Ver voz en el mapa

Esta es una residencia señorial situada en el lugar de Lusío, en la parroquia de San Cristovo do Real (municipio de Samos, provincia de Lugo), emplazada entre las poblaciones de San Cristovo do Real, al noreste y Renche, al oeste, en el ramal de Triacastela a Sarria por Samos.

El estado actual del pazo (cuya función es la de albergue de peregrinos dependiente de la Xunta de Galicia) es el resultado de las distintas obras de reforma, ampliación y rehabilitación a las que se ha visto sometido. Presente en el territorio desde la Edad Media, ha acogido las diferentes intervenciones, ya que de su pasado castrense conserva la dos torres y de la Edad Moderna, las dependencias residenciales que se adosan a la torre, junto a la capilla dedicada a San Blas.

Explanada de acceso a la entrada principal del pazo.

Ante la fachada principal del pazo se abre una amplia explanada a modo de plaza en torno a la cual se creó un pequeño caserío que, según Vázquez Seijas, lo constituían las viviendas de los caseros, con sus graneros, heniles, cuadras y demás construcciones de servicio propias de una casona hidalga, cuyas rentas procedían mayormente de las explotaciones agrícolas y ganaderas de su propiedad.

El mismo autor también afirma que en el lugar se acogían los peregrinos y añade que la casa de Lusío fue de por sí una alberguería particular donde eran siempre bien recibidos los caminantes que hallaban no solo alojamiento, sino también comida en una de las casas inmediatas a la entrada. Cuando eran caballeros o eclesiásticos tenían asiento en la mesa del señor.

Explanada de acceso a la entrada principal del pazo.

 

Planta del pazo.

(José Antonio Franco Taboada, Santiago Tarrío Carrodeguas (dirs.), A arquitectura do Camiño de Santiago: descrición gráfica do Camiño Francés en Galicia, Santiago [de Compostela], Xunta de Galicia, A Coruña, Universidade da Coruña, D.L. 2000).

 

 

Emplazada en el extremo noreste del conjunto se encuentra la capilla de San Blas, que constituye el frente meridional de la plaza exterior que se extiende ante la entrada. La capilla constituye un cuerpo de planta rectangular anexo al pazo; se cubre con tejado de losa a dos aguas, que se apoya sobre un armazón de madera con dos vigas tirantes. En los muros laterales se abren cuatro pequeñas ventanas aspilleradas que presentan acusado derrame interior. En la fachada de la capilla que mira a la plaza hay otra ventana más amplia que se encuentra centrada sobre la entrada principal. La entrada tiene una puerta adintelada y a los lados se abren dos grandes vanos cuadrangulares provistos de barrotes torneados de madera.

Portalón principal del pazo, torre del lado este y cuerpo anexo de la capilla de San Blas.

Dentro de la capilla y sobre la entrada principal, se eleva una tribuna alta que tiene acceso restringido a través de una puerta lateral con arco de medio punto; esta otra puerta da paso a un corredor alto que comunica con la zona residencial del pazo. El corredor se apoya sobre arquerías ciegas y tiene arriba tres ventanales con otros tantos arcos de medio punto.

Hoy en día la capilla permanece vacía; mientras estuvo abierta al culto fueron los mojes de Samos quienes se encargaron de asistirla. Tuvo un retablo de estilo barroco del siglo XVIII realizado en madera policromada; estaba apoyado sobre el altar mayor que, a su vez, sobresalía de un banco de fábrica adosado al muro de la cabecera. El retablo se componía de dos cuerpos superpuestos, divididos en tres calles provistas de hornacinas que albergaban tallas en madera representando a la Purísima Concepción y a determinados santos, entre ellos el patrón titular san Blas, que presidía el retablo; cabría destacar, además, una imagen de Santiago vestido de peregrino con bordón, escarcela, túnica y chambergo con la concha en el ala levantada. Todo el conjunto estaba coronado por un frontón partido y ornado con volutas laterales, que flanqueaban un escudo con las armas de los señores de la casa.

Alzado del frente septentrional del pazo.

(José Antonio Franco Taboada, Santiago Tarrío Carrodeguas (dirs.), A arquitectura do Camiño de Santiago: descrición gráfica do Camiño Francés en Galicia, Santiago [de Compostela], Xunta de Galicia, A Coruña, Universidade da Coruña, D.L. 2000).

Circunda la parte del pazo que da a la plaza un fuerte murallón reforzado por estribos semicirculares en mampostería pizarrosa. En él se abre el portalón de estilo dieciochesco correspondiente a entrada principal, que tiene amplio vano enmarcado con un arco de medio punto; el arco está construido con dovelas de granito, al igual que las jambas sobre las que se sustenta. Encima del arco se abre un balcón adintelado con balaustrada hierro y coronando todo el conjunto se encuentra un sencillo frontón decorado con un pequeño rosetón central, que se eleva sobre la cornisa moldurada y el tejadillo del muro. Esta entrada está flanqueada por dos contrafuertes cilíndricos terminados en pináculos que recuerdan antiguos borges defensivos.

Murallón del lado norte del pazo y torre del extremo noroeste.

Cruzando el umbral del portalón se pasa a un patio interior, que hace las veces de distribuidor dando paso a distintos espacios y dependencias. A la izquierda del portalón arranca una escalera que asciende hasta la primera planta de la torre más antigua de todo el conjunto, que se ubica en el lado este.

Torre del lado este y acceso desde el patio interior.

Esta torre es cuadrangular, conserva la planta baja y dos pisos altos, está construida con mampostería pizarrosa y se cubre con tejado de losa a cuatro aguas, que se prolonga en un voladizo sobre el patio de la entrada. La torre tiene en la planta baja una puerta con arco de medio punto por la que igualmente se accede desde el patio. Este segundo acceso parece ser más reciente y al igual que las restantes puertas y ventanas de la torre, es muy posible que se hiciese cuando ésta había perdido su carácter defensivo, estando ya integrada en el conjunto residencial; únicamente las pequeñas ventanas con arcos conopiales que se abren en el segundo piso, parecen corresponder al final del medioevo o a inicios de la Edad Moderna.

Alzado del frente occidental del pazo.

(José Antonio Franco Taboada, Santiago Tarrío Carrodeguas (dirs.), A arquitectura do Camiño de Santiago: descrición gráfica do Camiño Francés en Galicia, Santiago [de Compostela], Xunta de Galicia, A Coruña, Universidade da Coruña, D.L. 2000).

En el extremo noroeste se alza otra torre también de planta cuadrada y dos pisos altos. En el interior lo más llamativo son las ventanas de estilo renacentista con los dinteles tallados conformando una sucesión de pequeños arquitos conopiales, que se proyectan en el interior del muro en un juego de molduras; en el hueco de las ventanas se adosan los bancos o “parladoiros”. También el dintel de una de las puertas de acceso está decorado con una serie de modillones labrados en una misma pieza monolítica de granito.

Ventana de la torre oeste de Lusío.

En la fachada que mira a la plaza exterior, la torre tiene un escudo y una inscripción labrados en mármol procedente do Incio. El escudo está orlado por una corona de laurel y aparece dividido en cuatro cuarteles; el primero de ellos contiene las armas de Castilla y León; en el segundo cuartel se representan seis dados y una flor de lis que, según Vázquez Seijas, son emblema de los Braganza; en el tercer cuartel hay cuatro estrellas de ocho puntas rodeadas por ocho veneras en bordura, que son de los Vázquez; y en el último cuartel aparece el león de los Balboa asomando entre ondas marinas y a su lado, un árbol desenraizado. La inscripción que acompaña al escudo reza así:

“ESTA CASA FUNDO LOPE VAZQEZ DE bILAMEIXE: I SV MVGER LIONOR AFONSO DE VALbOA AÑO 1551”.

Escudo e inscripción en la torre noroeste de Lusío.

López Pombo dice que algunas personas de Lusío aún cuentan que hubo en esta torre una rueda de tormento y un pozo en el que dicen que había numerosos restos humanos.

Balconada de madera del lado norte.

Entre las dos torres se desenvuelve el cuerpo principal de la casa, que tiene planta baja y un piso alto; en la fachada que mira hacia la plaza existe todavía una balconada corrida sobre pilares de mampostería, con balaustres y columnas de madera provistas de zapatas molduradas que sostienen la armadura de la cubierta.

Parte trasera del pazo, en la que destaca la chimenea de la cocina.

Antes de la última reforma que se hizo, había en la planta alta de la casa salas de importancia, alguna decorada con frescos; también había un salón que hacía de despacho y biblioteca. Al parecer en la segunda mitad del siglo XVIII, la biblioteca llegó a tener inventariados unos trescientos volúmenes, algunos encuadernados en pergamino.

Alzado del frente meridional del pazo, antes de que se efectuasen las últimas reformas.

(José Antonio Franco Taboada, Santiago Tarrío Carrodeguas (dirs.), A arquitectura do Camiño de Santiago: descrición gráfica do Camiño Francés en Galicia, Santiago [de Compostela], Xunta de Galicia, A Coruña, Universidade da Coruña, D.L. 2000).

En la planta baja de la casa, una serie de arcos de medio punto y portalones daban acceso a varias dependencias de servicio como eran las cuadras y las caballerizas. En estas dependencias llama la atención la chimenea de la cocina, con amplia cúpula sostenida por pechinas y salida de humo a distintos niveles; exteriormente la chimenea tiene forma cónica y está coronada por un pináculo.

Cuerpo anexo del ala sudoeste del pazo.

Historia

Según López Pombo, varios documentos, (entre ellos la división de la herencia de Manuel Vázquez Queipo de 1852), se refieren a la casa principal de Lusío y a otro edificio más antiguo que llamaban “pazo vello”, que tenía “una caseta en el corral que estaba destinada a fragua con su pajar, de un ferrado de superficie”.

El vínculo y patronato del Lusío lo estableció Pedro Vázquez por escritura de 28 de mayo de 1544; su sucesor Lope Vázquez de Vilamexe y su esposa doña Leonor Alfonso de Balboa reedificaron la casa en 1551, tal como reza en la inscripción que se halla junto al escudo de la torre oeste. Tras Lope Vázquez de Vilameixe, fue dueño de la casa Alonso Vázquez de Quiroga, apellido que hubo de conservarse en toda sucesión por exigirlo el vínculo de la casa.

A finales del siglo XVIII Antonio María Vázquez de Quiroga, a la sazón señor de Lusío, se casó con María Queipo de Llano, hija del conde de Toreno. Fueron hijos de este matrimonio Manuel María Vázquez Queipo de Llano, conde de Torrenovaes de Quiroga y vizconde de Espasantes y Vicente Vázquez Queipo, destacado físico y matemático autor de las Tablas de Logaritmos que llevan su nombre; este último nació en Lusío en el año 1804, fue procurador fiscal en la isla de Cuba y en 1846 obtuvo acta de diputado, siendo promovido a la subsecretaría de gobernación. Su hijo Antonio fue insigne economista y político cubano.

La última propietaria de la casa de Lusío fue María del Rosario de la Barrera Vázquez-Queipo, nieta de Manuel María. Poco después de su muerte, acaecida en el año 1939, la propiedad pasó finalmente por testamento a manos del monasterio de Samos.

El edificio fue abandonado y se mantuvo en estado ruinoso durante las últimas décadas del siglo XX. En el año 2006 el prior de Samos firmó un convenio con la Xunta de Galicia; de acuerdo con dicho convenio, la abadía cedió a la Sociedad Anónima de Xestión do Plan Xacobeo el derecho real de uso sobre el inmueble, con sus edificaciones subalternas y la finca principal, por un período de 55 años, tras lo cual la Sociedad promovió un concurso de rehabilitación de la casa para su uso como albergue de peregrinos, proyectándose además dos espacios museísticos, uno dedicado al matemático Vázquez Queipo y el otro de carácter etnográfico.

Fuentes y bibliografía

ABEL VILELA, Adolfo de, “Castillos de Galicia”, en Javier Bernad Remón (coord..), Castillos de España, vol. 3 (Cataluña, Comunidad Valenciana, Extremadura, Galicia, La Rioja, Madrid, Murcia, Navarra, País Vasco), León, Everest, 1997, pp. 1625-1700.

ARIAS CUENLLAS, Maximino, Historia del monasterio de San Julián de Samos, Samos, Monasterio de San Julián de Samos, 1992.

FRANCO TABOADA, Juan Manuel et al., “Tramo IV: Triacastela-Sarria por Samos”, en José Antonio Franco Taboada, Santiago Tarrío Carrodeguas (dirs.), A arquitectura do Camiño de Santiago: descrición gráfica do Camiño Francés en Galicia, Santiago [de Compostela], Xunta de Galicia, A Coruña, Universidade da Coruña, D.L. 2000, pp. 65-98.

INSTITUTO GEOGRÁFICO NACIONAL, Mapa topográfico nacional, escala 1:25.000. Hoja 124-IV (2001).

LÓPEZ POMBO, Luis, “Genealogía de la casa de Lusío en San Cristóbal do Real (Samos)”, GaliciaDigital (18 de febrero de 2004) [en línea], disponible en https://www.galiciadigital.com/opinion/opinion.422.php. [Consulta 13/12/2017].

LÓPEZ VILLARABID, Víctor, Sarria, capitalidad del “camino francés” por tierras lucenses, Madrid, Everest, 1984.

LOSADA DÍAZ, Amando, SEIJAS VÁZQUEZ, Eduardo, Guía del Camino Francés en la provincia de Lugo, Madrid, Gráficas Cóndor, 1966.

PORTILLA COSTA, Pedro de la, LÓPEZ VILLARABID, Víctor, Samos y su concello, León, Everest, D.L. 1990.

RIELO CARBALLO, Nicanor, voz “Real, San Cristobo de”, en Ramón Otero Pedrayo (dir.), Gran Enciclopedia Gallega, t. 26 (Puga – Riña), Santiago de Compostela, Gijón, Silverio Cañada, 1974, p. 91.

TRAPERO PARDO, José, “Y a través de las tierras luguesas: el Camino de Santiago”, Lucus, 20 (1965), pp. 11-14.

VALIÑA SAMPEDRO, Elías, voz “Meixide. Palas do Rei”, en Elías Valiña Sampedro et al., Inventario artístico de Lugo y su provincia, t. 4 (Lugo – Ove), Madrid, Ministerio de Cultura, 1980, pp. 129-131.

VÁZQUEZ SEIJAS, Manuel, Fortalezas de Lugo y su provincia: notas arqueológicas, históricas y genealógicas, t. 3, Lugo, Tip. “La Voz de la Verdad”, 1962.

YEBRA DE ARES, Antonio Benito, Pazos y Señoríos de la Provincia de Lugo, vol. 1, Lugo, Diputación Provincial de Lugo, D.L. 2000.