LAXE, parroquia de Santiago da

Feligresía del Camino Francés en el municipio de Paradela, provincia de Lugo. Está situada entre las parroquias de Santo Estevo de Grallás y San Xoán de Friolfe, al norte, Santa María de Ferreiros, al este, Santa María de Francos, al sureste, San Lourenzo de Suar, al suroeste y San Salvador das Cortes, al oeste. Consta de nueve entidades de población, tres jacobeas que son Marcadoiro, Moimentos, y Moutras; las otras seis son Castelo, A Laxe, A Pedreira, A Retorta, Sesmonde y Vilalvite.

Su término localizado en las estribaciones de la sierra do Páramo es de mediana altitud, con cotas máximas que rozan los 700 metros en las cimas del monte de Penas do Cervo. Está atravesado por el río Loio y su afluente el arroyo Bocelo.

Tenía 71 habitantes en 2019. La mayoría de la población está empleada en el sector agrario.

En septiembre se celebra en esta parroquia la festividad de la Virgen del Amparo.

Historia

En la Edad Media una parte de los términos que hoy conforman la feligresía de Santiago da Laxe estuvieron integrados en antiguo coto de Loio. En la bula de confirmación del papa Alejandro III del año 1175, otorgada a la Orden de Santiago a instancia de los reyes de León, Castilla y Portugal se detallan las posesiones que por entonces y de un tiempo atrás habían logrado reunir los santiaguistas en tierras gallegas, figurando entre ellas el monasterio de Lodium (Loio) con su coto y el burgo de Ponte Minei contra la parte de Lodium, con todas sus pertenencias; estas mismas posesiones fueron confirmadas más tarde por el rey Fernando II (1181) y por los papas Lucio III (1184) y Urbano II (1187). Los santiaguistas crearon la encomienda de Loio, manteniéndose al frente de su administración y gobierno hasta el año 1254, fecha en que cedieron todo lo de Loio a la Iglesia de Santiago de Compostela a cambio de la mitad de Mérida.

Ya en la primera mitad del siglo XV, en el llamado Tumbo Vermello de don Lope de Mendoza consta que la villa y burgo de Portomarín era del arzobispo de Santiago, “desde la ponte alende contra Sarria, con o couto de Loyo que he çeleiro da Mesa do Arzobispo”. Dentro de estos términos el prelado compostelano tenía numerosas rentas, fueros y derechos, estando sujetos a su señorío todos los hombres que moraban entre otros sitios en Sesmonde (en la actual parroquia de Santiago da Laxe). En Sesmonde debían dar al arzobispo cuarenta maravedís y además tenía una parte de la presentación de la iglesia, que se la negaban otros herederos y hacía mucho tiempo que no le querían pagar nada de esto. Lope Alonso de Portomarín, al que el arzobispo arrendó en el año 1434 la villa de San Pedro junto con el coto de Loio, llevaba en esta iglesia 22 maravedís de moneda vieja blanca en tres dineros.

En las primeras décadas del siglo XVII, según nos dice Vázquez Seijas, el capitán Gregorio Villar y Castelo, casado con Clara Fernández do Barrio y Estrada, agregaría al vínculo heredado de su padre, señor de Sabadelle, San Clodio y Cabezais, los cotos da Laxe, Berea y del Hospital da Cruz, más los derechos de presentación del beneficio eclesiástico de Santa María de Francos y su anejo. En 1663, muerto ya su marido, Clara Fernández do Barrio hizo testamento en su Casa Grande de Portomarín (hoy conocida como Pazo del General Paredes o Casa do Conde de la Maza), fundando un mayorazgo que comprendía los beneficios eclesiásticos de Santiago da Laxe. Por voluntad de la testadora la sucesión en el mayorazgo se otorgó a su nieta Clara Villar y Estrada, casada con Juan de Losada, señor del coto de Pol; sobre esta heredera recayó el mandato de depositar en las paneras de la Aguiada y de Santiago da Laxe cien fanegas de centeno, en cada una, para facilitarlo a quienes lo necesitasen en los meses de mayo y junio, devolviéndolo en la recolección de la cosecha, prefiriendo a los parientes pobres -si los hubiere- y a los caseros y vasallos.

En el año 1753 consta en el Catastro del Marqués de la Ensenada que la feligresía de “Santiago de Laje” delimitaba con “el camino real de Castilla”, que no es otro que el Camino Francés. Estaba compuesta de dos cotos, uno llamado de Sesmonde que por entonces era señorío perteneciente a Joaquín Teijeiro, vecino de Villafranca del Bierzo y el otro llamado de “Santiago de Laje” que era señorío perteneciente a Antonio Losada, vecino de la villa de San Xoán de Portomarín (descendiente de la susodicha Clara Villar y Estrada). Ambos señores nombraban juez, cada uno en su partido y percibían el derecho de luctuosa consistente en una cabeza de ganado mayor por cada cabeza de casa que moría, lo que venía a ser al año 8 reales de vellón en el caso de Joaquín Teijeiro y 12 reales de vellón en el caso de Antonio Losada. La mitad de los diezmos de lo que se producía en la parroquia lo percibía el cura párroco y la otra mitad el convento de monjas recoletas de la ciudad de Lugo. Por derecho de ofrenda, el mismo cura recibía de cada feligrés un real de vellón al año. Por derecho de primicia, pagaban a la fábrica de la iglesia parroquial entre todos los vecinos 46 ferrados de centeno al año y por razón del “Voto” el cabildo de la catedral de Santiago recibía de cada labrador medio ferrado de centeno anuales.

Figura en el mismo catastro que había en el término parroquial 30 vecinos; entre los que desempeñaban algún oficio se encontraba un sastre. Las casas habitables eran 30. No había ni tiendas, ni tabernas, ni mesón, ni hospital alguno. Funcionaban cuatro molinos harineros de agua corriente con una sola rueda; dos de ellos en río Loio, que trabajaban todo el año y los otros dos en el riachuelo de Bocelo, que lo hacían tres meses al año; había además dos batanes de lana y se explotaban 22 colmenas.

En la relación de los beneficios parroquiales contenida en el libro titulado Razón Universal de todas las piezas eclesiásticas de este obispado de Lugo. Año 1755, que se guarda en el Archivo Diocesano, figura en el arciprestazgo de Paradela “Santiago de Lage, con Santa María de Francos”, laical del dueño del coto de Pol. Contribuía con 2.200 reales.

En 1826 Sebastián Miñano anotó en su Diccionario que la feligresía de “Santiago de Laje”, en la provincia y obispado de Lugo, era de la jurisdicción de San Pedro de Portomarín. Dice que tenía 73 vecinos y 361 habitantes que se repartían en las aldeas de “Moutras, Marcadoiro, Castrelo, Moymentos, Retorta y el coto de Sesmonde”. Contribuía con 1.125 reales y 33 maravedíes.

En 1840 figura como legítima patrona de los beneficios curados de las parroquias de Santiago da Laxe y Santa María de Francos la señora María Josefa Losada Prado de Figueroa Villar de Estrada, viuda de José García de Paredes, dueña de las casas de Portomarín, Cabezais y Laxe, con sus vínculos y mayorazgos.

En 1850 dice Pascual Madoz que esta misma feligresía era del partido judicial de Sarria, ayuntamiento de Paradela, en el camino de Portomarín a Sarria. Comprendía por entonces los lugares y casales de “Castrelo, Laje, Moimentos, Montras, Retorta, Seimonde y Villalvite”, que reunían 37 casas. La iglesia parroquial era matriz de Santa María de Francos; el curato de entrada y el patronato lego. Los caminos vecinales eran malos. La industria era la agrícola, produciéndose centeno, maíz, patatas, nabos, algunas legumbres, castañas y mal vino. Había telares caseros y molinos harineros. La población era de 40 vecinos y 216 almas.

Los mismos datos sobre su anejo y los lugares que componía esta parroquia son recogidos por Amor Meilán en los años treinta del siglo XX.

En la década de los setenta de esta última centuria, figura en la Gran Enciclopedia Gallega que “Santiago de Laxe” tenían en sus términos 158 habitantes y que, además del templo parroquial, contaba con una capilla dedicada a san Antonio.

Fuentes y bibliografía

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