PALAS DE REI, parroquia de San Tirso de
Feligresía del Camino Francés en el municipio de Palas de Rei, provincia de Lugo. Está situada entre las parroquias de Santiago de Lestedo, al este y San Sebastián do Carballal, al sur. Comprende tres entidades de población: Curuxás, la jacobea Palas de Rei y Penela. Tenía censados 885 habitantes en 2019.
De pequeña extensión el término está asentado en un terreno de ladera cuya altitud oscila entre los quinientos y los seiscientos m. Su único arroyo desagua en el río Pambre, afluente del río Ulla. La población empleada en los servicios es la dominante.
La feria del queso se celebra una vez cada tres años (los otros dos años en Monterroso y en Antas de Ulla). Los días 7 y 19 de cada mes se hace mercado. Las fiestas patronales son a finales de enero; también son fiestas el Ecce Homo el 14 de septiembre y san Cristóbal el primer domingo de julio.
Historia
En un pergamino del archivo capitular lucense, fechado en el siglo XII, consta que la iglesia de San Tirso, en la tierra de Ulloa, fue donada a la iglesia Lugo. En dicho pergamino un tal Melendo hizo constar que el texto era copia de otro documento original de Alfonso III, fechado en el año 897; sería ese rey quien supuestamente habría efectuado la donación. Según Vázquez Saco, la crítica moderna rechaza unánimemente el original de Alfonso III, al menos en la extensión que le da la pretendida copia. Añade el autor que, sin embargo, no sería improbable que ese rey hubiese suscrito algún diploma de donación a la iglesia de Lugo, al que posteriormente se añadiesen, para justificar títulos de propiedad, iglesias y heredades que no figuraban en el documento primitivo.
Lo cierto es que en un documento del año 1120, recogido por Risco en su Historia Sagrada, consta que el obispo Pedro III dividió las rentas y posesiones de la iglesia de Lugo asignando a la mesa episcopal -entre otras muchas cosas- los tributos de las iglesias de la Ulloa que estaban sobre el camino de los Francos; una de esas iglesias sería la de San Tirso de Palas.
La iglesia parroquial conserva una portada románica, que es obra del último tercio del siglo XII.
A lo largo de la Baja Edad Media y aún en la Edad Moderna, San Tirso de Palas fue una de las feligresías del Camino Francés, que junto con la de San Sebastián do Carballal, estuvo integrada en la tierra de Repostería. Esta tierra comprendía otras muchas parroquias repartidas en torno a la cabecera de la cuenca del río Ulla que en la actualidad pertenecen a los ayuntamientos de Palas de Rei, Monterroso y Antas de Ulla.
Nos dice Arcaz del Pozo que en una fecha indeterminada el rey Alfonso IX (1188-1230) concedió fuero al concejo de Repostería, que afectaba al dominio territorial del monasterio santiaguista de Vilar de Donas. El hecho es que, en las primeras décadas del siglo XIV, el concejo de Repostería con su juez, procurador y notario a la cabeza, se negaron a reconocer la preeminencia señorial que el prior de Vilar de Donas, Pedro Eanes, quería imponer a la tierra del concejo; alegaban que esa tierra era de realengo, según se podía deducir de lo dicho en la carta del fuero que les había sido otorgado por reyes pasados. El pleito que se originó por esta causa entre ambas instituciones se resolvió finalmente, en el año 1321, a favor de los santiaguistas.
Por entonces el linaje de los Ulloa ya despuntaba en la zona. Así en 1305, Sancho Sánchez de Ulloa, repostero mayor de Fernando VI, había recibido de manos de este monarca la tierra de Repostería a título vitalicio. Más tarde el nieto de éste, Vasco López de Ulloa, fue también señor temporal de la tierra de Repostería; después de su muerte Juan I de Castilla otorgó, en el año 1381, esa misma tierra a su mayordomo, Vasco Gómez das Seijas, heredándola posteriormente su hija Juana das Seijas, que -a su vez- se la vendió en el año 1400 al hijo del susodicho Vasco López, Gonzalo Ozores de Ulloa.
Gonzalo Ozores de Ulloa fue merino mayor de Pedro Álvarez de Osorio, primer conde hereditario de Lemos, de quien recibió las tierras de la Ulloa y Monterroso, que más tarde le se serían confirmadas por el rey Enrique III. Su hijo Lopo heredaría, en 1402, el grueso del patrimonio familiar con la tierra de Repostería, que más tarde pasaría a Lope Sánchez de Ulloa, el Viejo, quien en el año 1461 fundó mayorazgo en la cabeza de su hijo, Sancho Sánchez de Ulloa, primer conde de Monterrey; el mayorazgo incluía “la fortaleza de Pambre con tierra de la Repostería y con todas sus tierras, términos y jurisdicciones”. Desde entonces la Repostería quedaría vinculada a los condes de ese mismo título.
Así, ya en plena Edad Moderna, consta en el Catastro del Marqués de la Ensenada (1752) que esta feligresía de Palas de Rei era señorío particular perteneciente al conde de Monterrey, que por razón de ello percibía de cada vecino 25 reales de vellón anuales. Dos tercios de los diezmos que se cobraban en el término los percibía el cura párroco y un tercio el conde de Monterrey. Por razón del voto a la fábrica del apóstol Santiago cada vecino labrador pagaba medio ferrado de centeno y a la fábrica de la iglesia parroquial pagaban de primicia un ferrado de centeno. En total estaban censados 18 vecinos que ocupaban las 18 casas habitables que había en el término, todas pertenecientes a la jurisdicción del conde de Monterrey. El mismo conde nombraba juez, escribano de número y alcalde mayor. Había dos tallistas que también eran labradores y un zapatero; eran igualmente labradores los dos correos que servían en la vereda real de Santiago a Madrid, en el tramo que iba desde esta feligresía a Portomarín. Funcionaba una casa de taberna para la venta de vino y también un estanquillo al por menor. Se dice que no había hospital alguno y sí cuatro molinos harineros de agua corriente que funcionaban con una muela la cuarta parte del año, además de 16 colmenas. Se celebraba una feria de ganado.
En la relación de los beneficios parroquiales contenida en el libro titulado Razón Universal de todas las piezas eclesiásticas de este obispado de Lugo. Año 1755, que se guarda en el Archivo Diocesano figura en el arciprestazgo de Ulloa-Repostería, “San Pedro de Villareda” con San Tomé de de Filgueira y San Tirso de Palas de Rei. El patronato era laical del conde de Monterrey. Las rentas anuales de la parroquia ascendían a 3.300 reales de vellón al año.
En 1827 Sebastián Miñano anotó en su Diccionario que la feligresía de San Tirso de Palas de Rei, en la provincia y obispado de Lugo, era de la jurisdicción de Ulloa. Tenía por entonces 30 vecinos y 150 habitantes que se repartían en las aldeas de “Cirujas, Palas y Penela”. Situada en terreno elevado, producía trigo, centeno, nabos, habas, lino, pastos y ganados. Celebraba feria el 19 de cada mes, de ganado vacuno, herrajes, paños, comestibles y frutos. Contribuía con 885 reales y 17 maravedís.
En 1849 anota Pascual Madoz que esta feligresía pertenecía a la diócesis de Lugo y al partido judicial de Chantada y ayuntamiento de Palas de Rei. Reunía una población de 28 vecinos y 169 almas, que habitaban las 28 casas que se hallaban repartidas por los lugares del término. La iglesia parroquial de San Tirso era aneja de “San Pedro de Villareda”. Se criaba ganado vacuno, lanar, mular y de cerda. La industria era la agrícola, telares para lino, molinos harineros y la elaboración de quesos.
En el año 1919 se creó la parroquia independiente de Palas de Rei, desmembrándola del curato de Vilareda. En los años treinta de esta última centuria, dice Amor Meilán que el término de San Tirso correspondía al arciprestazgo da Ulloa e integraba los lugares de “Curuja, Palas y Penela”. Cuatro décadas más tarde figura en la Gran Enciclopedia Gallega que esta feligresía tenía 856 habitantes en las entidades de Curuxás, Palas de Rei y Penela.
Fuentes y bibliografía
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