SAN MARTIÑO DO REAL, iglesia parroquial de

Es una iglesia parroquial situada sobre el trazado del Camino Francés en la población de San Martiño do Real, municipio de Samos, provincia de Lugo, entre Renche, al este y Samos, al sudoeste. En el ramal de Triacastela a Sarria por Samos.

Alejada del núcleo de población e inserta en un espacio acotado que incluye el cementerio parroquial, se alza la iglesia de San Martiño mostrando la esencia de su original fábrica románica que ha sobrevivido hasta la actualidad, aunque con notables intervenciones que modifican en esencia su factura primigenia.

Iglesia de San Martiño do Real y su entorno.

El conjunto de la iglesia está formado por una nave longitudinal a la que se anexa la cabecera —más pequeña en planta y alzado que la nave— en el lado este, así como la sacristía en el muro sur y la fachada oeste, la principal, está antecedida por un pórtico prácticamente cerrado que tapa una parte sustancial de la fachada.

Esta, sigue un esquema muy sencillo en el que se incluyen tres elementos, igualmente simples, como son la puerta de acceso (tapada al exterior por el pórtico) que resulta ser un vano adintelado, una ventana para la iluminación interior de la nave y una espadaña de pequeñas dimensiones que se alza en un cuerpo de doble vano de arco de medio punto rematada con un frontón horadado. Los muros están encalados siendo solo visible el material pétreo original en detalles como los canecillos que reciben el voladizo de la cubierta en parte del muro sur y en el ábside. Estos están decorados con motivos geométricos y figuras zoomorfas y antropomorfas.

Fachada de la iglesia (izquierda) y detalle de los canecillos en el muro sur, idénticos a los ubicados en el ábside (derecha).

En el muro norte cuenta con un acceso secundario que, según afirman los monjes de Samos —quienes regentan la iglesia en la actualidad—  por esta puerta lateral entraban y salían los monjes de un antiguo priorato que, al parecer, vivían junto a la iglesia, en la casa llamada do Fidalgo. La iluminación interior de la nave está condicionada por los vanos que se abren en los muros laterales, situándose dos aspilleras en cada uno de los muros laterales a la que se suma la del muro testero y las dos ubicadas en el extremo del ábside semicircular. Este está dividido en tramos por pilastras adosadas al muro de sección cuadrada. En cada uno de estos paños se abren aspilleras coronadas por pequeños arcos de medio punto con derrame hacia el interior, dando lugar a pequeños arcos doblados en el interior.  El edificio se cubre con pizarra que sigue la estructura a dos aguas en la nave, poligonal en la cabecera y a tres aguas en el pórtico.

Iglesia de San Martiño, muro sur (izquierda) y alzado muro sur (derecha), este último en: (José Antonio Franco Taboada, Santiago Tarrío Carrodeguas (dirs.), A arquitectura do Camiño de Santiago: descrición gráfica do Camiño Francés en Galicia, Santiago [de Compostela], Xunta de Galicia, A Coruña, Universidade da Coruña, D.L. 2000).

La planta de la iglesia presenta tramos irregulares, con una tendencia al rectángulo tanto en el pórtico como en la nave y la sacristía. La cabecera presenta un primer tramo recto, el correspondiente al presbiterio, y uno segundo semicircular, el ábside. Mientras el primero se remata en la techumbre con bóveda de cañón, el segundo lo hace con bóveda de cascarón. Traspasando la puerta principal y a los pies de la iglesia, se encuentran dos pilas bautismales: una con cuenco semiesférico ornado con molduras gallonadas; y, en el lado contrario, otra pila tallada en un bloque monolítico sin ornamentación, que cuenta como apoyo con una base de columna con tallas de querubines en las cuatro esquinas.

Planta de la iglesia. (José Antonio Franco Taboada, Santiago Tarrío Carrodeguas (dirs.), A arquitectura do Camiño de Santiago: descrición gráfica do Camiño Francés en Galicia, Santiago [de Compostela], Xunta de Galicia, A Coruña, Universidade da Coruña, D.L. 2000).

La cabecera se comunica con la nave por medio un arco de medio punto de amplia luz que se apoya sobre impostas decoradas con ajedrezados en relieve. El mismo arco, tiene una apariencia diferente desde el presbiterio, ya que esta perspectiva ofrece un arco doblado. Es en el muro del testero donde se comienza a desplegar parte de la iconografía que es posible encontrar en el templo. Próximo al muro de la Epístola encontramos las esculturas de Cristo Crucificado a cuyos pies se ubican la Virgen y San Juan Bautista. Se trata de un Calvario traído del monasterio de Samos, donde se encontraba sin uso en uno de sus desvanes. La factura de las piezas evidencia su contemporaneidad. En el muro contrario, el del Evangelio, una imagen barroca de la Virgen de la Inmaculada Concepción. La datación de esta pieza es controvertida ya que se aproxima al siglo XVII, aunque Valiña Sampedro retrae su antigüedad al siglo XVI.

Vista al muro testero y la nave (izquierda) y vista desde el presbiterio hacia la nave principal (derecha).

Sección longitudinal de la iglesia. (José Antonio Franco Taboada, Santiago Tarrío Carrodeguas (dirs.), A arquitectura do Camiño de Santiago: descrición gráfica do Camiño Francés en Galicia, Santiago [de Compostela], Xunta de Galicia, A Coruña, Universidade da Coruña, D.L. 2000).

En el ábside, se exponen las imágenes de San Martín de Tours y de la Virgen Inmaculada. La primera tiene cierta calidad y pudiera ser obra del siglo XVIII, mientras que la segunda es una imagen de vestir del siglo XIX o incluso del XX. En la sacristía se encuentra desmontado el retablo que estuvo colocado en el ábside de la capilla mayor, junto con la imagen de San Martín que lo presidía, todo ello obra del siglo XX realizada en madera, con cierto carácter historicista. Este retablo fue donado a la iglesia parroquial por los señores José Fernández e Indalecio Montero.

En el interior de la iglesia se conservan restos de pinturas murales que parecen ser posteriores a la fábrica románica de la iglesia. En la realización de estas pinturas se utilizó mayormente el color rojo aplicado sobre fondos de tonos blanquecinos. El motivo más extendido consiste en un cuadriculado que recubre los muros imitando canterías de sillerías colocadas a soga. En el marco de la ventana central del ábside se intercalan entre los cuadrados espirales a modo de soles, y flanqueando esa misma ventana se dibujan dos grandes cruces que tienen hincados los tres clavos de la pasión.

Ábside de la iglesia en la cabecera.

En el muro meridional de la nave encontramos la escena del martirio de san Sebastián, pintada en tonos rojos, ocres y grises, sobre fondo igualmente blanquecino. Las figuras del santo y su verdugo están representadas de manera tosca y esquemática, apareciendo en medio de un desvaído paisaje, que está cubierto de árboles y arbustos; a la izquierda de san Sebastián había una tercera figura que se ha perdido en su mayor parte.

Pintura mural: Escena del martirio de san Sebastián.

Historia

En una bula pontificia de Alejandro III, expedida en 1175, se enumeran las propiedades monasteriales de Samos, entre las que figura la iglesia de San Martiño en el río Sarria.

En otro documento del tumbo samonense, fechado el año 1195, aparece igualmente nombrada la iglesia de San Martiño de Sarria, entre las que estaban dentro del coto del monasterio de Samos.

Ya en plena Edad Moderna, concretamente en el año 1752, consta en el Catastro del Marqués de la Ensenada que la feligresía de “San Martín del Real” era señorío del real monasterio de Samos, que no percibía por razón de vasallaje más que la luctuosa.

Con la aplicación de las leyes de desamortización y la exclaustración que se produjo en Samos en 1835, la parroquia de Renche, con su anejo “San Martín del Real”, dejó de formar parte del coto redondo del monasterio de Samos, considerado, hasta entonces, territorio Nullius Diocesis.

Así, en 1849 Pascual Madoz nos dice de esta feligresía que pertenecía a la diócesis de Lugo y al partido judicial de Sarria, ayuntamiento de Samos. La iglesia parroquial de San Martiño continuaba siendo aneja de Santiago de Renche.

Tras el arreglo parroquial del año 1890 el curato de Renche, en el arciprestazgo de Samos, fue suprimido pasando a ser su parroquia filial de la de San Cristovo do Real. De modo que, en los años treinta del siglo XX, señalaba Amor Meilán que “San Martín de Real” era por entonces anejo de “Santa Gertrudis de Samos”.

Fuentes y bibliografía

AMOR MEILÁN, Manuel, Geografía General del Reino de Galicia: provincia de Lugo, Francisco Carreras Candi (dir.), Barcelona, Casa Editorial Alberto Martín, [s.f.].

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