Feligresía del Camino Francés en el municipio de Samos, provincia de Lugo. Está ubicada ente las parroquias de Santalla de Pascais, al este y Santo Estevo de Reiriz, al norte. Consta de tres entidades de población: Castroncán, O Empalme y Vilachá. Tenía sesenta y un habitantes en 2019.
Situada en la margen izquierda del río Sarria, es de mediana altitud. Predomina la población dedicada a los servicios.
La primera noticia referente a Castroncán la encontramos en documento del tumbo del monasterio de Samos que está fechado en el año 933; el documento recoge la reclamación que los monjes de Samos elevaron al rey Ramiro II de León por la invasión de sus términos que hicieron los vecinos de Castroncán y Pascais.
Entre los años 1020 y 1061 el abad Diego donó al monasterio de Samos la iglesia de San Antolín y su monasterio, que él edificó y dotó con todas las posesiones con que pudo incrementarlo, entre ellas una villa en Castro Unchani.
Sabemos que hacia el año 1058, se cobraban en Sancta María de Castrumcan un bracale en razón del voto de Santiago.
En 1064 Rodrigo Quintilaz, con sus hijos, donó al monasterio de Samos y su abad Brandila la villa de Vilachá, que limitaba entre otros términos con Castroncán.
En el año 1195 el obispo de Braga, comisionado para ello por el cardenal legado Gregorio, otorgó avenencia en el pleito mantenido entre la iglesia de Lugo y el monasterio de Samos por razón de las iglesias de Santo Estevo de Calvor y otras muchas, entre ellas Sancti Marthe de Castrocan.
En 1098 consta que la iglesia de Santa María de Suñide delimitaba con Castroncán.
Ya en plena Edad Moderna, concretamente en 1753, consta en el Catastro de Ensenada que esta feligresía era señorío del real monasterio de Samos, que percibía por razón de vasallaje la luctuosa que se reducía a una cabeza de ganado mayor por cada cabo de casa que moría; además, el monasterio tenía derecho a percibir un día de trabajo por cada labrador. Se pagaban en el término parroquial cuarenta y dos ferrados de centeno al cabildo de Santiago por razón del “Boto”. Había en todo el término treinta y nueve casas que ni por su fondo, ni por su establecimiento pagaban cosa alguna a los dueños jurisdiccionales; de estas casas, veintitrés eran habitables, catorce solo servían para caballerizas de ganado y dos estaban arruinadas. Había dos arrieros que acarreaban vino a diferentes partes, un herrero y un herrador. Funcionaban en la parroquia tres molinos harineros y se contabilizaban veintisiete colmenas.
En 1826 Sebastián Miñano anotó en su Diccionario que la feligresía de Santa Marta de Castroncán, en la provincia de Lugo, era de la jurisdicción de Samos. Tenía 232 habitantes, comprendiendo la aldea de Vilachá.
Con la aplicación de las leyes de desamortización y la exclaustración que se produjo en Samos en 1835, la parroquia de Castroncán, con su aneja Santa María de Soñide, dejó de formar parte del coto redondo del monasterio de Samos, donde previamente estuvo integrada; el coto fue considerado, hasta entonces, territorio Nullius Diocesis.
En 1847 Pascual Madoz nos dice de esta feligresía que pertenecía ya a la diócesis de Lugo y al partido judicial de Sarria, ayuntamiento de Samos. La iglesia parroquial de Santa Marta era matriz de la de Santa María de Soñide, el curato de entrada y el patronato real y eclesiástico. La industria era la agrícola y ganadera. El término reunía veintinueve casas; tenía por entonces una población de 122 almas. Los caminos que comunicaban esta parroquia con Samos, Sarria y Lemos eran por entonces estrechos y estaban mal cuidados.
En los años treinta del siglo XX vuelve a decir Amor Meilán que Santa Marta de Castroncán, pertenecía al municipio de Samos y al partido judicial de Sarria y que anteriormente había sido de la jurisdicción de Samos, en la que ejercían el señorío el monasterio y otros partícipes. Era parroquia de entrada, con los lugares de “Feria, Vilachá de Abajo y Vilachá de Arriba”; tenía aneja Santa María de Suñiz. Dentro del término parroquial se encontraban la ermita “de la Exaltación de la Santa Cruz”. Cruzaba la parroquia la “moderna carretera” de Sarria a Samos y de ella arrancaba en Castroncán la que terminaba en la “Cruz del Incio”.
En los años setenta de esta última centuria consta en la Gran Enciclopedia Gallega, que la parroquia pertenecía al arciprestazgo de Samos y a la diócesis de Lugo. Tenía 122 habitantes en las entidades de Castroncán, O Empalme y Vilachá.
AMOR MEILÁN, Manuel, Geografía General del Reino de Galicia: provincia de Lugo, Francisco Carreras Candi (dir.), Barcelona, Casa Editorial Alberto Martín, [s.f.].
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