PEREIRA, parroquia de San Miguel de

Feligresía del Camino Francés en el municipio do Pino, provincia da Coruña. Está situada entre las parroquias de Santaia de Arca, al noreste, Santa María de Castrofeito, al norte y San Paio de Sabugueira, al oeste. Comprende seis entidades: Alvarín, Alvite, las jacobeas Amenal y Cimadevila, Pereira y Vilachá.

El relieve del término parroquial presenta pequeñas elevaciones en su parte meridional; cruza el término el río Brandelos, afluente del río Ulla. Tenía 258 habitantes en 2019. En esos momentos, poco más de la mitad de los empleados estaban ocupados en el sector de los servicios.

El 29 de septiembre se celebra la fiesta patronal.
Historia

En el siglo XV los arzobispos de Santiago tenían en el coto de Bama ciertas rentas, servicios y fueros. El coto comprendía cuatro feligresías: la de Santaia de Arca, la de San Vicenzo de Bama, la de Santa María de Castrofeito y ésta de de San Miguel de Pereira.

A comienzos del siglo XVII el visitador Jerónimo del Hoyo dice de esta feligresía que era del arciprestazgo de Bama en el arzobispado de Santiago; por entonces tenía cuarenta y seis feligreses. Sus frutos se hacían en dos partes, una la llevaba la cura y la otra el arcediano de Trastámara. El obispo de Santiago llevaba “nueve ferrados y medio de patronazgo”. La cura y sinecura era presentación del cabildo compostelano.

En 1753 consta en el Catastro del Marqués de la Ensenada que esta feligresía era una de las que componían la jurisdicción de Bendaña, que era dominio del arzobispo de Santiago quien nombraba juez y escribano de número y cobraba la luctuosa de los cabezas de familia que morían, lo que suponía unos 160 reales de vellón al año, además de las alcabalas que ascendían a otros 153 reales anuales. De los diezmos y primicias de los frutos que se producían en esta feligresía llevaba tres cuartas partes el cura párroco con un diezmero, que en total le importaban al año 2.500 reales, a lo que sumaba 80 ferrados de centeno y 30 docenas de huevos por las oblatas que percibía enteramente. La otra cuarta parte de los diezmos la percibía Juan Francisco Nallo, prior de la Iglesia de Santiago, suponiéndole 800 reales de vellón al año; las primicias restantes -que eran 160 reales anuales- las cobraba el monasterio de Santa María de Santiago. Además, los vecinos de esta parroquia tributaban a la Iglesia de Santiago 17 ferrados de centeno anuales por razón del “voto a Santiago”.

Se censaban por entonces 74 vecinos; entre los que desempeñaban algún oficio se registraban 1 tejedor, 1 abastecedor de vinos, que era además tabernero y estanquillero, habiendo otro abastecedor y otro tabernero más. Había 6 pobres de solemnidad y se contaba un solo clérigo, que era el propio párroco. Las casas habitables eran 70 y había 1 más arruinada. Se dice en el mismo catastro que existían dos tabernas y 8 molinos harineros hidráulicos de una rueda, funcionando 7 todo el año y 1 durante seis meses.

En 1827 Sebastián Miñano anotó en su Diccionario que la parroquia de San Miguel de Pereira, en la provincia y arzobispado de Santiago, era de la jurisdicción de Arzúa y Bendaña. Se contaban en ella 57 vecinos y 273 habitantes. Por la parte septentrional del término pasaba la vereda real de Santiago para Lugo por Arzúa, atravesando el lugar do Amenal; tenía este camino, al oeste de este último pueblo, una altura cercada de cerraduras de urce en un sitio despoblado muy favorable a los salteadores que lo frecuentaban, y lo llamaban vulgarmente “Fraga del Amenal”. Producía centeno, maíz, trigo y mijo menudo, pastos y yerbas medicinales, patatas, lino y algunas castañas, además de haber mucha leña de urces o brezos, tojos y robles para combustible. Había industria de tejidos de lienzos y paños ordinarios. Contribuía con 950 reales; los derechos enajenados eran 500 reales.

En 1849 Pascual Madoz dice que la iglesia parroquial era única y su curato de entrada, y vuelve a repetir que el término parroquial estaba atravesado por el camino que por Arzúa se dirigía desde Santiago a Lugo. La industria era la agrícola, había además molinos harineros y telares. Había en la parroquia 50 casas de “pobres labradores” y la población total era de 49 vecinos y 255 almas.

En el itinerario militar de Lugo a Santiago del año 1866 se dice de esta parroquia que tenía un total de 77 vecinos, repartidos en 10 aldeas.

Carré Aldao nos dice en los años treinta del siglo XX que San Miguel de Pereira era parroquia de entrada y matriz de San Pedro de Loureda, en el ayuntamiento de Boqueixón. Su curato lo proveía la Corona. Había una escuela nacional de niños. Por entonces tenía 393 habitantes de hecho y 438 de derecho.

En la década de los setenta de esta última centuria figura en la Gran Enciclopedia Gallega que había en el término parroquial 323 habitantes.

Fuentes y bibliografía

ARCHIVO GENERAL DE SIMANCAS, Dirección General de Rentas, Primera Remesa, Catastro de Ensenada, Respuestas Generales, Libro 248, fols. 699v-706v.

CARRÉ ALDAO, Eugenio, Geografía General del Reino de Galicia: provincia de la Coruña, t. 2, Francisco Carreras Candi (dir.), Barcelona, Casa Editorial Alberto Martín, [s.f.].

CONCELLO DE O PINO, Coñece o Pino [en línea], disponible en http://www.concellodeopino.com/gl/conece-o-pino [Consulta 03/02/2018].

DEPÓSITO DE LA GUERRA, Itinerario descriptivo militar de España, t. 7 (Galicia), Madrid, Imprenta y Estereotipia de M. Rivadeneyra, 1866.

HOYO, Jerónimo del, Memorias del arzobispado de Santiago, Ángel Rodríguez González, Benito Varela Jácome (eds.), Santiago de Compostela, Porto y Cía., [s.f.].

INSTITUTO GEOGRÁFICO NACIONAL, Mapa topográfico nacional, escala 1:25.000. Hoja 95-III (2001).

INSTITUTO NACIONAL DE ESTADÍSTICA, Nomenclátor: población del padrón continuo por unidad poblacional [en línea], disponible en http://www.ine.es/nomen2/index.do [Consulta 22/01/2020].

MADOZ, Pascual, voz “Pereira (San Miguel de)”, en Diccionario geográfico-estadístico-histórico de España y sus posesiones de Ultramar, t. 12 [Nabaja – Pezuela de las Torres], Madrid, Imprenta del Diccionario geográfico-estadístico-histórico de D. Pascual Madoz, 1849, p. 810.

MIÑANO, Sebastián de, voz “Pereira (San Miguel de)”, en Diccionario geográfico-estadístico de España y Portugal, vol. 6 [Mena – Pesqueiras], Madrid, Imprenta de Pierart-Peralta, 1827, pp. 505-509.

RODRÍGUEZ GONZÁLEZ, Ángel, O Tumbo Vermello de don Lope de Mendoza, Santiago de Compostela, Consejo Superior de Investigaciones Científicas, Instituto Padre Sarmiento de Estudios Gallegos, 1995 (Anexos de Cuadernos de Estudios Gallegos, 23).

VÁZQUEZ BERTOMEU, Mercedes, La hacienda arzobispal compostelana: libros de recaudación (1481-83 y 1486-91), Santiago de Compostela, Consejo Superior de Investigaciones Científicas, Xunta de Galicia, Instituto de Estudios Gallegos “Padre Sarmiento”, 2002 (Anexos de Cuadernos de Estudios Gallegos, 29).

VOZ “Pereira, San Miguel de”, en Ramón Otero Pedrayo (dir.), Gran Enciclopedia Gallega, t. 24 (Pao – Pintos), Santiago de Compostela, Gijón, Silverio Cañada, 1974, p. 175.