FRANCOS, parroquia de Santa María de
Feligresía del Camino Francés en el municipio de Paradela, provincia de Lugo. Está situada entre las parroquias de Santa María de Ferreiros, al noreste, Santa María de Vilaragunte, al sudeste, San Miguel de Paradela, al sur, San Lourenzo de Suar, al oeste y Santiago da Laxe, al noroeste. Consta de cinco entidades de población que son Ferrería, Francos, Guimarás, Outeiro de Pena y As Rozas; esta última es la única por la que transcurre el Camino.
Su término, localizado en las estribaciones de la sierra do Páramo, alcanza altitudes máximas en torno a los 680 metros; las pendientes descienden de norte a sur hacia el río Loio afluente de la margen derecha del Miño, que en este tramo transcurre muy encajado.
Tenía veintiocho habitantes censados en 2019. La actividad agrícola y ganadera es la dominante.
En julio se celebra el día de Nuestra Señora.
Historia
En la Edad Media una parte de los términos que hoy conforman esta feligresía de Santa María de Francos estuvieron integrados en el antiguo coto de Loio.
En la bula de confirmación del papa Alejandro III del año 1175, otorgada a la Orden de Santiago a instancia de los reyes de León, Castilla y Portugal se detallan las posesiones que por entonces y de un tiempo atrás habían logrado reunir los santiaguistas en tierras gallegas, figurando entre ellas el monasterio de Lodium con su coto y el burgo de Ponte Minei contra la parte de Lodium, con todas sus pertenencias; estas mismas posesiones fueron confirmadas más tarde por el rey Fernando II (1181) y por los papas Lucio III (1184) y Urbano II (1187).
Los santiaguistas crearon la encomienda de Loio, manteniéndose al frente de su administración y gobierno hasta el año 1254, fecha en que cedieron todo lo de Loio a la Iglesia de Santiago de Compostela a cambio de la mitad de Mérida.
Ya en la primera mitad del siglo XV -en el llamado Tumbo Vermello de don Lope de Mendoza– consta que la villa y burgo de Portomarín era del arzobispo de Santiago, “desde la ponte alende contra Sarria, con o couto de Loyo que he çeleiro da Mesa do Arzobispo”. Dentro de estos términos el prelado compostelano tenía numerosas rentas, fueros y derechos, estando sujetos a su señorío todos los hombres que moraban en las feligresías de San Pedro de Portomarín, San Xoán de Loio, San Mamede y San Martiño de Castro, San Salvador das Cortes, San Pedro da Cova (suprimida antes del arreglo parroquial de 1890; fue anejo das Cortes comprendiendo el lugar da Tellada), Santa María de Francos y Sesmonde (en la actual parroquia de Santiago da Laxe). Todas estas feligresías estaban atravesadas por el Camino Francés, excepto las de San Mamede y San Martiño do Castro. En Santa María de Francos tenía el arzobispo 5 maravedís y la tercia de la presentación de la iglesia, que se la negaban.
En las primeras décadas del siglo XVII, nos dice Vázquez Seijas que el capitán Gregorio Villar y Castelo, casado con Clara Fernández do Barrio y Estrada de la Casa Grande o palacio del conde de la Maza en Portomarín, agregaría al vínculo heredado de su padre, señor de Sabadelle, San Clodio y Cabezais, los cotos da Laxe, Berea y del Hospital da Cruz, más los derechos de presentación del beneficio eclesiástico de Santa María de Francos y su anejo.
En 1753 en el Catastro del Marqués de la Ensenada se denomina esta feligresía como “Santa María de Francos coto de tras Loio”; consta que era de señorío perteneciente a Juan Alonso de Losada, vecino de la feligresía de Santa María de Baamorto (descendiente del susodicho Gregorio Villar), quien nombraba juez y escribano de número y percibía la luctuosa que se reducía a una cabeza de ganado mayor por cada cabeza de familia que moría, lo que importaba al año 8 reales de vellón. Los diezmos de lo que se producía en la parroquia los percibía enteramente el cura párroco, excepto el del centeno, del que percibía la mitad el convento de recoletas de la ciudad de Lugo. Por derecho de primicia, entre todos los vecinos pagaban a la fábrica de la iglesia parroquial 22 ferrados de centeno al año y por razón del “Voto” el cabildo de la catedral de Santiago recibía de cada labrador medio ferrado de centeno anuales.
Por entonces estaban censados 17 vecinos; entre los que desempeñaban algún oficio se encontraba un sastre. Había en el pueblo 17 casas, todas habitables. No había ni tiendas, ni tabernas, ni mesón, ni hospital alguno. Existían en el término tres molinos harineros de agua corriente en el río Loio, en el sitio de Pías; estaban equipados con una sola rueda y podían trabajar todo el año, pero solo se consideraban seis meses porque cuando había abundancia de agua los renteros acudían a otros molinos más inmediatos.
En la relación de los beneficios parroquiales contenida en el libro titulado Razón Universal de todas las piezas eclesiásticas de este obispado de Lugo. Año 1755, que se guarda en el Archivo Diocesano, figura en el arciprestazgo de Paradela “Santiago de Lage, con Santa María de Francos”, laical del dueño del coto de Pol (que era Juan Alonso de Losada). Contribuía con 2.200 reales.
En 1826 Sebastián Miñano anotó en su Diccionario que la feligresía de “Santa María de Francos” en la provincia y obispado de Lugo, era de la jurisdicción de San Pedro de “Puerto Marin”. Dice que tenía 39 vecinos y 166 habitantes que se repartían en las aldeas de “Outeiro de Pena, Rozas, Guimarás y Ferreira”. Situada en terreno montañoso, producía centeno, cebada, maíz, patatas, lino, nabos, castaña y legumbres. Contribuía con 759 reales.
En 1847 dice Pascual Madoz que esta misma feligresía era del partido judicial de Sarria, ayuntamiento de Paradela, en la margen derecha del río “Loyo”. Comprendía los lugares y casales de “Francos, Guimarás, Herrería, Outeiro y Rozas”, que reunían 30 casas de pocas comodidades. La iglesia parroquial era aneja de “Santiago de Laje”. Los caminos estaban mal cuidados. El terreno de monte estaba poco poblado y el llano era de mediana calidad. La industria era la agrícola, habiendo centeno, maíz, patatas, nabos y frutas; se criaba ganado vacuno, lanar y de cerda. Había varios telares. La población era de 30 vecinos y 153 almas.
En los años treinta del siglo XX, dice Amor Meilán que la parroquia de Santa María de Francos era aneja de Santiago da Laxe, con los lugares de Ferrería, Francos, Guimarás, Outeiro de Pena y Rozas.
En la década de los setenta de esta última centuria, figura en la Gran Enciclopedia Gallega que Santa María de Francos tenía en sus términos 75 habitantes.
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