SANTIAGO DE COMPOSTELA, iglesia de Nosa Señora da Angustia de Abaixo o de San Fructuoso de

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La iglesia de Nosa Señora da Angustia de Abaixo o de San Fructuoso está ubicada en el encuentro entre Rúa da Trinidade y Rúa das Hortas en la ciudad de Santiago de Compostela, a los pies de la plaza do Obradoiro, detrás del Pazo de Raxoi y muy próxima al hostal dos Reis Católicos (antes Hospital Real).

El edificio es obra del arquitecto Lucas Antonio Ferro Caaveiro que lo concibió como una estructura barroca. La fachada se articula en torno a un elemento central que se adelanta con respecto a los laterales dotando así al bloque granítico de un movimiento en planta que repercute en el alzado. El paño central queda delimitado por dos grandes pilastras de orden toscano con fustes en los que se intercalan casetones cajeados, jugando con la alternancia de elementos macizos y huecos, habiéndose colocado en la parte baja dos medallones que representan a las ánimas del purgatorio. Los paños laterales son de menor altura y están recorridos por sendas pilastras rehundidas y coronadas por dos pináculos que están rematados con esferas pétreas.

Fachada de la iglesia.,

Las pilastras laterales del lienzo principal enmarcan el eje vertical que da comienzo con un vano adintelado con arista en bocel que arranca desde el suelo con molduras en forma de voluta que dotan de profundidad a la ornamentación. Sobre el vano, se eleva una hornacina, que se adorna como si de una portada se tratase, en la que se ubica la imagen de la Piedad en un vano con arco de medio punto que genera un espacio interior abocinado. Alrededor se genera una estructura a través de dos columnas de fuste circular y orden toscano que reciben un entablamento amplio sobre el que se sostiene un frontón semicircular partido en el que se encaja el emblema de la Virgen María rodeado de querubines bajo una corona volada.

Continúa el eje vertical con una ventana rectangular que se integra en el cuerpo inferior a través de sendos pináculos y, sobre ella, se alza el escudo real en el espacio correspondiente al friso de la fachada, interrumpiendo así la cornisa que se expande dejando un hueco para albergar la talla. Todo el cuerpo principal de la fachada remata en una balaustrada de piedra que describe una forma poligonal en planta, de manera que en los encuentros de cada uno de sus lados se elevan sobre pedestales las figuras alegóricas correspondientes a las cuatro virtudes cardinales: Prudencia, Justicia, Fortaleza y Templanza. Es en la fachada donde se ubica la torre del campanario, un cuerpo prismático horadado en todas sus caras por un arco de medio punto que permite el volteo de las campanas que alberga. Se remata con una cúpula rodeada y coronada por pequeños pináculos de piedra y una cruz metálica en el centro.

Lateral de la iglesia desde el solar del antiguo cementerio de peregrinos.

La planta de la iglesia es de cruz griega inscrita en un rectángulo que prolonga el brazo longitudinal, en cuyos extremos se ubican el presbiterio (al este) y un coro algo de madera cubierta por una bóveda trilobulada sobre ménsulas que cubre el nártex del edificio (al oeste). Sobre el crucero se alza una cúpula semiesférica cuyo intradós está dividido por doce nervios de caja hundida entre los que se abren ventanas con lunetas cegadas, excepto las cuatro que se corresponden con cada uno de los brazos del templo. La cúpula está apoyada en un friso que discurre sobre cuatro grandes machones, compuesto cada uno de ellos por tres pilastras cajeadas de orden toscano, arrancando de las laterales los cuatro arcos torales que se abren al presbiterio, a las dos capillas laterales y al pie de la iglesia. Todos los espacios están cubiertos por bóvedas esquifadas.

Interior de la cúpula.

El presbiterio, elevado con respecto a la nave alberga en el altar mayor un retablo que preside el espacio bajo la firma de Luis de Lorenzana, quien en el año 1769 cobró por este trabajo seiscientos reales. El retablo se realizó según un nuevo orden arquitectónico de su invención que denominó “orden española”. La ejecución del retablo corrió a cargo de Gregorio Fernández, mientras que la Cruz con “los colgajos y Sábana Santa” que lo preside es obra de Tomás Gambino. A los pies de la cruz destaca la imagen de Nuestra Señora de las Angustias, obra dieciochesca de Antonio Fernández “O Vello”, de formulación clasicista derivada de la escuela barroca castellana. En los pedestales que soportan las columnas del retablo se representan dos escenas al óleo que representan las escenas de Jesús camino del calvario y de la erección de la cruz, realizadas en 1772 por Manuel Landeira Bolaño.

Interior de la iglesia: pies de la nave longitudinal (izquierda) y cabecera de la nave (derecha).

En los altares laterales, ubicados a ambos lados del crucero de la iglesia se ubican sendos retablos encargados por el canónigo de la catedral, Antonio Crisóstomo Montetenegro, en 1783 cuya imaginería fue obra de Francisco de Lens y Nogueira. En los altares laterales, ubicados a ambos lados del crucero de la iglesia se ubican sendos retablos encargados por el canónigo de la catedral, Antonio Crisóstomo Montetenegro, en 1783 cuya imaginería fue obra de Francisco de Lens y Nogueira. Ambos se corresponden estilística y formalmente, de tal forma que se articulan en torno a una hornacina central que aprovecha tanto el interior abovedado que genera como la rosca del arco de medio punto que la encabeza para situar la ornamentación dorada en formas vegetales y florales sobre campos de color granates. El autor integra en el conjunto el vano horadado en el muro para la iluminación del interior y flanquean el espacio central sendas peanas sobre fondo granate y decoración dorada, imágenes de bulto redondo.

Retablo de la capilla sur (izquierda) y retablo de la capilla norte (derecha).

En las dependencias anexas que tiene esta iglesia se encuentran otros retablos e imágenes de interés como la de la Virgen de las Nieves, a cuyos pies duermen los patricios romanos a quién se les apareció en sueños. El grupo fue realizado por Manuel de Prado en el siglo XIX. En la misma dependencia se guarda una imagen de la Inmaculada Concepción que conserva un magnífico estofado y puede relacionarse con los discípulos de Mateo de Prado que trabajaban para el entallador Pedro Taboada en el último tercio del siglo XVII. Finalmente hay que reseñar la imagen de San Juan Bautista que procede de la catedral compostelana. Es obra atribuida a José Ferreiro. Entre los objetos de orfebrería que guarda la iglesia destaca la cruz parroquial realizada por Ángel Piedra en 1771, el ostensorio con un soporte figurado representando la Fe, atribuible a Jacobo Pecul y realizada en 1813, y el libro-oratorio de plata donado por el arzobispo Bocanegra en 1781.
Historia

La iglesia das Angustias de Abaixo fue edificada entre los años 1754 y 1765 conforme al proyecto del arquitecto Lucas Ferro Caaveiro, quien dirigió las obras asistido por su aparejador Bentura Balado, maestro de cantería de Santiago. La capilla mayor se acabó muy pronto, de modo que ya en el año 1756 se pudo celebrar la primera misa en ella.

La iglesia estaba ubicada extramuros cerca de la puerta do Santo Peregrino, junto a otra iglesia ya desaparecida llamada da Trinidade, en los terrenos que el arzobispo Gelmírez había donado en el siglo XII para que sirvieran de cementerio al Hospital Vello de Santiago y que en ese momento eran propiedad del Hospital Real.

Nos dice Sánchez Rivera que en 1510 existía en el propio cementerio una pequeña capilla llamada da Vera Cruz, que ocupaba el mismo solar donde se vino a levantar más tarde la iglesia da Angustia. Al parecer, en 1662 un enfermero del Hospital Real llamado Bartolomé Barreiro colocó a sus expensas una imagen de la Virgen de la Angustia sobre la puerta exterior del campo santo. A partir del año 1750 la imagen empezó a avivar la devoción de los fieles por los milagros que por su intercesión se obtenían, surgiendo entonces la necesidad de levantar un nuevo templo dedicado al culto de la Virgen.

La obra fue promovida por el Hospital Real y los fondos provinieron de la recaudación de las limosnas, siendo los encargados de llevar las cuentas el administrador del propio hospital y un tesorero expresamente designado para ello.

En 1886 Bernardo Barreiro señala la iglesia de las Angustias en el plano de su Guía Histórica y dice: “Iglesia real de la Angustia y ex-cementerio dependientes del Hospital, (barroco s. XVIII; designado el templo para Panteón de gallegos ilustres”.

A comienzos del siglo XX, concretamente en el año 1919, se trasladó aquí la sede parroquial de San Fructuoso que estaba previamente establecida en la catedral. En el acto de entrega de la iglesia das Angustias a la mitra compostelana, el que era entonces Hospital Provincial de la Ciudad de Santiago (antes Hospital Real) se reservó los enseres y objetos del culto, así como el cementerio contiguo.

Fuentes y bibliografía

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