VEDRO, parroquia de San Martiño de

Feligresía del Camino Francés en el municipio de Portomarín, provincia de Lugo. Está situada entre las parroquias de San Xulián de Caborrecelle, al noroeste, San Martiño de León, al noreste, Santa María de Cortapezas, al sudeste y San Mamede de Belaz y Santa María de Gonzar, al sur. Comprende cinco entidades de población, ninguna jacobea: Caldelas, Castrolázaro, San Martiño, Vedro y Vilaproi.

Los arroyos que atraviesan el término, de fuerte poder incisivo, afluyen unos al río Miño, otros al río Ferreira, afluente de aquél; en este último desagua el Rego da Fiúnca, principal cauce del término. La cota de máxima altitud se registra en el Castro de San Martiño, de 487 metros.

Tenía censados noventa habitantes en 2019. La mitad sus vecinos están empleados en las actividades agrarias.

Historia

San Martiño de Vedro fue durante el Antiguo Régimen de la Encomienda de Portomarín, perteneciente a la Orden de San Juan de Jerusalén, Rodas y Malta.

Así, en el Catastro de Ensenada (1753) figura que esta feligresía era jurisdicción de la encomienda de San Juan de Portomarín, provincia de Lugo y señorío perteneciente al comendador, quien proveía de juez y escribano de número, percibiendo el derecho de luctuosa, que era una cabeza de ganado mayor por cada cabo de casa que moría, lo que ascendía a 100 reales de vellón al año. Dos terceras partes del diezmo de los frutos que se cobraban en el término los percibía el comendador y el tercio restante el cura párroco, que además cobraba el derecho de ofrenda de cada mujer casada a un real y 14 maravedís, que sumaban 25 reales y 25 maravedís al año. Entre todos los vecinos pagaban 24 ferrados de centeno anuales a la fábrica de la iglesia parroquial por el derecho de primicia y, por razón del “voto al Apóstol”, cada uno de ellos pagaba medio ferrado de centeno al deán de la Iglesia de Lugo, en virtud de cesión del cabildo de Santiago. En total estaban censados 30 vecinos, todos labradores excepto el cura párroco y un herrero. Las casas habitables eran 30 y sin que existiese el término taberna, mesón u hospital alguno. Había 23 colmenas en esta parroquia.

En la relación de los beneficios parroquiales contenida en el libro titulado Razón Universal de todas las piezas eclesiásticas de este obispado de Lugo. Año 1755 que se guarda en el Archivo Diocesano, figura en el arciprestazgo de Ferreira-Ferreirúa, la parroquia de “San Martín de Bedro”, con las de Santa María de Cortapezas y San Martín de León, de presentación in solidum de la encomienda sanjuanista de San Juan de Portomarín. Contribuía con 800 reales.

En 1826 Sebastián Miñano anotó en su Diccionario que la feligresía de “Bedro”, en la provincia y obispado de Lugo, era de la jurisdicción y encomienda de San Juan de Portomarín. Tenía por entonces 22 vecinos y 120 habitantes que se repartían en las aldeas de “Castro, Lazaro, Villapras, Bao y San Martiño”. Contribuía con 734 reales y 27 maravedís.

Poco después, la aplicación de las leyes de la desamortización supuso la supresión efectiva de los señoríos y con ello, el fin definitivo del poder temporal de los comendadores y la extinción de los antiguos dominios de la Orden de San Juan, cuyos bienes acabaron por ser enajenados, saliendo a subasta pública. También se previó el cese de todas las jurisdicciones privilegiadas y exentas, cuyos territorios se habrían de incorporar a las respectivas diócesis.

De este modo, en 1847 anota Pascual Madoz que esta feligresía pertenecía ya a la diócesis de Lugo, partido judicial de Chantada y ayuntamiento de Portomarín. Reunía una población de 28 vecinos y 146 almas, que habitaban las 30 casas -bastante pobres- de las aldeas de “Bao, Caldelas, Castro-Lázaro, San Martiño o Iglesia y Villaproi”. El curato de la iglesia parroquial era de entrada y de patronato de la encomienda de Portomarín. Se criaba preferentemente ganado vacuno y de cerda y se producía centeno, maíz y algunas legumbres y frutas.

En los años treinta del siglo XX, dice Amor Meilán que la parroquia de “San Martín de Bedro” era de entrada, con los lugares y aldeas de “Bao, Caldelas, Castro Lázaro, San Martín y Villaproy”.

Figura en la Gran Enciclopedia Gallega que en los años setenta de esta última centuria estaban censados en sus términos 199 habitantes.

Fuentes y bibliografía

AMOR MEILÁN, Manuel, Geografía General del Reino de Galicia: provincia de Lugo, Francisco Carreras Candi (dir.), Barcelona, Casa Editorial Alberto Martín, [s.f.].

ARCHIVO GENERAL DE SIMANCAS, Dirección General de Rentas, Primera Remesa, Catastro de Ensenada, Respuestas Generales, Libro 170, fols. 1735r-1745v.

FERNÁNDEZ LÓPEZ, Ángel, Portomarín: anacos da súa historia, [s.l.], [s.n.], D.L. 2013.

GARCÍA CONDE, Antonio, LÓPEZ VALCÁRCEL, Amador, “Episcopologio Lucense (X-1990)”, Liceo Franciscano, 43, 130-132 (1991), pp. 763-764 [Arciprestazgo de Ferreira – Ferreirúa].

INSTITUTO GALEGO DE ESTATÍSTICA, Información estatística por temas [en línea], disponible en http://www.ige.eu/web/index.jsp?idioma=gl [Consulta 19/09/2017].

INSTITUTO GEOGRÁFICO NACIONAL, Mapa topográfico nacional, escala 1:25.000. Hoja 123-II (2001).

INSTITUTO NACIONAL DE ESTADÍSTICA, Nomenclátor: población del padrón continuo por unidad poblacional [en línea], disponible en http://www.ine.es/nomen2/index.do [Consulta 30/01/2020].

MADOZ, Pascual, voz “Bedro (San Martín de)”, en Diccionario geográfico-estadístico-histórico de España y sus posesiones de Ultramar, t. 4 [Barcella – Buzoca], Madrid, Establecimiento literario-tipográfico de P. Madoz y L. Sagasti, 1846, p. 108.

MIÑANO, Sebastián, voz “Bedro”, en Diccionario geográfico-estadístico de España y Portugal, vol. 2 [Barqueros – Castro de Caldelas], Madrid, Imprenta de Pierart-Peralta, 1826, pp. 35-36.

VOZ “Vedro, San Martiño de”, en Ramón Otero Pedrayo (dir.), Gran Enciclopedia Gallega, t. 30 (Vea – Zurita), Santiago de Compostela, Gijón, Silverio Cañada, 1974, p. 3.