La iglesia se alza a unos 350 metros al sur del Camino Francés, en el municipio de Paradela, provincia de Lugo, entre las entidades de Vilachá, al este y Fonte da Agra, al noroeste. El edificio del templo medieval de San Xoán de Loio quedó sumergido bajo las aguas del embalse de Belesar, construido en la década de los 60 del siglo XX, es por ello que se construyó una nueva iglesia en cotas de nivel más altas.
El actual templo se levanta al borde de la carretera C-535 de Portomarín a Sarria y junto a ella se encuentra el cementerio parroquial. El edificio está construido con muros de piedra enlucidos en los laterales, manteniéndose la fábrica de esquistos en la fachada principal. Esta se resuelve mediante un vano de arco de medio punto que da acceso al interior, seguido de un vano de rectangular para la iluminación del interior de la nave. En su encuentro con la cubierta, la fachada mantiene la parte central recta (antes se ubicaba aquí la espadaña, derribada por un rayo, espacio que ahora ocupa una veleta de hierro forjado), mientras los laterales se curvan.
Las naves laterales cuentan con un zócalo de piedra mientras los muros están enlucidos. Cada uno de los muros laterales cuenta con tres vanos don derrame interior de forma rectangular a través de los que se filtra la luz hacia el interior del templo.
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| Iglesia parroquial de San Xoán de Loio. |
La nave se comunica con la cabecera por medio de un arco triunfal de medio punto, que arranca de dos impostas que se prolongan a lo ancho del muro. El cuerpo de la cabecera es de planta cuadrangular y presenta una bóveda apuntada que arranca de una cornisa que recorre el perímetro interior del presbiterio.
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| Interior de la nave. |
La nave se comunica con la cabecera por medio de un arco triunfal de medio punto, que arranca de dos impostas que se prolongan a lo ancho del muro. El cuerpo de la cabecera es de planta cuadrangular y se cubre con tejado de pizarra a tres aguas; interiormente presenta una bóveda apuntada que arranca de una cornisa que recorre el perímetro interior del presbiterio.
Arrimada al testero de la cabecera se encuentra la mesa del altar mayor, que tiene encima un retablo de estilo neoclásico traído de la antigua iglesia. El retablo es de madera policromada que imita los veteados del mármol y consta de un cuerpo principal y entablamento. En el centro y flanqueado por dos pares de columnas de orden compuesto, está colocado el Sagrario y, sobre él, una sola hornacina con arco de medio punto que acoge una imagen reciente de la Virgen del Pilar con el Niño en brazos. El entablamento se adorna con dos pináculos laterales que flanquean una orla de haces de luz con el Sagrado Corazón en el centro.
A los lados del Sagrario, sobre el tablero de la mesa, se encuentran dos tallas de madera de cierta antigüedad que representan a San Antonio con el Niño en brazos y a San Sebastián. Sobre dos peanas colocadas en el muro testero reposan las imágenes de san Andrés (a la derecha del retablo) y san Juan Bautista (en el lado izquierdo).
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| Retablo mayor. |
La iglesia guarda una cruz procesional bañada en plata, con sus correspondientes candeleros. En la sacristía se conserva la campana de bronce que cayó de la espadaña y que, al igual que el retablo, procede del antiguo templo parroquial.Historia
Gracias a la documentación del monasterio de Ferreira de Pallares (Guntín, Lugo) sabemos que en 1230 era prelado de San Xoán de Loio Fernando Pérez y que el presbítero Pedro Iáñez era su capellán. Así mismo consta que en 1281 otro Pedro Iañez era clérigo del mismo lugar.
Por otra parte, en los documentos de la catedral de Lugo se menciona en el año 1321 el casal de Outeiro, que estaba sub aula de San Xoán de Loio y era del arcediano de Abeancos.
En el llamado Tumbo Vermello de don Lope de Mendoza (1399-1445), entre los derechos que el arzobispo de Santiago tenía en Portomarín y en el coto de Loio se dice que en la iglesia de feligresía de “San Juan de Loyo” tenía el arzobispo 5 maravedís y se los negaba Lope Rodríguez de Paradela, que no se los quería pagar.
En el Catastro del Marqués de la Ensenada (1753) consta que por derecho de primicia, entre todos los vecinos pagaban a la fábrica de la iglesia parroquial 15 ferrados de centeno al año y que la mitad de los diezmos de lo que se producía en la parroquia lo percibía el cura párroco.
En la relación de los beneficios parroquiales contenida en el libro titulado Razón Universal de todas las piezas eclesiásticas de este obispado de Lugo. Año 1755, que se guarda en el Archivo Diocesano, figura en el arciprestazgo de Paradela, “San Juan de Loyo”, laical del conde de Amarante. Contribuía con 500 reales.
En 1850 dice Pascual Madoz que la iglesia parroquial de “San Juan de Loyo” era única; el curato de entrada y el patronato lego.
ARCHIVO GENERAL DE SIMANCAS, Dirección General de Rentas, Primera Remesa, Catastro de Ensenada, Respuestas Generales, Libro 178, fol., 8240v.
GARCÍA CONDE, Antonio, LÓPEZ VALCÁRCEL, Amador “Episcopologio Lucense (X-1990)”, Liceo Franciscano, 43, 130-132 (1991), pp. 777-778 [Arciprestazgo de Paradela].
MADOZ, Pascual, voz “Loyo (San Juan de)”, en Diccionario geográfico-estadístico-histórico de España y sus posesiones de Ultramar, t. 10 [La Alcoba – Madrid], Madrid, Imprenta del Diccionario geográfico á cargo de D. José Rojas, 1847, p. 398.
PORTELA SILVA, María José, Documentos da Catedral de Lugo, século XIV, vol. 1, Santiago de Compostela, Consello da Cultura Galega, 2007 (Fontes para a Historia de Galicia, 5).
REY CAÍÑA, José Ángel, Colección diplomática de Ferreira de Pallares, Granada, Universidad de Granada, 1985, tesis doctoral [en línea], disponible en https://digibug.ugr.es/handle/10481/14308?locale-attribute=fr [Consulta 09/07/2020].
RODRÍGUEZ GONZÁLEZ, Ángel, O Tumbo Vermello de don Lope de Mendoza, Santiago de Compostela, Consejo Superior de Investigaciones Científicas, Instituto Padre Sarmiento de Estudios Gallegos, 1995 (Anexos de Cuadernos de Estudios Gallegos, 23).
VALIÑA SAMPEDRO, Elías, voz “Loio. Paradela”, en Elías Valiña Sampedro et al., Inventario artístico de Lugo y su provincia, t. 3 (Facha – Ludrio), Madrid, Ministerio de Cultura, 1980, p. 434.