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Vilachá es una entidad del Camino Francés que se localiza en la parroquia de Santa Marta de Castroncán, municipio de Samos, provincia de Lugo. Tenía diecinueve habitantes en 2019 repartidos entre Vilachá de Arriba y Vilachá de Abaixo.

Vilacha de Abaixo encuentra entre las poblaciones de Gorolfe, al este y A Veiga, al norte; a unos trescientos metros al oeste del ramal del Camino por Samos, siguiendo de Teiguín a Sarria por Pascais y Perros. Su altitud es cercana a 550 metros. Vilachá de Arriba se encuentra en el ramal del Camino por Samos, siguiendo Teiguín y Sarria por Aián y Frollais, que en parte coincide con la carretera local LU- 633. Su altitud es cercana a 570 metros.

Casa do Fidalgo en Vilachá de Abaixo.

En Vilachá de Abaixo se encuentra la llamada Casa do Fidalgo, que es una antigua casona construida al modo tradicional con sillarejos esquistosos, cubiertas de pizarra y carpinterías de madera; en la actualidad está rehabilitada como alojamiento de turismo rural. La parte residencial de la casa se complementa con otras dependencias anexas relacionadas con las labores de labranza, como son un hórreo de madera, un granero con un alpendre adosado y un cobertizo con un horno abovedado. Dentro de la misma finca hay además un pozo con cubierta de pizarra y un palomar de planta circular con tejado cónico de pizarra. Sin embargo, quizá lo más destacable sea la capilla que se conoce como del Ecce Homo o da Santa Cruz.

Carro de vacas en un alpendre da Casa do Fidalgo.

La capilla ocupa una pequeña edificación exenta de planta cuadrada, construida con mampostería de esquistos y cubierta de pizarra a cuatro aguas, con un sencillo pináculo de piedra en el vértice; la cubierta está sostenida por un armazón de vigas de madera y entramado de tablazón. En el muro del lado oeste se abre el único vano de la edificación, que corresponde a la puerta de la entrada con dintel y jambas de madera.

 

 

 

Capilla da Santa Cruz, en la casa do Fidalgo.

En el interior y adosado a la pared que está frente a la puerta, se encuentra un banco corrido de mampostería enlucida que sostiene un sencillo un retablo de madera policromada, con algunos elementos realzados con pan de oro. En la parte inferior el retablo tiene predela con el frente pintado con motivos florales. Sobre la predela se alza el cuerpo principal, que consta de una sola calle flanqueada por dos columnas estriadas de orden jónico; las tablas del fondo están pintadas simulando un cielo nocturno estrellado. Las columnas sostienen un entablamento rematado en los extremos con dos pináculos; en medio se encuentra un frontón triangular adornado con un rosetón central. Preside el retablo la imagen de un cristo crucificado, que es talla policromada de cierta calidad de estilo clasicista, probablemente del siglo XVIII.

Altar y retablo de la capilla.

A los lados del retablo, dos peanas sostienen las imágenes de la Virgen del Carmen (a la derecha) y del Ecce Homo (a la izquierda). En otra peana situada en el muro lateral de la izquierda está colocada una imagen de la Virgen que aparece coronada; su iconografía recuerda algunas tallas góticas. La Virgen permanece en pie sosteniendo al Niño en brazos, a su vez el Niño porta en sus manos una cartela con el nombre de María. Las tres imágenes de las peanas están policromadas y aunque del gusto popular, son de calidad y denotan cierta antigüedad. Entre los otros objetos que guarda la capilla, destaca una cruz procesional sobredorada.

Virgen coronada.

En el mismo lugar de Vilachá de Abaixo, pero a cierta distancia de la casa do Fidago se encuentra una antigua fábrica de curtidos, hoy abandonada; la fábrica, que estuvo en funcionamiento hasta la década de los años 40 del siglo XX, tenía molino para moler cáscara de roble y 18 pilas para curtir las pieles.

Antigua curtiduría en Vilachá de Abaixo.

Se recuerda todavía en Vilachá la existencia de unos hornos de cal que se encontraban junto al río Sarria. Es posible que estos hornos pudiesen servir a las obras de reedificación del monasterio de Samos durante la Edad Moderna, aunque lo cierto es que en la documentación del pleito sostenido entre los arzobispos compostelanos Tabera y Fonseca, se dice que, tras la revuelta irmandiña del año 1467, el conde de Lemos, Pedro Álvarez de Osorio, ordenó a los vasallos de los cinco alfoces de Sarria que trabajasen en las obras fortaleza de esa villa que había sido derrocada, convocando también a los del coto de Samos que tenían a su cargo hacer la cal.

Historia

Sabemos que hacia el año 1058 se cobraban en Sancto Christophoro de Villachana dos relias (rejas de arado) en razón del voto de Santiago y en la noticia e inventario de los hombres que debían pagar tributos en lienzos, en los diversos lugares dependientes de Samos, figura que en Villaplana un tal Donno tributaba cincuenta lienzos.

En 1064 Rodrigo Quintilaz con sus hijos donó al monasterio de Samos y su abad Brandila la villa de Vilachá, que limitaba entre otros términos con una strata o carretera principal que pudiera ser el camino de Samos a Sarria; esta donación se hizo con la intención expresa de que los extranjeros y los peregrinos recibiesen comida, vestido y refugio temporal.

En el año 1195 el obispo de Braga, comisionado para ello por el cardenal legado Gregorio, otorgó avenencia en el pleito mantenido entre la iglesia de Lugo y el monasterio de Samos por razón de las iglesias de San Cristovo de Vilachá y otras; San Cristovo de Vilachá figuraba entre las iglesias que estaban dentro del coto del monasterio de Samos.

En 1274 Juan Fernández Piñeira con sus hijos vendió a Nuño Pérez, monje ouvencial de la alberguería de Samos, todo lo que tenía en el casal de Burdiallos en Francos sub signo de Santa María de sumide et sub signo de San Xristovoo de Vilachaa.

La antigua iglesia de San Cristovo, no existe en la actualidad; tampoco ha quedado constancia de ella en la toponimia, ni se registra esta advocación en la zona.

Según Arias Cuenllas, a mediados del siglo XVIII este lugar estaba integrado en el partido del Camino Francés perteneciente al monasterio de Samos, tal como se especifica en una memoria del año 1745 depositada en el archivo de la Congregación de Valladolid.

En 1850 Pascual Madoz nos dice que este lugar de Vilachá tenía 7 vecinos y 35 almas.

En 1866 consta en la descripción del itinerario militar de Fonsagrada a Monforte que la aldea de Vilachá tenía 8 vecinos.

En los años setenta del siglo XX se dice en la Gran Enciclopedia Gallega que había en esta aldea 17 habitantes.

Fuentes y bibliografía

ARIAS CUENLLAS, Maximino, Historia del monasterio de San Julián de Samos, Samos, Monasterio de San Julián de Samos, 1992.

CONSELLERÍA DE CULTURA Y TURISMO, “Resolución de 30 de julio de 2010, de la Dirección General de Patrimonio Cultural, por la que se incoa el expediente de delimitación de la ruta principal del Camino de Santiago, Camino Francés, con la excepción del tramo entre el lugar de O Amenal y el límite del aeropuerto de A Lavacolla, en el ayuntamiento de O Pino”, Diario Oficial de Galicia, 162 (martes, 24 de agosto de 2010), p. 15030 [folio 3].

DEPÓSITO DE LA GUERRA, Itinerario descriptivo militar de España, t. 7 (Galicia), Madrid, Imprenta y Estereotipia de M. Rivadeneyra, 1866.

FARIÑA JAMARDO, Xosé, Os Concellos Galegos. Parte Especial, t. 9 (Samos – Tui), [A Coruña], Fundación Pedro Barrié de la Maza, 1993.

INSTITUTO GEOGRÁFICO NACIONAL, Mapa topográfico nacional, escala 1:25.000. Hoja 124-III (2001).

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LOSADA DÍAZ, Amando, SEIJAS VÁZQUEZ, Eduardo, Guía del Camino Francés en la provincia de Lugo, Madrid, Gráficas Cóndor, 1966.

LUCAS ÁLVAREZ, Manuel, El tumbo de San Julián de Samos (siglos VIII-XII), Santiago de Compostela, Caixa Galicia, 1986.

MADOZ, Pascual, voz “Vilachá”, en Diccionario geográfico-estadístico-histórico de España y sus posesiones de Ultramar, t. 16 [Via – Zuzones], Madrid, Imprenta del Diccionario geográfico-estadístico-histórico de D. Pascual Madoz, 1850, p. 63.

RODRÍGUEZ CANCIO, María Regina, Formación, consolidación y evolución del dominio del monasterio de San Julián de Samos en los siglos IX al XIV (850 a 1325), Apéndice: Documentos del monasterio de San Julián de Samos, siglos IX al XIV (850 a 1325), Universidad de Santiago de Compostela, 1978, memoria de licenciatura inédita.

RODRÍGUEZ GONZÁLEZ, Ángel, Las fortalezas de la Mitra Compostelana y los “Irmandiños”: Pleito Tabera-Fonseca, 2 ts., [La Coruña], Fundación Pedro Barrié de la Maza, Conde de Fenosa, 1984.

VALDÉS BLANCO-RAJOY, Rosario, “Camino Francés y urbanismo en la Galicia medieval: el caso del antiguo burgo de Triacastela”, Cuadernos de Estudios Gallegos, 60, 135 (2022), pp. 109-154.

VOZ “Vilachá”, en Ramón Otero Pedrayo (dir.), Gran Enciclopedia Gallega, t. 30 (Vea – Zurita), Santiago de Compostela, Gijón, Silverio Cañada, 1974, p. 66.