Feligresía del Camino Francés en el municipio do Pino, provincia da Coruña. Está situada entre las parroquias de Santa María de Dodro, al noreste y San Miguel de Cerceda, al oeste.
Consta de seis entidades de población, tres jacobeas: Boavista, A Calle de Ferreiros y A Salceda; mientras, las entidades que nos son atravesadas por el Camino Francés son: Quintas, Regas y Suso.
El templo parroquial se alza a unos quinientos metros al noroeste del lugar da Calle, cuya población está repartida entre las parroquias de San Breixo y San Mamede de Ferreiros, sirviendo de divisoria el trazado del propio Camino Francés.
El término presenta un relieve suave. Sus arroyos desaguan en el río Lañas, afluente del Ulla.
La parroquia tenía 350 habitantes en 2019. En esas fechas destacaban los empleados en la industria y en la construcción.
En Baja Edad Media Ferreiros perteneció al señorío de la Iglesia de Santiago. Así en el llamado Tumbo Vermello de don Lope de Mendoza (1399-1445) se relaciona lo que el arzobispo de Santiago tenía en Ferreiros tanto en lo espiritual como en lo temporal. Entre otras cosas correspondía al arzobispo: “facer juez e notario perpetuos e dos alcaldes cada año”.
En 1492 consta que el arzobispo don Alfonso de Fonseca dio a un estudiante de teología en Salamanca la cuarta parte de la sine cura de “San Verissimi de Ferreiros”.
En 1607 el cardenal del Hoyo dice de la feligresía de San Breixo de Ferreiros que pertenecía al arciprestazgo de Ferreiros y señala: “Esta feligresía tiene treinta y seis feligreses. Los frutos se hacen a cuatro partes: las tres y un dezmero llieva la cura y el un cuarto el Collegio de Santiago. Valdrá la parte del retor treinta y seis cargas de todo pan. Presentación de San Martín [Pinario]. La fábrica tiene tres ferrados de trigo de renta y uno de centeno. Hay una ermita de Nuestra Señora de villa de Ferreiros”.
En el año 1752 se dice en el Catastro de Ensenada que la feligresía de “San Beríssimo de Ferreiros” era de la jurisdicción de Budiño, de la que era dueño jurisdiccional el conde de Altamira y como tal la proveía de juez y escribano de número y cobraba por servicio de algunos vecinos cuarenta y cuatro reales de vellón al año. También cobraba las luctuosas cuyo producto por quinquenio importaba cuarenta reales anuales y para la paga de dicho servicio también concurrían los vecinos de Ramil y Taboada, que eran de la feligresía de San Mamede de Ferreiros. De los diezmos y primicias de los frutos que se producían en esta feligresía llevaba una cuarta parte el colegio de Fonseca de la universidad de la ciudad de Santiago por “sinecura”, a excepción de un diezmero que llevaba por entero el cura párroco con las tres cuartas partes restantes, quien además cobraba las oblatas de los casados y las viudas. Los vecinos del lugar de Abeleda solo pagaban el diezmo de los nabos y de las primicias solo el centeno y lo llevaban por mitad el conde de Altamira por “sinecura” y el párroco de la feligresía de “San Félix de Quión”. Así mismo pagaban los vecinos del coto de Bentín los diezmos y primicias de la misma forma que lo hacían los más de esta feligresía, los cuales llevaba por entero el párroco de “San Juan de Touro”. Por razón del “boto del Santo Apóstol Santiago” se recaudaban veintidós ferrados de centeno anuales.
Por entonces se censaban en esta feligresía 113 vecinos (cabezas de familia). Entre los que desempeñaban algún oficio se registraban un arriero, cuatro taberneros, dos abastecedores de vino, un cerrajero, dos carpinteros y un cirujano y su aprendiz. Las casas habitables eran 116 y había otras tres más arruinadas. Los abastecedores de vino de San Breixo de Ferreiros contribuían a los gastos del común de la parroquia de San Mamede, para que no tuviesen taberna. Tan solo algunos meses al año funcionaban en los arroyos da Torre, de Xen, de Abaixo y de Caliña, cinco molinos harineros hidráulicos de una piedra.
En 1826 Sebastián Miñano anotó en su Diccionario que la parroquia de “San Berissimo de Ferreiros”, en la provincia y arzobispado de Santiago, era de la jurisdicción de Budiño. Se contaban en ella 382 habitantes y estaba por donde pasaba el camino de Arzúa a Santiago; desde Santiago a esta parroquia había seis horas de marcha militar, en cuyo intermedio se encontraban los pueblos de “San Marcos, Labacolla, Las dos Casas, y Sta. Elena”. Se producía maíz, trigo, centeno, patatas, buenos pastos y ganado. Consistía su industria en cría de éste, especialmente mular.
En 1847 Pascual Madoz dice que la iglesia parroquial era única de patronato ordinario. El término parroquial estaba atravesado por la vereda real que desde Santiago se dirigía a Lugo pasando por Arzúa que por entonces se encontraba en mal estado, lo mismo que los demás caminos locales. Añade el autor que esta feligresía era el primer tránsito para las tropas que pasaban de Santiago a Lugo. La industria era la agrícola. Había una escuela no dotada. El término reunía noventa y ocho casas y la población total reunía 495 habitantes.
En el itinerario militar de Lugo a Santiago del año 1866 se dice de esta parroquia que tenía un total de 106 vecinos.
Carré Aldao señala en los años treinta del siglo XX que San Beixo de Ferreiros era parroquia de entrada y de provisión de la Corona. Por entonces tenía 601 habitantes de hecho y 670 de derecho, que ocupaban 127 viviendas, setenta y cuatro de ellas de dos pisos. Añade el autor que en las antiguas etapas militares era el primer tránsito de tropas de Santiago para Lugo.
En la década de los setenta de esta última centuria figura en la Gran Enciclopedia Gallega que había en el término 597 habitantes.
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