VILAR DE SARRIA, iglesia parroquial de San Salvador de

Iglesia de la parroquia de San Salvador de Vilar de Sarria, ubicada sobre el Camino Francés en la población de Airexe de Vilar de Sarria, municipio de Sarria, provincia de Lugo. Entre A Ponte Vella de Sarria, al noroeste, y los lugares do Cimo da Agra, al sureste y Vigo de Sarria, al sur.

La iglesia está emplazada sobre una villa y necrópolis de época romana en torno a los siglos III y IV d.C. En la actualidad, el templo se encuentra rodeado por el cementerio parroquial cercado el conjunto —junto al correspondiente atrio— por un muro de mampostería. El estado actual de la iglesia es fruto de una serie de reformas, sobre todo las acontecidas en el siglo XVIII, aunque se conserva buena parte de su fábrica románica (finales del siglo XIII) en la cabecera.

Iglesia de San Salvador de Vilar de Sarria.

Se trata de una iglesia de nave única rectangular con cabecera adosada de dos tramos y sacristía anexa en el muro sur. La fachada norte está enlucida, aunque en algunas partes todavía se pueden ver la mampostería de esquisto, también las partes de sillares en las esquinas, los aristones, que rematan en la línea de cubierta coronados por sendos pináculos que alternan formas cúbicas y bulbosas. La línea de cubierta se remata en fachada mediante unas cornisas curvilíneas rematadas en la parte interior en roleos.

Elevada sobre un zócalo y con apenas un elemento central en el primer registro, la fachada es de una extraordinaria sobriedad contando con tres elementos clave como son la puerta de acceso, enmarcada en un arco de medio punto con arista interior en bocel y línea de imposta moldurada, que descargan sobre columnas adosadas al muro formadas por tambores de granito de sección circular que llegan al suelo. Deja en medio un tímpano ciego y un cuerpo adintelado de madera, que es la puerta de acceso.

Se une a este eje vertical que comienza con el acceso, un vano circular en el registro superior y, sobre este, se eleva la espadaña de dos cuerpos con arco de medio punto con campanas que remata sobre un frontón horadado cuya forma está descrita por sinuosas líneas curvas que convergen en su interior en figuras de roleo grandes y en el centro en una plataforma moldurada sobre la que se sitúa un pináculo central, de mayor protagonismo y decoración y dos que lo flanquean. Esta estructura se repite sobre los mencionados roleos.

Fachada principal.

En el exterior, los muros laterales presentan características constructivas similares a las descritas para la fachada, aunque se encuentran zonas que, además de recebadas, han sido pintadas, junto a otras con la piedra vista, diferenciándose así los distintos materiales utilizados.

Cabecera.                                                                                                                  Ventanas saeteras.

La cabecera románica cuenta con dos tramos: el primero recto y el segundo semicircular, siendo este último original. Es de menor altura que la nave y está  dividido entres calles verticales mediante columnas adosadas al muro, formadas por tambores que siguen las hiladas de este con un capitel formado por hojas de acanto. En cada una de estas tres calles se ubica una ventana saetera abocinada que está enmarcada dentro de un arco de medio punto con la rosca en bocel y una chambrana con decoración de billete que llega hasta la línea de imposta, que cuenta con el mismo ornamento. Le suceden sendas columnas adosadas al muro con capiteles de decoración vegetal y basa ática. Las tres saeteras están conectadas por una línea de imposta con decoración de billetes que rodea el ábside.  El encuentro con la cubierta se hace a través de canecillos tallados en bisel que se prolongan bajo la cornisa. Mientras que la nave central se techa con cubierta poligonal de pizarra, la sacristía lo hace con el mismo material a tres aguas y la nave central a dos aguas.

Ábside de doble tramo precedida de arco triunfal de medio punto.

En el interior, la iglesia está dividida en dos partes por un arco triunfal que determina el espacio de la nave rectangular —con coro alto a los pies— y el del ábside, formado por un tramo recto seguido del cuerpo semicircular. El gran arco de medio punto, con amplia luz, está formado por sillares de granito que descansan sobre capiteles con formas vegetales y zoomorfas. rodea a este arco una chambrana de idéntica morfología. Las características formales del arco fajón que da paso al espacio semicircular son idénticas a las descritas, salvo que el arco descarga de forma directa sobre la columna mediando esta unión una sencilla moldura ligeramente saliente.

Los vanos para la iluminación recorren los laterales de la iglesia desde la parte semicircular del ábside a los muros del Evangelio y de la Epístola, todos saeteros, salvo los que corresponden al volumen anexo para la sacristía, de forma convencional.

Capitel del lado derecho del arco triunfal.

Esta iglesia cuenta con tres retablos de madera que concentran el grueso de su repertorio geográfico. presidiendo el ábside se inserta el de mayores dimensiones y profusión decorativa. Se trata de una pieza que cuenta con banco y sotabanco de madera, el último tallado y policromado en cuyo centro se ubica el Sagrario. Querubines, volutas, roleos y sinuosas formas curvilíneas entrelazadas dan forma a las tallas de este espacio, que se convertirán en un patrón en el conjunto.

Retablo mayor.

Se trata de un retablo de tres calles separadas por entrecalles y flanqueadas las exteriores por los guardapolvos. So estos elementos los que dotan de movimiento al conjunto, al adelantarse los centrales consiguiendo así adaptarse a la forma semicircular del ábside, además de generar los volúmenes  ecesarios para ubicar las hornacinas con las correspondientes esculturas. Cada uno de los elementos mencionados se encuentra pletóricamente decorado con querubines, veneras, rocallas, guirnaldas, motivos frutales y vegetales, creando con su polocromía una paleta tonal parda que sirve de fondo a las piezas insertadas en cada una de las peanas. El cuerpo superior del ábside se resuelve con una cúpula de medio cascarón con las nervaturas marcadas, cuyos espacios intermedios, casetones, sirven para ubicar la decoración, alternándose en esta formas circulares enmarcadas con doradas formas curvilíneas con otras en forma de corazón. Está coronada por un ave de grandes dimensiones y alas extentidas que picotea su propio pecho para alimentar a sus crías con la sangre que brota de él.

Los espacios en los que se enmarcan las peanas son de medio punto, siendo el central mayor en altura y luz a los laterales. En este se ubica al Sagrado Coazón de Jesús, flanqueado por San José y el Niño y la Virgen. Solo la talla de san José, de madera policromada, podía corresponder al programa iconográfico original del retablo; las otras dos imágenes son de factura más reciente.

En el muro del Evangelio se encuentra un segundo retablo, también de madera, aunque más sobrio en sus forma y decoraciones. Se eleva sobre un sotabanco tallado, un solo piso con tres calles verticales y un ático. Las calles verticales están marcadas por los guardapolvos y entrecalles formados por columnas de base ática con fuste partido y acanaladuras verticales contrapuestas sobre los que reposan capiteles corintios que sostienen un entablamento también tallado. En el espacio central se ubica una imagen de vestir de la Virgen María; a sus lados, San Ramón y Santa Bárbara.

Retablo barroco de la Virgen María.

El tercer retablo está localizado en el muro opuesto, el correspondiente a la Epístola,  presenta un esquema similar a los anteriores, de forma que tres calles verticales se elevan sobre un banco y sotabanco. Las esculturas se sostienen en peanas entre las calles, sobresaliendo la central con respecto a las laterales. En la primera está ubicada la Virgen del Socorro, mientras en las laterales San Antonio de Padua y San Roque peregrino, respectivamente.Historia

En un documento fechado en 1094 figura que Suero Muñiz donó a la Iglesia de Lugo: in Sarria Sanctum Salvatorem. Por otra parte, en el inventario de bienes de los canónigos de la Iglesia de Lugo, realizado entre los años 1114-1133, se detalla que el mismo Suero Muñiz donó en el territorio de Sarria, junto a illum Pontem, una Uillam -por lo íntegro- con sus adjunciones y sus pobladores y Uillan de Vigo -también por lo íntegro- con sus pobladores y sus derechos. Estas dos poblaciones podrían identificarse con los lugares de Airexe de San Salvador de Vilar de Sarria y Vigo de Vilar de Sarria, situadas en el entorno de la llamada Ponte Vella de Sarria; cabe suponer, también, que lo dicho en el documento del año 1094 se refiera a San Salvador de Vilar de Sarria y no a la iglesia de San Salvador de Sarria de la que sabemos que fue donada por la reina Urraca de Castilla a la sede de Mondoñedo en 1114, no pudiendo pertenecer entonces a Suero Muñiz.

En 1309 nos consta que el obispo y el cabildo lucenses, a cambio de la octava parte de los cotos de San Martiño de Perlinos, San Pedro de Arxemil y San Miguel de Pedrafita, dieron a María Rodríguez y a su marido Alfonso Pérez de Foyam el casal de Ferreiros y el tercio de la iglesia de San Salvador de Vilar de Sarria, esto es: la tercera parte del grano, de los diezmos y de la producción de seara de esa misma iglesia de San Salvador.

Ya en plena Edad Moderna se dice en el Catastro de Ensenada (1753), que los diezmos que se cobraban en el término de la feligresía de Vilar de Sarria los percibía íntegramente el cura párroco. Por razón de primicia también debían dar los vecinos a la fábrica de la iglesia 57 ferrados de centeno anuales.

Poco después, en la relación de los beneficios parroquiales contenida en el libro titulado Razón Universal de todas las piezas eclesiásticas de este obispado de Lugo. Año 1755, que se guarda en el Archivo Diocesano, figura en el arciprestazgo de Sarria la iglesia del Salvador de la villa de Sarria, con “San Martín de “Requeijo” y el Salvador de “Villar de Sarria”. Era del obispo de Lugo in solidum.

En 1850 Pascual Madoz señala de nuevo, que la iglesia de Vilar de Sarria era aneja de San Salvador de Sarria.

Más tarde, en los años treinta del siglo XX, dice Amor Meilán que la iglesia de “San Salvador de Villar de Sarria” era aneja de “Santa Marina de Sarria”. Lo mismo repite Rielo Carballo en los años setenta de esta misma centuria.

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