MEIXIDE, Pazo Mariñao o de San Pedro de

A unos quinientos metros al norte del puente da Ponte Campaña, por donde transcurre el Camino Francés, se encuentra el Pazo de Meixide, también conocido como Pazo Mariñao. Está situado frente a la portada meridional de la iglesia parroquial de San Pedro de Meixide, en el ayuntamiento de Palas de Rei, provincia de Lugo.

Ubicación de la casa rectoral y Pazo de San Pedro de Meixide, al sur de la iglesia parroquial.

El pazo, aunque remodelado, es obra original de comienzos del siglo XVII. Sus muros están construidos con mampuestos de sillarejos trabados con mortero de barro, empleándose sillerías de granito en los vanos, esquinales, escaleras, chimeneas y tejaroz.

Fachada principal del pazo.

El inmueble consta de un cuerpo principal de planta rectangular, con cubierta de teja a cuatro aguas. Dispone de planta baja y un piso alto; el bajo debió destinarse en principio como zona de servicio, recibiendo luz y ventilación a través de pequeños ventanucos aspillerados, siendo mucho más modernas las ventanas que actualmente tiene abiertas. El piso alto albergó la antigua vivienda señorial a la que se accede todavía hoy subiendo por un patín exterior, que se adosa al extremo norte de la fachada principal que mira al naciente. El patín tiene balaustre corrido de canterías macizas; su escalera desemboca en un descansillo alargado, cubierto por un tejadillo volado que se apoya al frente sobre dos columnas de piedra. Las ventanas del piso alto disponían de montantes que hoy aparecen cegados; en el lado sur se conservan dos balcones con soleras molduradas, que se sostienen sobre tres ménsulas con forma de volutas. Sobre la línea del tejado destaca la chimenea de la vivienda, que está adornada con tres pináculos.

Fachada posterior.

Al cuerpo principal del pazo se adosa una construcción de una sola planta, que acogía la antigua cocina con sus dependencias auxiliares. Enfrente a la cocina se encuentran los alpendres que sirvieron para guardar los carros; entre medias se extiende un patio que tiene entrada al norte, a través de un amplio portalón que abre al campo de la iglesia.

El pazo conserva en su fachada principal un escudo, que Vázquez Castro describe así: “presenta las armas de los Arias, Ozores, López de Lemos, Ulloa y en escusón, las de los Gayoso, timbrado con la corona marquesal y flanqueado por dos dragones con las alas mutiladas y entrecruzando sus colas (los cuales suelen acompañar, desde finales del siglo XV, las armas de los Arias)”; el mismo autor dice que son las armas de Fernando Gayoso Arias Ozores López de Lemos Ulloa, conde de Amarante, marqués de San Miguel das Penas y vizconde de San Esteban de Oca, que poseyó esta casa en el segundo cuarto del siglo XVIII.

Hubo en el mismo pazo otro escudo de anterior cronología, que hoy está colocado en la fachada principal de la casa rectoral de San Pedro de Meixide, que comparte el mismo solar. Este otro escudo ostenta las armas de los Noguerol, los Gayoso, Mendoza y Castro, brochadas sobre la cruz de la Orden de Santiago.

Escudo de los Noguerol, Gayoso, Mendoza y Castro.

Actualmente el pazo está rehabilitado y funciona como casa de turismo rural.

Historia

La historia de este pazo la ha estudiado pormenorizadamente Vázquez Castro, quién nos dice que en 1182 el obispo de Lugo, Rodrigo II, junto con el deán y todo el cabildo, concedieron a Urraca Adefonsi las servicialías que tenían en la Ulloa y el beneficio de la iglesia de San Salvador de Meroseti (hoy San Pedro de Meixide), a cambio -entre otras cosas- de que doña Urraca construyese un nuevo templo en lugar de la vieja fábrica de San Salvador y junto a él hiciese una casa para recibir al obispo cuando hiciese las visitas a su diócesis. Ésta sería la primera residencia que se levantó en el mismo solar en el que hoy se encuentra el Pazo de Meixide.

No se vuelven a encontrar noticias del lugar hasta el año 1478, fecha en que Sancho Bugueirete reconoció haber tenido de modo ilícito ciertos foros en el coto de San Salvador de Meixide, con una casa y la iglesia de este, todo lo cual pertenecía a la mesa obispal, por ello lo desapoderó todo a favor del obispo, quien a cambio le hizo nuevo foro de esos mismos bienes.

Años más tarde disfrutó el mismo foro Elvira Sánchez Noguerol que en 1512 hizo testamento en su “casa de morada” del Pazo de San Pedro de Meixide, traspasando dicho disfrute a su hijo, Jorge Varela, “el Viejo”, merino del castillo de Pambre, que renovó el foro por dos vidas más; al igual que en el caso de su madre, cita en su testamento del año 1517 la casa de San Pedro de Meixide.

En 1518 el obispo de Lugo otorgó, a favor de Jorge Varela, “el Mozo” (hijo del anterior), el foro de los bienes del coto de San Salvador de Meixide con la iglesia de San Pedro, el casar da Ponte Campaña, y otros bienes en Viña, Ulloa, Ambreixo, Palas de Rei, Vilar de Remonde y coto de Orosa con la iglesia de Santo André. Varela, “el Mozo”, se comprometió entonces a dar “un buen reparo e paramento” a la “poussa e cassa que agora esta fecha en el dicho nuestro coto de San Salvador de Meixide”; tras su fallecimiento el reparto de sus bienes, que se hizo en 1549, fue el origen de numerosos pleitos que se prolongaron a lo largo del tiempo entre los herederos, afectando a los bienes del foro de Meixide y por tanto a la posesión de esta casa.

Nos dice Broz Rei que en las Pruebas para el hábito de Caballero de la Orden de Santiago que pretendía don Benito Fociños Segade, en el año 1655, consta que su mujer doña Ana Bugueiro era “Descendiente de la casa de los bugueiros que esta en el lugar de Meijide feligresia de Sn Pedro de Meijide”. Ana Bugueiro era, pues, de la misma casa que Pedro de Camba Sotomayor que figura como vecino da Ponte Campaña en el año 1626 y también como “señor de la dha casa solariega de meijide”. Por entonces, tal como se dice en dichas Pruebas, la casa de Meixide era “de piedra con las paredes mui fuertes y levantada por un lado a modo de torre mui antigua no tiene escudo de armas”; no obstante, los señores de esta casa tenían “su capilla y entierro en la parroquia deste lugar y en la piedra de sus sepulturas sus armas”, aunque por estar gastadas debido a su antigüedad no se podía reconocer “mas de una cabeza de lovo […] en el escudo”.

Cuando en 1684 otro descendiente de la misma casa, el cardenal de Ourense Jorge Arias Gayoso, fundó de mayorazgo a favor de su hermano, Juan de Gayoso Mendoza, comprendiendo bienes en tierra de Ulloa, dejó dicho que los dichos bienes los había adquirido de un foro de la dignidad episcopal de Lugo y que los había litigado mucho tiempo con muchas costas y hacienda, hasta que consiguió el “despojo”; el cardenal se vio obligado a pagar las mejoras realizadas por Pedro de Camba Sotomayor y demás parientes que fueron vencidos en pleito. Se sabe por ello que la casa había sido reedificada en las primeras décadas del siglo XVII por el abuelo de Pedro Camba Sotomaior, Juan Mariño de Goyanes. Tenía dos cuartos con sus salas, siete puertas y ventanas, con esquinas de cantería labrada. Hacia el amanecer presentaba un “patín” con su escalera y antepechos y seis columnas de cantería que recibían el tejado, con un escudo de armas que estaba en el mismo corredor, mientras que al poniente se situaba una solana con su cornisa, barandillas y balaustres a todo lo largo de la casa (que era de 17 varas y media, a razón de 4 palmos por vara), todo ello de cantería labrada. Acompañaba la edificación principal su chimenea, cornisas todo alrededor por tres partes y cubierta de teja y pizarra. Toda la fábrica de esta era de buena calidad y forma como obra de maestro de experiencia, al decir de los maestros que efectuaron la tasación. Junto al pazo se situaba una casa y cuarto de cocina, que hizo don Pedro de nuevo, con dos puertas, una ventana y su horno. Y frente a esta las caballerizas y el tendal para los carros.

Don Juan de Gayoso Mendoza hizo testamento el 27 de marzo de 1691 y continuó ejerciendo el dominio sobre estos lugares uno de sus hijos y después, su nieto Fernando Gayoso Arias y Ozores, el cual tomó posesión judicial de la casa, jurisdicción y rentas de Meixide, el 5 de julio de 1734. A este último se debe el edificio actual del Pazo de Meixide, donde gastó muchos reales tal como declara en su testamento redactado en 1752.

Fuentes y bibliografía

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