasallos y derechos y señorío y jurisdicción y la presentaçión del benefiçio con las rentas y jantares”. Añade el cronista que esta carta de donación fechada el 20 de febrero de 1391, fue confirmada por el rey Enrique III en 1392. Valiña Sampedro añade que entre lo contemplado en esta donación se ordenaba que los de Triacastela no impusiesen cosa alguna de pechos, pedidos, yantares o servicios, ni les pudiesen emplazar, pero que todos sus vasallos debían ayudar a Nosa Señora do Cebreiro y guardar dicha carta bajo pena de diez marcos.

El rey Juan II de Castilla concedió a Fadrique Enríquez de Castro (1388-1430), hijo del susodicho condestable, los mismos condados de Trastámara, Lemos y Sarria. En el año 1424 el monarca le otorgó, además, facultad para que aplicase sobre las rentas de “Triacastela, Saavedra, Neira, Otero de Rey” y “Castro de Rey”, doce mil maravedís para su enterramiento. Fadrique Enríquez murió estando prisionero en el castillo de Peñafiel, habiendo sido desposeído por el rey de todos sus bienes y señoríos. Pardo de Guevara nos dice que tras su muerte (en una fecha no determinada) los lugares de “Neira, Triacastela, Puebla de Aday, San Juan, Otero de Rey y “Castro de Rey”, pasaron a manos del condestable Álvaro de Luna.

Posteriormente Pedro Álvarez de Osorio, primer conde hereditario de Lemos y sobrino de Fadrique Enríquez, asumió la tarea de recuperar los estados que Juan II de Castilla había confiscado a su tío. Nuevamente es Malaquías de la Vega quien nos ofrece la crónica pormenorizada de estos acontecimientos y quien, además, nos da noticia de una importante transacción hecha en el año 1459, por la que Pedro Álvarez de Osorio sabiendo que el rey Juan II de Castilla había hecho merced de la villa Sarria con sus pueblas a Pedro de Luna (hijo de Álvaro de Luna), compró a éste “Sarria e Neyra e Triacastela e la Puebla de Adayn e la Puebla de Sanct Julián e Otero de Rey e Castro de Rey e todos los otros lugares e pueblos e vasallos e heredamientos e Jurisdicciones quel duque don Fadrique avía e tenía e posseya en el reyno de Galiçia, tractó con don Pedro de Luna le çediesse el derecho que por la donaçión y merçed real avía adquirido […]. Vino en ello don Pedro de Luna, çediendo su derecho en el conde de Lemos y condesa e sus hijos y herederos para siempre jamás por tres mil e quinientas doblas quel dicho conde de Lemos le dio de oro castellanas […] por este derecho de compra real goçaron estos condes lo de Sarria y pueblas referidas, que antes fue condado de la casa de Lemos por privilegio del rey don Pedro de Castilla”.

Sabemos que por entonces -concretamente en el año 1455- se preveía recaudar en Triacastela y su alfoz 12.780 maravedís, por el “pedido” con el que se contribuía a sufragar el gasto de los servicios en las cortes.

En las cláusulas del testamento otorgado en 1467 por Alonso Osorio, primogénito de Pedro Álvarez Osorio, consta que dicho Alonso pidió a su padre que diese la renta “de las quatro pueblas, de Neyra e de Adaén e Sant Julián e Triacastela […] para redempçión de captivos, a Guadalupe o la terçia parte de las rentas de esos lugares o aquello que se conçertare con el monasterio de Guadalupe”.

Alonso Osorio murió muy joven sin descendencia legítima, aunque tenía dos hijos bastardos; el mayor de ellos. Rodrigo Osorio, heredó el condado de Lemos tras haber sido legitimado por su abuelo Pedro Álvarez Osorio. No obstante, hubo enfrentamientos con los Trastámara y con los Pimentel de la casa de Benavente, que reclamaban derechos sucesorios. Nos dice Pardo de Guevara que el nuevo conde de Trastámara y marqués de Astorga –otro Pedro Álvarez de Osorio- firmó en febrero de 1483 una alianza apoyando las pretensiones de los de Benavente, quienes a cambio les garantizaron su ayuda para la recuperación de “las villas y tierras y fortalezas de Sarria, e de Chantada, e de Triacastela, e de las pueblas de Adai, de San Julián e de Neira de Rey, e Neira de Yuso, e Froyán e Ansyán, e los cotos de Guntín e Canedo… que oy en día los tiene entrados e tomados e ocupados el dicho Rodrigo Osorio”. Finalmente esta cuestión se solventó con la boda de Rodrigo Osorio con Teresa Osorio, hermana del conde de Trastámara y marqués de Astorga; en el acuerdo matrimonial se contempló la compra de Sarria por parte de Rodrigo y la devolución de Chantada y su tierra a los marqueses de Astorga.

En 1495 Gómez Pérez de Aday, en nombre de las pueblas del alfoz de Adai, de San Xiao y de Triacastela en Galicia, pidió que se hiciese justicia a los vecinos de dichas pueblas sobre la razón de la costumbre que tenían de librar los pleitos civiles y criminales en ellas, por sus alcaldes y no ir a emplazamientos de merinos y jueces de la villa de Sarria y de su fortaleza, salvo por vía de apelación.

Ya a mediados del siglo XVI el conde de Lemos, Fernando de Castro, hijo de Beatriz de Castro y Dionís de Portugal, obtuvo del emperador Carlos V el título de marqués de Sarria. Fernando de Castro tuvo que hacer frente a la pretensión de su madre de crear un nuevo mayorazgo en el primogénito de su segundo matrimonio, Antonio de Castro Osorio; dicho mayorazgo incluiría todo lo de Sarria con sus pueblas. A raíz de ello se originó un largo pleito que ganó Fernando de Castro, quedando el marquesado de Sarria definitivamente vinculado a la herencia de los Lemos. Sobre esta disputa dice Malaquías de la Vega que hizo la condesa Beatriz de Castro una escritura a modo de testamento, fechado en 1525, en la que declaraba “ser bienes libres suyos la villa y fortaleça de Sarria con sus çinco pueblas de Triacastela, Neyra, San Julián , Aday mas la Somoça de Villaçan”.

En 1574 el nieto de Fernando de Castro, Fernando Ruiz de Castro, se casó con Catalina Zúñiga. Malaquías de la Vega da cuenta de las capitulaciones matrimoniales que se estipularon con motivo de esta boda y nos dice que, entre otras muchas cosas, el novio recibió por parte de su abuelo el conde de Lemos, las villas de “Sarria, Otero de Rey y Castro de Rey, con mas las pueblas de Aday, Neyra, Triacastela, San Julian, que tienen casi quatro mil vasallos y otros tantos ducados de venta”.

Por entonces Triacastela aparece entre las ciudades y villas más pobladas de la provincia de Lugo con una sola parroquia que tenía unos treinta feligreses; se dice que eran venteros y que era “camino francés”. En la parroquia se cosechaba “mucho pan” y era tierra de cría de ganados. Al finalizar el siglo, se censaban en la “Puebla de Triacastela” 340 vecinos pecheros.

La villa estaba integrada en los dominios señoriales que los condes de Lemos tenían en Galicia, que se dividían en el estado de Lemos, el marquesado de Sarria y el condado de Andrade y Villalba, divididos a su vez en merindades y alcaldías; así el marquesado de Sarria tenía las merindades de Outeiro de Rei y de Castro de Rei y las alcaldías de las pueblas de Adai, de San Xiao, de Neira y de Triacastela.

Sobre el funcionamiento de la alcaldía de Triacastela entre los años 1639 y 1666, encontramos algunos datos que López Pombo extracta de una serie de actas que recogen el uso y costumbre por parte de los vecinos de la villa, de elegir nuevo alcalde del concejo el día primero de enero de cada año, así como de pagar ese mismo día los “pedidos, tallas y martinegas” debidas al conde de Lemos y de abonar el concejo los gastos anuales generados por el mantenimiento de los presos en la cárcel de la jurisdicción.

En 1752 consta en el Catastro de Ensenada que la feligresía de “Santiago de Triacastela” y su término eran señorío de la condesa de Lemos, vecina de la villa de Madrid, que percibía por razón de vasallaje 264 reales y 4 maravedís de vellón al año. La entidad de población de Triacastela estaba repartida entre esta feligresía y la de San Breixo da Balsa; en la parte de San Breixo se encontraba el hospital da Madalena, por lo que en el Catastro al informar sobre la parroquia de Santiago de Triacastela, se dice que no había dentro de sus términos hospital alguno. Tampoco existía ningún convento, aunque se registraban por entonces dos clérigos, junto con dos sastres y cinco herreros; estos últimos ejercían también como labradores. Funcionaban dos tabernas temporales que dependían de los vecinos, por lo que no había taberneros y se celebraba una feria franca todos los meses del año. Existían dos batanes en el sitio da Casiña; uno estaba arruinado y el otro -que era de Antonio Pombo- trabajaba cinco meses al año. Además, en el río Oribio y en los sitios de Quejadoiro y del Arenal había cinco molinos harineros, que funcionaban seis meses al año con agua corriente.

A comienzos del siglo XIX, concretamente en el año 1809, Triacastela tomó parte activa en las luchas contra las tropas napoleónicas y como resultado de ello la villa fue incendiada. Nos dice López Pombo que, en un acta fechada en 1812, constan las numerosas cargas que tenían que soportar los vecinos de las poblaciones del Camino dependientes del cuartel de Fonfría, puesto que era mucha la cantidad de vehículos que subían y bajaban de Castilla cargados con soldados heridos a causa de la guerra; los vecinos se veían obligados a prestar servicio con los carros y las yuntas de ganado, además de aportar alimentos a las tropas y paja, yerba y cebada para las caballerías. En dicha acta se pedía que se repartiese el paso entre este Camino y la carretera nueva de Castilla por As Nogais, dado que los hospitales habilitados en Triacastela y Samos estaban saturados.

También las guerras carlistas incidieron en estas tierras y así el 30 de marzo de 1873, la partida de Ostendi que había operado en la comarca fue batida y dispersada no lejos de Santa María do Monte.

Por lo que se refiere al comercio y la economía de Triacastela en esta última centuria, Lucas Labrada en su Descripción Económica de Galicia publicada en el año 1804, nos informa de que había en toda la jurisdicción de Triacastela 49 telares, con igual número de operarios, donde se tejían 1.530 varas de lienzo y 2.166 de estopa. Añade el mismo autor que en la propia población de Triacastela se celebraba una feria.

En 1828 señala Sebastián Miñano que Santiago de Triacastela era capital de la jurisdicción de su nombre, repitiendo de nuevo que funcionaban en esa circunscripción 49 telares en los que se fabricaban 1.500 varas de lienzo y 2.500 de estopa; dentro de los términos parroquiales había un batán y varios molinos.

En 1849 Pascual Madoz anota que en la población de Triacastela había 22 vecinos que pertenecían a la parroquia de Santiago de Triacastela y otros 11 que correspondían a la parroquia de “San Verísimo”; había una casa de la que dice el autor, había sido convento de los extinguidos monjes de Samos en la que por entonces se reunía el ayuntamiento y estaba en ella la cárcel.

En 1866 se ubica Triacastela entre A Balsa y Ramil, en el itinerario militar de Narón a Pedrafita y entre Santalla y San Cristovo do Real, en el itinerario militar de Fonsagrada a Monforte; se dice que tenía cuarenta y cuatro vecinos, regular caserío y algunos recursos. Había aquí un puente de madera que cruzaba el río Sarria.

Amor Meilán, al referirse al término municipal de Triacastela en las primeras décadas del siglo XX, comenta que eran escasos los molinos harineros y que algunos de ellos solo trabajaban en las temporadas de abundantes aguas; durante todo el año solo funcionaban tres. Comenta además que nada quedaba en su época, de la industria textil y de los 49 telares de los hablaba Lucas Labrada a comienzos del XIX. De la población añade Amor Meilán que el movimiento migratorio era notorio, afirmando que se hallaban ausentes de esta parroquia el 22 por ciento de sus habitantes. El descenso demográfico no hizo más que acentuarse a lo largo de esta última centuria, continuando aun en nuestros días.

La nueva carretera N-VI de Madrid a Coruña por As Nogais y Pedrafita sustituyó al Camino Francés como uno de los principales accesos a Galicia y así, los distintos autores que se ocuparon del tema dejaron constancia de las malas comunicaciones y del aislamiento al que quedó sometida toda esta zona durante gran parte del siglo XX. No obstante, Santiago de Triacastela, como cabecera municipal, no dejó de experimentar una cierta expansión urbanística, creciendo a lo largo del propio Camino y de los cruces adyacentes. En esta última centuria, la población se convirtió en centro comercial y de servicios, además de acoger algunas industrias y empresas mayormente dedicadas al sector de la construcción y de la hostelería.

En los años setenta de esta última centuria se dice en la Gran Enciclopedia Gallega que había en Triacastela 209 habitantes.

Fuentes y bibliografía

AMOR MEILÁN, Manuel, Geografía General del Reino de Galicia: provincia de Lugo, Francisco Carreras Candi (dir.), Barcelona, Casa Editorial Alberto Martín, [s.f.].

ARCHIVO GENERAL DE SIMANCAS, Dirección General de Rentas, Primera Remesa, Catastro de Ensenada, Respuestas Generales, Libro 188, fols. 16130v, 16135rv, 16139v-16140v, 16141r.

ARCHIVO GENERAL DE SIMANCAS, Registro General del Sello, Legajo 148610, 66.

ARCHIVO GENERAL DE SIMANCAS, Registro General del Sello, Legajo 149510, 119.

ARQUIVO DO REINO DE GALICIA, Clero Regular, Mosteiro de Santa María de Sobrado, Tombos, 45067-1, fol. 134rv.

BALBOA LÓPEZ, Xesús Leopoldo, voz “Sarria: notas históricas”, en Ramón Otero Pedrayo (dir.), Gran Enciclopedia Gallega, t. 28 (Santa – Suar), Santiago de Compostela, Gijón, Silverio Cañada, 1974, pp. 94-95.

CASTILLO LÓPEZ, Ángel del, Inventario de la riqueza monumental y artística de Galicia, La Coruña, Fundación Pedro Barrié de la Maza, 1987.

CASTRO VÁZQUEZ, Josefina, El Camino de Santiago (entre Portomarín y Compostela), Lugo, Diputación Provincial de Lugo, 1991.

CONCELLO DE TRIACASTELA, “Antiguo hospital de peregrinos y casas anexas”, en Patrimonio civil [en línea], disponible en http://www.concellotriacastela.es/portal_localweb/RecursosWeb/DOCUMENTOS/14/0_1676_1.pdf [Consulta 23/02/2020].

CONCELLO DE TRIACASTELA, Camiño de Santiago [en línea], disponible en http://www.concellotriacastela.es/portal_localweb/p_156_contenedor1_ayto_triacastela.jsp?seccion=s_fdes_d4_v2.jsp&codbusqueda=812&language=gl&codResi=14&codMenuPN=903&codMenu=917&layout=p_156_contenedor1_ayto_triacastela.jsp&layout=p_156_contenedor1_ayto_triacastela.jsp&level=1 [Consulta 25/09/2020].

CONCELLO DE TRIACASTELA, “Casa modernista en Triacastela”, en Patrimonio civil [en línea], disponible en http://www.concellotriacastela.es/portal_localweb/RecursosWeb/DOCUMENTOS/14/0_1694_1.pdf [Consulta 23/02/2020].

CONCELLO DE TRIACASTELA, “Casa modernista en Triacastela II”, en Patrimonio civil [en línea], disponible en http://www.concellotriacastela.es/portal_localweb/RecursosWeb/DOCUMENTOS/14/0_1695_1.pdf [Consulta 23/02/2020].

CONCELLO DE TRIACASTELA, “Conjunto de casas de labranza en Triacastela”, en Patrimonio civil [en línea], disponible en http://www.concellotriacastela.es/portal_localweb/RecursosWeb/DOCUMENTOS/14/0_1699_1.pdf [Consulta 23/02/2020].

CONCELLO DE TRIACASTELA, “Iglesia parroquial de Santiago de Triacastela”, en Patrimonio relixioso [en línea], disponible en http://www.concellotriacastela.es/portal_localweb/RecursosWeb/DOCUMENTOS/14/0_1718_1.pdf [Consulta 23/02/2020].

CONCELLO DE TRIACASTELA, “Molino en Triacastela”, en Patrimonio civil [en línea], disponible en http://www.concellotriacastela.es/portal_localweb/RecursosWeb/DOCUMENTOS/14/0_1712_1.pdf [Consulta 23/02/2020].

CONSELLERÍA DE CULTURA Y TURISMO, “Resolución de 30 de julio de 2010, de la Dirección General de Patrimonio Cultural, por la que se incoa el expediente de delimitación de la ruta principal del Camino de Santiago, Camino Francés, con la excepción del tramo entre el lugar de O Amenal y el límite del aeropuerto de A Lavacolla, en el ayuntamiento de O Pino”, Diario Oficial de Galicia, 162 (martes, 24 de agosto de 2010), p. 15045 [folio 4].

DEPÓSITO DE LA GUERRA, Itinerario descriptivo militar de España, t. 7 (Galicia), Madrid, Imprenta y Estereotipia de M. Rivadeneyra, 1866.

ENCISO ALONSO-MUÑUMER, Isabel, Linaje, poder y cultura. El virreinato de Nápoles a comienzos del XVII. Pedro Fernández de Castro, VII conde de Lemos, Madrid, Universidad Complutense de Madrid, 2002, tesis doctoral [en línea], disponible en http://biblioteca.ucm.es/BUCM/tesis/ghi/ucm-t25961.pdf [Consulta 06/04/2018].

FRANCO SILVA, Alfonso, “El señorío de Villafranca del Bierzo (siglos XIV y XV)”, Boletín de la Real Academia de la Historia, 179, 1 (1982), pp. 35-160.

GAMBINI, Dianella, “La Galizia nel Viaggio in Ponente di Domenico Laffi”, en Paolo G. Caucci von Saucken (dir.), I Testi Italiani del Viaggio e Pellegrinaggio a Santiago de Compostela e Diorama Sulla Galizia, Perugia, Università degli Studi di Perugia, 1983, pp. 79-109.

GARCÍA TATO, Isidro, Las encomiendas gallegas de la Orden Militar de San Juan de Jerusalén: estudio y edición documental, t. 1, Santiago de Compostela, Consejo Superior de Investigaciones Científicas, Xunta de Galicia, Instituto de Estudios Gallegos “Padre Sarmiento”, 2004.

GONZÁLEZ BALASCH, María Teresa, Tumbo B de la Catedral de Santiago, Santiago de Compostela, Cabildo de la S.A.M.I. Catedral de Santiago de Compostela, Seminario de Estudios Galegos, 2004 (Colección Histórico-Documental de la Iglesia Compostelana, 3).

GONZÁLEZ GONZÁLEZ, Julio, Alfonso IX, 2 ts., Madrid, Consejo Superior de Investigaciones Científicas, Instituto Jerónimo Zurita, 1944.

GONZÁLEZ HERNÁNDEZ, Tomás, Censo de población de las provincias y partidos de la corona de Castilla en el siglo XVI: con varios apéndices para completar la del resto de la Península en el mismo siglo, y formar juicio comparativo con la del anterior y siguiente, según resulta de los libros y registros que se custodian en el Real Archivo de Simancas, Madrid, Imprenta Real, 1829.

GONZÁLEZ MUÑOZ, María del Carmen, Galicia en 1571: población y economía: respuestas del reino al interrogatorio de Felipe II para el reparto de moriscos granadinos, Sada (A Coruña), Ediciós do Castro, 1982.

HUIDOBRO Y SERNA, Luciano, Las peregrinaciones jacobeas, t. 3, Madrid, Instituto de España, 1951.

INSTITUTO GEOGRÁFICO NACIONAL, Mapa topográfico nacional, escala 1:25.000. Hoja 124-II (2001).

INSTITUTO NACIONAL DE ESTADÍSTICA, Nomenclátor: población del padrón continuo por unidad poblacional [en línea], disponible en http://www.ine.es/nomen2/index.do [Consulta 22/11/2020].

JIMENO JURÍO, José María, “Itinerario jacobeo del infante don Carlos de Navarra (1381-1382)”, Príncipe de Viana, 26, 100-101 (1965), pp. 239-280.

LABRADA, José Lucas, Descripción económica del Reyno de Galicia, por la Junta de Gobierno del R[ea]l Consulado de La Coruña, Ferrol, Imprenta de Don Lorenzo José Riesgo Montero, 1804.

LAFFI, Domenico, Viaggio in ponente a San Giacomo di Galitia e Finisterrae, Ana Sulai Capponi (ed.), Perugia, Università degli Studi di Perugia, Napoli, Edizioni scientifiche italiane, 1989.

LÓPEZ FERREIRO, Antonio, Historia de la Santa A. M. Iglesia de Santiago de Compostela, vols. 2, 3, 6, Santiago [de Compostela], Imp. y Enc. del Seminario Conciliar Central, 1899, 1900, 1903.

LÓPEZ POMBO, Luis, Hidalgos y casas señoriales de la Provincia de Lugo, vol. 1 (Ayuntamientos de As Nogais, Pedrafita do Cebreiro y Triacastela), Lugo, Diputación Provincial de Lugo, 2001.

LÓPEZ POMBO, Luis, “Notas históricas de la villa de Triacastela”, Boletín do Museo Provincial de Lugo, 10 (2001-2002), pp. 227-250.

LÓPEZ POMBO, Luis, “Genealogía de la Casa Torres das Pereiras, Triacastela (Lugo)”, GaliciaDigital (4 de noviembre de 2003) [en línea], disponible en https://www.galiciadigital.com/opinion/opinion.386.php [Consulta 14/11/2017].

LÓPEZ SANGIL, José Luis, VIDÁN TORREIRA, Manuel, “Tumbo Viejo de Lugo (transcripción completa)”, Estudios Mindonienses, 27 (2011), pp. 11-373.

LOSADA DÍAZ, Amando, SEIJAS VÁZQUEZ, Eduardo, Guía del Camino Francés en la provincia de Lugo, Madrid, Gráficas Cóndor, 1966.

LUCAS ÁLVAREZ, Manuel, El tumbo de San Julián de Samos (siglos VIII-XII), Santiago de Compostela, Caixa Galicia, 1986.

MADOZ, Pascual, voz “Triacastela”, en Diccionario geográfico-estadístico-histórico de España y sus posesiones de Ultramar, t. 15 [Toledo – Vettonia], Madrid, Imprenta del Diccionario geográfico-estadístico-histórico de D. Pascual Madoz, 1849, p. 155.

MADOZ, Pascual, voz “Triacastela (Santiago de)”, en Diccionario geográfico-estadístico-histórico de España y sus posesiones de Ultramar, t. 15 [Toledo – Vettonia], Madrid, Imprenta del Diccionario geográfico-estadístico-histórico de D. Pascual Madoz, 1849, p. 155.

MARTÍNEZ SALAZAR, Andrés, Documentos gallegos de los siglos XIII al XVI, La Coruña, Imp. de la Casa de Misericordia, 1911.

MIÑANO, Sebastián, voz “Triacastela (Santiago de)”, en Diccionario geográfico-estadístico de España y Portugal, vol. 9 [Toro – Villavicencio de los Caballeros], Madrid, Imprenta de Pierart-Peralta, 1828, p. 76.

OLIVERA SERRANO, César, “El pedido de 1455 en el reino de Galicia”, Cuadernos de Estudios Gallegos, 51, 117 (2004), pp. 363-374.

PARDO DE GUEVARA Y VALDÉS, Eduardo, Don Pedro Fernández de Castro, VII conde de Lemos (1575-1622): estudio histórico, [Santiago de Compostela], Xunta de Galicia, 1997.

PARDO DE GUEVARA Y VALDÉS, Eduardo, Los Señores de Galicia: tenentes y condes de Lemos en la Edad Media, 2 vols., A Coruña, Fundación Pedro Barrié de la Maza, 2000.

PASSINI, Jean, El Camino de Santiago: itinerario y núcleos de población, [Madrid], Ministerio de Obras Públicas y Transportes, 1993.

PEINADO, Narciso, “El Camino de Santiago a través de Galicia: provincia de Lugo”, Boletín de la Comisión Provincial de Monumentos Históricos y Artísticos de Lugo, 3, 23-24 (1947), pp. 56-61.

PEREIRA MARTÍNEZ, Carlos, “Catálogo do ‘Tumbo de la Hacienda que la Madre de Dios de Sobrado tiene en Tierra de Mellide y Monterroso y Donaciones, y Foros y Ventas’”, Anuario Brigantino, 22 (1999), pp. 149-168.

PORTELA SILVA, María José, Documentos da Catedral de Lugo, século XIV, 2 vols., Santiago de Compostela, Consello da Cultura Galega, 2007 (Fontes para a Historia de Galicia, 5).

RIELO CARBALLO, Nicanor, voz “Triacastela, Santiago de”, en Ramón Otero Pedrayo (dir.), Gran Enciclopedia Gallega, t. 29 (Suárez – Vázquez), Santiago de Compostela, Gijón, Silverio Cañada, 1974, p. 152.

SALGADO, José Manuel, Triacastela: refugio real, Lugo, Concello de Triacastela, 2020.

SARMIENTO, Martín, Viaje a Galicia de Fray Martín Sarmiento (1754-1755), Mateo del Álamo, Justo Pérez de Urbel (transcrs.), Francisco Javier Sánchez Cantón, José Manuel Pita Andrade (eds.), Santiago de Compostela, Consejo Superior de Investigaciones Científicas, Instituto Padre Sarmiento de Estudios Gallegos, 1950 (Anejos de Cuadernos de Estudios Gallegos, 3).

TORREIRO VARELA, Antón, voz “Triacastela”, en Ramón Otero Pedrayo (dir.), Gran Enciclopedia Gallega, t. 29 (Suárez – Vázquez), Santiago de Compostela, Gijón, Silverio Cañada, 1974, pp. 151-152.

VALDÉS BLANCO-RAJOY, Rosario, “Camino Francés y urbanismo en la Galicia medieval: el caso del antiguo burgo de Triacastela”, Cuadernos de Estudios Gallegos, 60, 135 (2022), pp. 109-154.

VALIÑA SAMPEDRO, Elías, El Camino de Santiago: estudio histórico-jurídico, Lugo, Diputación Provincial Lugo, 1990.

VALIÑA SAMPEDRO, Elías, El Camino de Santiago: guía del peregrino a Compostela, Vigo, Galaxia, 1992.

VÁZQUEZ DE PARGA, Luis, LACARRA DE MIGUEL, José María, URÍA RÍU, Juan, Las peregrinaciones a Santiago de Compostela, 3 ts., Madrid, Consejo Superior de Investigaciones Científicas, Escuela de Estudios Medievales, 1948-1949.

VÁZQUEZ GALLEGO, Jesús, Los hospitales del Camino Francés en Galicia, Sada (A Coruña), Ediciós do Castro, 2001.

VEGA, Malaquías de la, Chronología de los illustrísimos juezes de Castilla, Biblioteca Nacional, Ms. 19418, fols. 290r, 323r, 342v, 362v, 440r, 471r.

VENTURA REAL, José et al., “Tramo II: Padornelo-Triacastela”, en José Antonio Franco Taboada, Santiago Tarrío Carrodeguas (dirs.), A arquitectura do Camiño de Santiago: descrición gráfica do Camiño Francés en Galicia, Santiago [de Compostela], Xunta de Galicia, A Coruña, Universidade da Coruña, D.L. 2000, pp. 37-55.

VOZ “Triacastela”, en Ramón Otero Pedrayo (dir.), Gran Enciclopedia Gallega, t. 29 (Suárez – Vázquez), Santiago de Compostela, Gijón, Silverio Cañada, 1974, p. 152.

WIKIPEDIA, Sarria. Patrimonio histórico e artístico. As Pontes do río Sarria [en línea], disponible en http://gl.wikipedia.org/wiki/Sarria [Consulta 07/11/2017].