SARRIA, parroquia de Santa Mariña de
Parroquia del Camino Francés en el municipio de Sarria, provincia de Lugo; situada entre las feligresías de San Salvador de Vilar de Sarria, al este, San Salvador de Sarria, al oeste y Nosa Señora do Rosario de Sarria, al norte.
Está comprendida en el núcleo urbano de Sarria, cuya población total de 9.171 habitantes, censados en el año 2019, se reparte entre esta feligresía y las de Santa San Salvador y Nosa Señora do Rosario de Sarria.
Su término ocupa la mitad de ladera oriental de un pequeño cerro que se alza sobre la vega de Sarria, al sur de la confluencia del río Pequeno, o río Celeiro, con el de Sarria. Comprende parte de la antigua villa con su arrabal y el llano que se extiende a pie de monte entorno al puente llamado da Ribeira.
Su población está principalmente empleada en el sector de los servicios.
Historia
Sabemos que los orígenes de esta feligresía se remontan a la Edad Media y que la fábrica románica de su templo parroquial fue derribada hacia el año 1880 por estar en ruinas, levantándose en su lugar el actual edificio de estilo neogótico. En su momento, López Ferreiro y Ángel del Castillo publicaron un dibujo en el que puede verse cómo era la portada principal de la iglesia derruida, que aparece enmarcada por una orla ondulante; dice Yzquierdo Perrín que este motivo y composición evocan los pórticos de San Pedro Fiz do Hospital do Incio y de San Pedro de Bembibre, éste último fechado por un epígrafe en el año 1191.
Precisamente debió ser en tránsito de los siglos XII al XIII cuando el rey Alfonso IX fundó la población de Vila Nova de Sarria, creando entonces un nuevo núcleo de población en donde ya había un establecimiento preexistente, que se extendía entorno a la iglesia parroquial de San Salvador de Sarria. No sería descabellado, pues, suponer que la feligresía de Santa Mariña estuviese en correspondencia con esta nueva población.
Al final de la Edad Media se documenta la existencia de una fundación pía en el templo de esta parroquia; así nos consta que el 16 de octubre del año 1486, los Reyes Católicos, estando en el lugar do Cebreiro, de regreso de su viaje a Santiago de Compostela, emplazaron a al mayordomo del conde de Lemos, Gonzalo Pérez, atendiendo la petición que en su contra había hecho Gómez de la Plaza, clérigo capellán de una las capillas de la iglesia de Santa Mariña de Sarria, por haberle quitado su beneficio.
López Arias cita un documento del año 1534 en el que se hace referencia al cobro de diversos diezmos y rentas que la iglesia de Santa Mariña de Sarria percibía en Vigo de Vilar de Sarria.
En una relación de los pueblos y parroquias de la provincia de Lugo realizada en 1571, se dice que la villa de Sarria era “Camino francés” y había en ella dos parroquias: una la de San Salvador con cincuenta feligreses y otra la de “Santa Marina”, que tenía cuarenta.
En 1588 el marqués de Sarria, Pedro Fernández de Castro, otorgó un poder a su secretario, Antonio Salazar, para que en su nombre presentase a una persona idónea al beneficio curado de Santa Mariña de su villa de Sarria, por muerte del beneficiado Juan Diez, clérigo de la diócesis de Lugo.
Ya en pleno siglo XVIII, el ilustrado benedictino padre Sobreira dejó dicho, en sus Papeletas Geográficas, que la entidad de Sarria era villa de cien vecinos con dos parroquias.
En la misma época, en las respuestas generales del Catastro de Ensenada (año 1753), encontramos información pormenorizada acerca de las feligresías de Santa Mariña y San Salvador de la villa de Sarria. Se dice de la de Santa Mariña que era señorío particular perteneciente a la condesa de Lemos como marquesa de Sarria, por cuya razón no percibía derecho alguno de los vasallos. Lindaba por el norte con la feligresía de San Martiño de Requeixo, por el sur con la Santiago de Farbán, por el levante con la feligresía de San Salvador de Vilar de Sarria y por el poniente con la de San Salvador de la villa de Sarria; en este último punto la demarcación cortaba por un marco de piedra con una cruz, que se hallaba en la calle pública de la villa, en el frente de la casa de Manuel Fernández Monteagudo que la llevaba por fuero de Baltasar Valcárcel de la Abastida. En total la circunferencia del término medía un cuarto y medio de legua, que un hombre, a paso regular, tardaba una hora en recorrer.
Se dice en el mismo catastro que los diezmos de todos los frutos, como también de los cerdos, corderos, lana y manteca que se cobraban los percibía íntegramente el cura párroco, lo que sumaba al año 250 reales de vellón. Por razón de primicia también debían dar los vecinos a la fábrica de la iglesia una cantidad anual que ascendía a 50 reales de vellón. Además, los que tenían una “yunta de labor” en el término pagaban medio ferrado de centeno al cabildo compostelano por razón del “boto” del “Apóstol Señor Santiago”, lo que suponía 14 ferrados anuales.
Pertenecía a esta parroquia dos terceras partes de los efectos de propios de la villa, provenientes, entre otras cosas. del cobro de los arrendamientos del abasto de carnes y de la abacería de pescado. Los gastos que tenía que satisfacer el común de la villa se repartían entre la feligresía de San Salvador, a la que correspondía sufragar una tercera parte y la de Santa Mariña, que debía cubrir el resto; si no alcanzaba, la diferencia debía satisfacerse a medias. En la correspondiente partida de gastos figuran conceptos tan dispares como la reparación de fuentes y empedrado y el sostenimiento del hospital de San Antonio (que estaba dentro de la demarcación de San Salvador), al que daban los vecinos de Santa Mariña un real de vellón con 22 maravedís y dos tercios, al año. Por entonces estaban censados en esta parroquia 44 vecinos, había 56 casas habitables y 3 arruinadas, estando abiertas una taberna para la venta de vino al por menor y una carnicería; no existían molinos, ni otro artefacto similar, aunque sí rentaban 2 colmenas pertenecientes a distintos particulares. No funcionaba en el término hospital alguno y tampoco había convento de religiosos; únicamente estaban registrados dos clérigos presbíteros (incluido el cura párroco) y otro clérigo más de órdenes menores. Entre los cargos profesionales figuraban al menos: un teniente corregidor, un alguacil, un procurador general, cuatro escribanos, una persona al mando de la estafeta y caja general de cartas, un maestro de postas y un arriero que comerciaba con sal, vino y otros productos. Estaban ocupados en las “artes mecánicas”: un tejedor de lienzos, un sastre, dos veterinarios, tres herreros, un carpintero y un zapatero; todos ellos ejercían también como labradores.
En la relación de los beneficios parroquiales contenida en el libro titulado Razón Universal de todas las piezas eclesiásticas de este obispado de Lugo. Año 1755, que se guarda en el Archivo Diocesano, figura Santa Mariña de Sarria con “Santiago de Castillo de los Infantes” y Santiago de Farbán; Santa Mariña era presentación laical del conde de Lemos y Castelo dos Infantes era laical de Alonso Mendoza. Las rentas anuales de la parroquia ascendían a 2.200 reales de vellón al año.
En 1827 Sebastián Miñano anotó en su Diccionario que el casco de la villa de Sarria tenía 132 vecinos y 650 habitantes divididos entre las parroquias de Santa Mariña y San Salvador.
En 1849 Pascual Madoz nos dice que esta feligresía y la de San Salvador componían conjuntamente la villa de Sarria, sumando entre las dos unas 130 casas; ambas pertenecían a la diócesis de Lugo y al partido judicial y ayuntamiento de Sarria. La iglesia parroquial de Santa Mariña era matriz de las de “Santiago del Castillo” y Santiago de Farbán: el curato de primer ascenso y el patronato lego. Además de las casas que tenía Santa Mariña en la villa, contaba con las aldeas de Ponte da Ribeira y Arrabal.
En los años treinta del siglo XX, dice Amor Meilán que las dos parroquias de la villa de Sarria -San Salvador y Santa Mariña- tenían respectivamente por anejas las de Santiago de Farbán y San Salvador de Vilar de Sarria. Su jurisdicción abarcaba por entonces la villa entera y los lugares y aldeas de “Aceña, Aspera, Airexe, Barreiros, Bosque, Carballal, Castro, Esqueiredos, Farbán, Filloy, Lamarrigueira, Mazadoiro, Mendrós, Nogueira, Pacios, Penelas, Puente Viejo, Ribela, Ribeira, San Martín, San Lázaro, San Alberto, Treilán, Toleiro, Veiga, Veiguiña, Vilariño, Vigo, Vilar, Villa Rairo y Villar de Sarria”. La población de las parroquias enclavadas en la villa era de 1.495 habitantes de hecho y 1.498 de derecho.
En los años setenta de esta última centuria figuran en la Gran Enciclopedia Gallega, Santa Mariña y San Salvador como parroquias que tenían en la entidad de la capital municipal de Sarria 3.949 habitantes.
Fuentes y bibliografía
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