LEBOREIRO, iglesia parroquial de Santa María do

En el centro de la población do Leboreiro (ayuntamiento de Melide, provincia da Coruña), se levanta la iglesia parroquial de Santa María, ubicada en la orilla septentrional del Camino Francés, junto al antiguo hospital de peregrinos.

La fábrica de la iglesia es obra románica, con algunos elementos góticos, que puede datarse entre finales del siglo XIII y comienzos del siglo XIV, aunque sufrió reformas posteriores. El edificio está emplazado dentro de un recinto murado que acoge el atrio y el cementerio parroquial, cuyo acceso se enmarca entre pináculos barrocos apoyados sobre el muro al que se anclan sendas verjas.

Se trata de un templo de planta rectangular con cabecera semicircular adosada al muro este y sacristía anexa en el muro norte, también de planta rectangular. Está construida en piedra granítica y su fachada se resuelve en un solo lienzo determinado por el eje vertical que une todos sus elementos. Este comienza con la portada de acceso que está formada por un arco apuntado que descarga sobre mochetas talladas que descargan en pilastras lisas adosadas. La segunda vuelta está determinada por un arco, también apuntado, pero decorado con baquetones gruesos que descarga sobre la imposta moldurada que, a su vez, lo hace en un par de columnas de fustes lisos, basas áticas y capiteles ornamentados.  Rodea al conjunto una chambrana con decoración de diente de perro.

Iglesia de Santa María de Leboreiro.

En la misma fachada, sobre la portada principal de la iglesia, se abre una pequeña ventana cuadrangular abocinada. Este eje vertical lo finaliza la espadaña que se eleva sobre la línea de cubierta en un solo cuerpo horadado por un arco de medio punto con una campana. Está rematada por un frontón semicircular, también horadado, flanqueado y coronado por pináculos de piedra.

Alzado de la fachada posterior (izquierda) y de la fachada anterior (derecha). (José Antonio Franco Taboada, Santiago Tarrío Carrodeguas (dirs.), A arquitectura do Camiño de Santiago: descrición gráfica do Camiño Francés en Galicia, Santiago [de Compostela], Xunta de Galicia, A Coruña, Universidade da Coruña, D.L. 2000).

El tímpano de la portada se apoya sobre dos mochetas talladas con las imágenes de los ángeles portando filacterias. El propio espacio del tímpano cuenta con un relieve de la Virgen María sedente, que porta en brazos al niño Jesús, de pie, y las Sagradas Escrituras en la mano. El manto que la cubre envuelve a ambas figuras y, en una alternancia en la dirección de sus pliegues, aporta cierto movimiento al conjunto. Flanquean la imagen de la Virgen dos ángeles con incensarios.

Tímpano en la fachada principal.

Los muros laterales son de la misma fábrica que la fachada. El norte cuenta con un acceso secundario, se trata de un vano en cuyo tímpano se talla una cruz potenzada, este se apoya sobre mochetas lisas. Además, cuenta con un pequeño vano en la parte alta del muro para la iluminación interior. El encuentro entre la cubierta y los muros laterales se resuelve con una cornisa apoyada sobre canecillos lisos en ambos lados de la fachada.

Alzado del muro sur de la iglesia (izquierda) y alzado del muro sur de la iglesia (derecha). (José Antonio Franco Taboada, Santiago Tarrío Carrodeguas (dirs.), A arquitectura do Camiño de Santiago: descrición gráfica do Camiño Francés en Galicia, Santiago [de Compostela], Xunta de Galicia, A Coruña, Universidade da Coruña, D.L. 2000).

La sacristía, ubicada en el muro norte desde el año 1886, cuenta con un acceso adintelado propio con dos vanos para iluminar la estancia en el muro este, así como otra puerta más por la que se accede a la nave de la iglesia; esta puerta tiene doble arco de descarga y vano adintelado. Todo el edificio se cubre con teja con una estructura a dos aguas en la nave, a un agua en la sacristía y poligonal en la cabecera.

Acceso secundario al templo en el muro norte.

La cabecera está formada por dos partes, un primer tramo recto al que le sigue un segundo semicircular. De menores dimensiones en altura y planta que la nave, la cabecera se presenta en sillares irregulares de granito que rematan en una cornisa en su encuentro con la cubierta. Cuenta con una ventana aspillera en el centro del lado curvilíneo y está rodeada de ménsulas con diferentes tallas.

Cabecera de la iglesia.

Como adelantamos, la iglesia consta de una nave principal de planta rectangular a la que se adosa en el siglo XIX la sacristía y cuenta con una cabecera de dos tramos en la fachada este. A los pies de la iglesia cuenta con coro alto de madera, cuyo acceso se realiza a través de escaleras cuyo primer tramo está labrado en piedra para ser los peldaños siguientes de madera, dispuestas en lado del Evangelio. En el lado opuesta, se recuenta una pila de agua bendita tallada en un solo bloque de granito sostenida por un pie cilíndrico.

Planta. (José Antonio Franco Taboada, Santiago Tarrío Carrodeguas (dirs.), A arquitectura do Camiño de Santiago: descrición gráfica do Camiño Francés en Galicia, Santiago [de Compostela], Xunta de Galicia, A Coruña, Universidade da Coruña, D.L. 2000).

En pared del lado sur de la nave, la correspondiente al Evangelio, nos encontramos con un conjunto enmarcado por un rico friso con decoración de roleos enlazados, pintados a la grisalla sobre fondo rojo que en la parte inferior presenta un zócalo decorado con prismas en perspectiva en tonos blanco, gris y negro, tal y como se repite en la iglesia de Santa María de Melide. El conjunto se divide en tres cuadros. En el primero se representa la escena de la flagelación de Cristo. Los soldados que lo azotan visten al gusto de la época en que se realizaron las pinturas, con casacas, calzas y trusas. En el segundo cuadro se representan dos mujeres cuyos rostros se han perdido, pero que son reconocidas como las protagonistas de la Visitación. En el tercer, cuadro se representa el martirio de San Sebastián, que aparece entre dos soldados, también vestidos de época- que portan uno el arco y el otro una ballesta.

Interior de la nave. Pies de la nave (izquierda) y vista de la nave hacia la cabecera (derecha).

Sección longitudinal de la iglesia (izquierda) y sección transversal de la iglesia (derecha). (José Antonio Franco Taboada, Santiago Tarrío Carrodeguas (dirs.), A arquitectura do Camiño de Santiago: descrición gráfica do Camiño Francés en Galicia, Santiago [de Compostela], Xunta de Galicia, A Coruña, Universidade da Coruña, D.L. 2000).

En el lado derecho del muro testero de la nave, nos encontramos con los restos de otras pinturas de la misma época y estilo que representan la escena del Calvario, aunque lo único que se reconoce con claridad es el Cristo clavado en la Cruz, mientras que las figuras que debían encontrarse a los pies, apenas se intuyen. En el año 1981, tras las obras de renovación de las cubiertas y eliminación del enlucido de los muros interiores, fue cuando se descubrieron los restos de pinturas murales, fechadas por García Iglesias en el segundo tercio del siglo XVI.

Detalle de las pinturas murales de la iglesia de Santa María do Leboreiro.

Nave y cabecera se comunican interiormente a través de un arco triunfal de medio punto apoyado sobre sencillas impostas encastradas en el muro testero de la nave. El arco triunfal fue reedificado en el año 1877 y en las dovelas del extradós cuenta con la talla de varios motivos, tales como una venera, una media luna y una flor de lis.  La cabecera se encuentra elevada sobre una triple plataforma que introduce al presbiterio.  Sabemos que la iglesia tuvo un retablo mayor de estilo barroco fechado en el año 1877, que fue retirado, al igual que otro que estaba colocado en el lado sur de la nave, tapando el panel de las pinturas murales.

La cabecera está compuesta por el tramo recto del presbiterio y por un solo ábside de planta semicircular. Acoge en su interior la capilla mayor, que tiene una mesa de altar realizada recientemente en cantería, sobre la que pende un pequeño crucifijo. Cerca, se ubica un Sagrario:  una sencilla caja de madera policromada y ornada con pan de oro, con la representación del cáliz y la sagrada forma en su puerta.

Cabecera de la iglesia.

La iconografía de la iglesia se reparte por diferentes espacios de esta, dando lugar así a, entre alguna otra, dar cabida a la imagen de la Virgen sedente con el Niño en el regazo. Esta porta el orbe en la mano derecha, mientras que con la otra sostiene a su hijo. El Niño sostiene el Libro Sagrado en la mano izquierda y mantiene la derecha en actitud de bendecir. La imagen es de madera policromada, con repintes. Por la forma de los pliegues y la figuración, parece ser obra gótica del siglo XIV. Además de San Antonio, la Virgen de la Inmaculada Concepción y la Virgen del Rosario.

Virgen con el Niño en brazos (izquierda superior), Virgen del Rosario (derecha superior), Virgen de la Inmaculada Concepción (izquierda inferior) y San Antonio (derecha inferior).

Dice la leyenda que de la fuente que había cerca de la iglesia, denominada «Fonte das Neves», salía por el día un olor suave y que, por la noche, brillaba en ella una luz que llamaba la atención de los vecinos. Cavaron en el sitio para encontrar la causa y al poco encontraron una imagen de la Virgen, que llevaron a la iglesia y pusieron en el altar mayor. Al día siguiente la Virgen había vuelto misteriosamente al pie de la fuente, de donde la recogieron y llevaron de nuevo al interior del templo. Pero la Virgen huyó una y otra vez, hasta que se labró su imagen en la portada de iglesia. Entonces se sosegó, quedándose para siempre en el altar.
En las inmediaciones de la iglesia, en la plaza que la precede, se ubica un crucero elevado sobre una doble plataforma octogonal de donde emerge el fuste con acanaladura en parte perdido debido a la erosión y capitel con hojas de acanto, también con la talla desdibujada. Está rematado con una cruz latina sin tallas.

Crucero en las inmediaciones de la iglesia.

Historia

En el siglo XII O Leboreiro aparece en el Codex Calixtinus como una de las villas del Camino Francés, con el nombre de campus Leuurarius.

En el año 1185 nos consta que el Burgo de campo Leporario con su coto fue donado por Fernando II al monasterio de Sobrado; la demarcación del coto comprendía dentro sus términos, no solo el territorio de la actual feligresía do Leboreiro, sino también de gran parte de las parroquias aledañas. La susodicha donación fue confirmada por Alfonso IX, en los años 1189 y 1226 y también por privilegio papal, en tiempos de este último rey.

Entre finales del siglo XIII y comienzos del siglo XIV puede datarse gran parte de la fábrica del templo parroquial de Santa María, que es obra románica de transición al gótico, con algunas reformas posteriores.

Cuando menos en la Edad Moderna Santa María do Leboreiro estuvo integrada en el arcedianato de Abeancos, obispado de Lugo. Así en la visita que Vázquez de Gayo, arcediano de Abeancos, hizo a esta feligresía en 1561 halló que el clérigo beneficiado, Jorge Varela, llevaba la mitad de la con cura y la otra mitad la llevaban los herederos de Fernando López y que la presentación era del abad de San Martíño.

En el Catastro de la Ensenada (1753) consta que los diezmos de lo que se producía en la parroquia junto con la oblata pertenecían por entero al cura párroco.

En 1847 Pascual Madoz dice que la iglesia era única y el curato de entrada y patronato lego.

Fuentes y bibliografía

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