MONTÁN, iglesia parroquial de Santa María de

Iglesia parroquial situada a unos 250 metros de distancia al este de Montán (población del Camino Francés en el municipio de Samos, provincia de Lugo), entre San Xil de Carballo, al este, y Fontearcuda, al oeste, situada en el ramal del camino de Triacastela a Sarria por A Balsa.

La iglesia de Montán se alza en medio de un recinto cercado con un muro bajo, que acoge en su interior el atrio y el cementerio parroquial. La nave principal es de planta cuadrada y cuenta con una cabecera adosada en el muro este. Asimismo, la fachada está precedida de un pórtico apoyado en el muro oeste y en sendos pilares que avanzan, generando un espacio cubierto. El edificio se ha construido con esquistos, pero ahora se encuentra recebado y pintado de blanco en todos los muros a excepción de la fachada.

Por lo tanto, habiendo sido sometida a intervenciones, lo que podemos ver en la actualidad es una fachada sencilla de un cuerpo con un vano de acceso de arco de medio punto en el registro inferior, otro de características formales idénticas, pero de menor tamaño, como vano para la iluminación del registro superior y, también una espadaña de doble cuerpo y un solo piso que remata en un frontón triangular coronado por una cruz, también de piedra.

Iglesia de Santa María de Montán.

Por lo tanto, habiendo sido sometida a intervenciones, lo que podemos ver en la actualidad es una fachada sencilla de un cuerpo con un vano de acceso de arco de medio punto en el registro inferior, otro de características formales idénticas, pero de menor tamaño, como vano para la iluminación del registro superior y, también una espadaña de doble cuerpo y un solo piso que remata en un frontón triangular coronado por una cruz, también de piedra. El pórtico antecede a la fachada y se apoya en dos columnas formadas por tambores de sección circular con un capitel de flor de loto sobre el que se dispone la cubierta de pizarra a tres aguas formada por una estructura de madera con vigas tirantes.

En el muro sur se ubica un acceso secundario a la altura de la cabecera y, en el muro norte, se abren dos ventanas aspilleras a la altura del segundo registro y un tercer acceso de arco de medio punto en el inferior, a la altura media de la nave. Cercano a los pies de la iglesia y, en este mismo muro, se conservan dos contrafuertes escalonados de la fábrica original. La cabecera fue edificada en la Edad Moderna y a ella se anexa el espacio para la sacristía, tras el presbiterio. La nave y la cabecera se cierran con cubierta de pizarra a dos aguas.

Detalle del pórtico y acceso a la iglesia.

En el interior, la nave conserva gran parte de su primitiva fábrica románica. Cuenta con un coro alto de madera a los pies, dándose el encuentro entre la cabecera y la nave a través de un arco triunfal de medio punto. El presbiterio se eleva sobre una triple altura y acoge tras de sí el ábside presidido por un retablo que, a su vez, está flanqueado por sendas puertas que significan el acceso a la sacristía. Estas son adinteladas y simulan sobre ellas un frontón triangular coronado por una cruz en su vértice superior. Este espacio está cubierto con falsa bóveda de yeso que simula casetones a través del color.

Interior de la nave.

El retablo mayor forma un conjunto de estilo clasicista datado en el siglo XIX fabricado en madera y policromado. Esta, técnica con la que se busca dar nobleza al material original simulando así el veteado del mármol en los elementos estructurales como los paneles del sotabanco y los parteluces y entrecalles que ordenan verticalmente el conjunto. Se trata de dos pisos con tres calles que generan espacios propios, todos adintelados excepto el central del piso superior, para ubicar parte del repertorio iconográfico de la iglesia. Estas hornacinas acogen a: la Virgen coronada sosteniendo al Niño Jesús en el brazo derecho san Francisco, santa Lucía, san Ramón Nonato, San Antonio y San José, todas ellas del gusto popular y de distintas procedencias. Sobre el altar que se encuentra ante este retablo hay un cristo crucificado. La mesa del altar aprovecha en el pie dos piezas de granito que parecen corresponder a una antigua columna y a una pila que se ha colocado como base.

Retablo mayor.

Además del retablo mayor, la iglesia cuenta con un segundo ubicado en el muro de la Epístola. Se trata de un conjunto de reciente factura y estilo neogótico, cuyos elementos hacen que se extienda en la vertical a pesar de contar con un único piso y el ático. Se trata de los pináculos apuntados que enmarcan el retablo, así como de las entrecalles que rematados en el mismo elemento se estilizan hasta el extremo. Este retablo acoge muy diversas imágenes entre las que destacan el Cristo del ático, la Piedad procesional que sostiene entre los brazos la figura de su hijo muerto muy desproporcionada por su exiguo tamaño, la talla de madera policromada colocada en el mismo retablo que representa a una santa coronada y ricamente vestida, de pie y con un libro en una mano y que, según Delgado Gómez, es Santa Catalina.

Retablo neo-gótico.

EDispersos también por el atrio se encuentran fragmentos de basas y fustes de columnas de granito, correspondientes a una antigua edificación.

Imagen de santa Catalina.

Historia

En el tumbo de Samos existen referencias documentales relativas a Montán desde finales del siglo XI. No obstante la primera mención a su iglesia la encontramos en la noticia de las cantidades cobradas por razón del voto de Santiago entre los vecinos pertenecientes a la jurisdicción del monasterio de Samos, hacia el año 1058, donde figura que en Montán se cobraba un BracaleCampo Testo, donde había una iglesia y una congregación religiosa.

En una bula pontificia de Alejandro III, expedida en 1175, se enumeran las propiedades monasteriales de Samos, entre las que figura la iglesia de Sancti Michaelis de Montano.

En el año 1195, el obispo de Braga comisionado para ello por el cardenal legado Gregorio, otorgó avenencia en el pleito mantenido entre la iglesia de Lugo y el monasterio de Samos por razón de las iglesias de Sancti Michaelis de Montan y otras; Montán figura entre las iglesias que estaban dentro del coto del monasterio de Samos.

Nos dice Manuel Varela que en el archivo parroquial figura que en el año 1678 San Xil de Carballo era anexo de Santa María de Montán y que en 1690 los feligreses de San Xil tenían que acudir a la iglesia de Montán mientras no se reparase su propio templo.

Este último autor recoge también algunos datos tomados de las visitas pastorales realizadas por los monjes de Samos a esta feligresía en los siglos XVII y XVIII, tras las que se hacían recomendaciones relativas al culto, a la enseñanza de la doctrina, a la administración de la iglesia y al comportamiento debido de los feligreses, que podían ser multados por no asistir a misa sin causa justificada, o por estar con la cabeza cubierta en el interior del templo.

Tras la exclaustración que se produjo en Samos en 1835, la parroquia de Montán dejó de formar parte del coto redondo de Samos considerado hasta entonces territorio Nullius Diocesis.

En 1848 Pascual Madoz nos dice ya, que la iglesia parroquial de Santa María de Montán pertenecía a la diócesis de Lugo y al partido judicial de Sarria. Era matriz de “San Gil de Carballo”, el curato de entrada y patronato real y eclesiástico.

Fuentes y Bibliografía

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