MEIXIDE, iglesia parroquial de San Pedro de

La Iglesia parroquial de San Pedro de Meixide se encuentra en el municipio de Palas de Rei, provincia de Lugo, a unos quinientos metros al norte del lugar da Ponte Campaña, por donde transcurre el itinerario jacobeo.

La iglesia se encuentra en una parcela compartiendo espacio, además de con el atrio que la preside, con el cementerio parroquial que se desarrolla casi a lo largo de la totalidad de su perímetro. El estado actual del templo revela las intervenciones a las que se ha visto sometido, conservando todavía parte de su fábrica románica datada en el siglo XII.

Se trata de tres volúmenes formados en primer lugar por la nave de planta basilical, el ábside cuadrado (que sobresale notoriamente sobre la línea de cubierta del anterior) y un tercer cuerpo anexo que hace las funciones de sacristía y que mantiene la altura de la nave. Es presumible que estos dos últimos formen parte de las intervenciones posteriores al encontrarse recebados y pintados sus muros, en contraste con la nave principal construida con sillería de granito.

Vista de la iglesia y su entorno.

La fachada principal, orientada al oeste, consta de un único lienzo y un definido eje vertical formado por tres elementos: la puerta de acceso enmarcada en un arco de medio punto ligeramente peraltado sostenido por columnas embebidas en el muro y una moldurada línea de imposta que aporta cierta ornamentación al conjunto; un arco de idénticas características que horada el muro en el registro superior y sirve como entrada de luz al interior al usarse este a modo de vidriera; y, por último, una torre de campanario que eleva el edificio en la vertical. Es un cuerpo prismático horadado en todas sus caras por arcos de medio punto, rematando todas sus caras en frontones triangulares, lo que le aporta un perfil singular. Está rematado por un cuerpo piramidal coronado por una cruz de piedra. Debido al material empleado, cemento, se trata de un elemento añadido de nueva construcción.

Fachada principal de la iglesia.

En el muro sur de la nave se conserva una portada de origen románico enmarcada entre dos ménsulas, lo que permite especular sobre la posible existencia en origen de un pórtico que la cubriese, hoy desaparecido. El primer arco cuenta con un tímpano liso que apoya sobre sendas mochetas talladas (aunque en la actualidad se ha perdido el detalle) que, a su vez, descargan sobre pilares adosados al muro. Lo rodean dos arquivoltas con arcos de medio punto cuyas aristas están marcadas con voluptuosos boceles. Cada uno de los arcos descarga sobre capiteles corintios, sobre columnas adosadas de sección circular sobre sencilla basa, lo que da forma a tres columnas (habiéndose perdido una de ellas). Enmarcando a las arquivoltas emerge una chambrana con decoración de ajedrezado que remata en la línea de imposta corrida que conecta con los capiteles y se extiende en horizontal sobre la fachada, con la talla de la ornamentación perdida en gran parte. El encuentro entre la cubierta y el muro se resuelve con unos canecillos ahora casi lisos que sostienen el pequeño voladizo.

Portada románica del siglo XII que sirve de acceso desde el muro sur.

Detalle de los capiteles en la portada románica del siglo XII en el muro sur de la nave.

Además de la portada, en el muro sur se sabre un vano rectangular de nueva factura que ilumina la parte superior del primer tramo de la iglesia.Y es que en esta iglesia se da cierta singularidad en los vanos para la iluminación interior, encontrando en ellos algunos restos de la historia, como la ventana —presumiblemente románica— que sirve como modelo de otras que pudieron haber existido en la fábrica original y que está formada por un arco de medio punto rebajado enmarcado entre columnillas sencillas coronadas por unas molduras curvilíneas acabadas en roleos en sus extremos que forman una suerte de frontón casi triangular o aguzado. Además, debemos contar con los vanos de nueva construcción, como las vidrieras con enrejado interior.

Detalle de los vanos de ventana presentes en el templo.

El ábside, de mayor altura que la nave, se construyó en el año en el año 1905, al igual que el volumen correspondiente a la sacristía, y en ella se disponen vanos para iluminación de dimensiones importantes a sendos lados, al igual que la sacristía que, además de ventanas, cuenta con un acceso independiente desde el exterior. La edificación se cubre con teja a dos aguas en la nave, a cuatro en el cuerpo del ábside y a tres aguas en la sacristía.

En el interior, la nave principal cuenta con coro alto a los pies, espacio donde se ubican dos pilas bautismales monolíticas de gran tamaño que están apoyadas sobre fragmentos de antiguas columnas, distinguiéndose dos capiteles superpuestos de estilo románico ornamentados con formas esféricas.  y el presbiterio elevado sobre la línea de cota del suelo de la nave. El paso entre ambos espacios se transita a través de un arco triunfal de medio punto de amplia luz, aunque sobrio en su traza, destacando en él el respeto por el material granítico. La nave principal está cubierta con entramado de madera, mientras que el ábside con bóveda de madera. En el lado del Evangelio se libera el muro con un arco de medio punto ciego.

Nave de la iglesia (izquierda) y detalle de una de las pilas bautismales (derecha).

Es el retablo central, el que preside el presbiterio, el que se cuenta con una mayor ornamentación comenzando por su propia estructura y por la policromía utilizada. La paleta se amplía hacia tonos vibrantes para adaptarse a una arquitectura de tipo neoclásico que se pone al servicio de la tendencia a imitar a través del color materiales nobles como el mármol o el oro o acabados como el estuco. La geometrización de las partes enmarcadas en dorados como el banco y el sotabanco dan paso a un piso con tres calles verticales separados por guardapolvos y entrecalles formados por columnas toscanas. Estas generan espacios para albergar las esculturas. En el espacio central, que se adelanta con respecto a los laterales, se encuentra la Virgen del Carmen acompañada a su derecha por San Roque y, en el lado contrario, por San Antonio. Un entablamento separa este piso del ático en cuyo espacio central se ubica San Ramón Nonato. Flanqueando el retablo y sobre unas peanas están colocada las tallas de San Marcos y San Pedro.

Presbiterio y retablo mayor.

En las inmediaciones de la iglesia se ubica un cruceiro de tipo crucifijo en cuyo anverso de la cruz cuenta con la imagen de Cristo Crucificado mientras en el reverso se encuentra la Virgen orante.

Cruceiro en Meixide.

Detalle de los relieves en el anverso (izquierda) y reverso (derecha) de la cruz.

Historia

En el mismo lugar que hoy ocupa el templo actual de San Pedro de Meixide, se encontraba la iglesia pre-románica de San Salvador de Meroseti (Monsenti o Meusiti para otros), que se cita en un documento del 30 de septiembre del 1182, por el que el obispo de Lugo Rodrigo II concedió dicha iglesia a Urraca Alonso, quien se comprometió a construir en tres años una nueva basílica cuyo ábside y portada había de ser de sillares bien dispuestos, mientras que las demás paredes podían ser edificadas con mampuestos. Junto a la iglesia construiría, además, una casa donde se pudiera hospedar el obispo. Tendría todo ello durante su vida y a su muerte debería pasar todo a la Iglesia de Lugo.

En otro documento del año 1192, doña Aldara Velasqui concedió a los canónigos de Lugo una heredad que había comprado bajo el aula de San Salvador de Meusiti, cerca del río Ulloa. Otra referencia ligeramente posterior viene dada en la transcripción del Memorial de aniversarios de la Catedral de Lugo, donde se menciona Sancto Salvatore de Monsiti.

La feligresía aparece con el nombre de Meixide en 1471, momento en que el cabildo de Lugo aforó un casal y lugar llamado “da Villa que esta çerca de Ponte a Canpaya, sub signo de San […] de Meyxide”.

En 1478, Sancho Bugueirete reconocía que había tenido de modo ilícito y sin derecho ciertos foros en los cotos de Orosa y de “Don Salvador de Meixide” con la iglesia de éste, todo lo cual pertenecía a la mesa obispal.

El 20 de noviembre de 1512 hizo testamento Elvira Sánchez Noguerol en su “casa de morada del pazo de San Pedro de Meixide“, mandándose enterrar dentro de la iglesia de San Pedro de Meixide.

En 1518, el obispo de Lugo otorgó a favor de don Jorge Varela, “el Mozo”, el foro de los bienes del coto de San Salvador de Meixide con la iglesia de San Pedro y otros bienes.

En 1752, se dice en el Catastro del Marqués de la Ensenada que cada vecino labrador pagaba de primicia a la fábrica de la iglesia de San Pedro de Meixide un ferrado de centeno, que importaban cada año 28 ferrados.

En la relación de los beneficios parroquiales contenida en el libro titulado Razón Universal de todas las piezas eclesiásticas de este obispado de Lugo. Año 1755, que se guarda en el Archivo Diocesano, figura en el arciprestazgo de Ulloa-Repostería, “San Pedro de Meijide”, con “San Bartolomé de “Hérmora”, “San Andrés de Orosa” y “San Cipriano de Repostería”. Era patronato de la vicaría de la dignidad episcopal de Lugo.

En 1846 Pascual Madoz decía que la iglesia parroquial de “San Pedro de Meijide” tenía por anejo las de “San Andrés de Orosa, “San Bartolomé de Ermora” y “San Ciprián de Repostería”; el curato era de entrada y patronato real y ordinario.

En los años treinta del siglo XX, anotaba Amor Meilán que la parroquia de “San Pedro de Meijide” que era de ascenso, teniendo por anejas las feligresías de “San Julián del Camino” y “San Sebastián del Carballal”.

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