FAFIÁN, parroquia de San Xoán de

Parroquia del Camino Francés en el municipio de Sarria, provincia de Lugo. Está situada entre las feligresías de San Martiño de Fontao, al norte y San Miguel de Froiais, al sur. Comprende tres entidades de población, ninguna jacobea: Outeiro, Vigo y O Pacio. Tenía setenta y seis habitantes en 2019. Predomina la población empleada en los servicios y en el sector secundario.

El término -de pequeña extensión- limita por el sur y el oeste con el río de Sarria. La cota de máxima altitud no supera los 525 metros.

Historia

En 1052 Aldonza y sus hijos donaron al monasterio de Samos la villa de Varcenella que lindaba con los términos de términos de Fafián.

En 1074 el conde Bermudo Ordóñez dejó en su testamento al abad y a los monjes de Samos sus villas de Fafián, en Sarria.

Entre los años 1196-1200 tenemos noticias de las filiaciones genealógicas relacionadas con los poseedores y donantes de Fafián, que había sido donada al monasterio de Samos por el conde Bermudo, hermano del conde Oveco, hijos los dos del infante Ordoño Bermúdez y nietos de Bermudo II, proclamado rey de León en el año 999. Posteriormente Fafián pasó a manos de la casa de Traba, teniéndola en primer lugar el conde Fernando Pérez de Traba (muerto en 1161) y después su hija, la condesa Sancha Fernández de Traba, casada hacia el año 1142 con el conde Álvaro Rodríguez de Sarria. De Sancha Fernández heredó Fafíán el conde Gutiérrez Bermúdez, marido de su tía Toda Pérez de Traba, que tuvieron por hijo a Vela Gutiérrez y éste a Pedro Vélez. Por su parte, el conde Álvaro tuvo por hijos al conde Rodrigo Álvarez (tenente de Sarria de 1167 a 1171), al conde Bermudo Álvarez (tenente de Sarria en 1181) y a Sancha Álvarez, madre de Rodrigo Gunsalvo. Pedro Vélez tuvo la mitad de Fafíán, mientras que la otra mitad la sub-pignoró el conde Rodrigo Álvarez a Nuño Pelayo y esa mitad la dieron los hijos de Nuño al monasterio de Samos.

En 1200 el obispo de Braga dictó sentencia en el pleito promovido por los monjes de Samos contra su abad, por razón de la distribución de las rentas que correspondían a cada una de las partes; la sentencia ordenaba al convento samonense pagar a su abad los “morabetinos” que había dado por la redención de la villa de Fafián y que se devolviese esa posesión íntegra a la comunidad monástica.

A mediados del siglo XV nos consta que los Ribadeneira eran los señores del coto de Fafián; así en 1467 hizo testamento en Fafián Ruy González de Ribadeneira, firmando como testigo Alonso López “notario público eno coto de Fafián por lo señor Ruy Gonález de Ribadeneyra”. Poco después, concretamente en 1475, Álvaro González de Ribadeneira le reclamó al conde de Lemos la posesión de algunas feligresías, cotos y lugares que según él le tenía ocupados. Un testigo del pleito suscitado por este motivo declaró que los lugares de Fontao eran del fuero de Samos, que tenía Álvaro González y andaban con Fafián.

En 1753 figura en el Catastro del Marqués de la Ensenada, que esta feligresía era señorío particular perteneciente a Diego de Oca Cadóniga, vecino de la ciudad de Betanzos, por cuya razón percibía el derecho de luctuosa y, además, de cada vecino un día de labor al año, dándoles de comer. El total de este derecho lo regulaban en doce reales de vellón anuales. La mitad de los diezmos que se cobraban en el término los percibía el cura párroco y la otra mitad Diego de Oca; cada mitad sumaba al año 4 ferrados de trigo, 56 de centeno y 28 de castañas verdes, carro y medio de nabos y otros 25 reales de vellón en cerdos, corderos y lana. Por razón de primicia también debían dar los vecinos a la fábrica de la iglesia una cantidad proporcional de centeno según la porción de los bienes que poseían, que en total sumaba 24 ferrados y 4 reales de vellón en dinero anuales. Al cabildo de Santiago, por razón del “boto” hecho al apóstol Santiago, pagaban 7 ferrados de centeno. En total estaban censados en el término 17 vecinos; había un clérigo que les administraba los sacramentos como vicario párroco interino en vacante. Había 31 casas habitables. En el río de Sarria se encontraban tres molinos harineros pertenecientes a distintos particulares; uno de ellos era de tres ruedas, aunque por falta de grano molía tan solo la cuarta parte del año. Se contaban 5 colmenas. No existía hospital alguno.

En la relación de los beneficios parroquiales contenida en el libro titulado Razón Universal de todas las piezas eclesiásticas de este obispado de Lugo. Año 1755, que se guarda en el Archivo Diocesano, figura en el arciprestazgo de Sarria la parroquia de “San Martín de Fontao” con “San Juan de Fafián”, en pleito entre el monasterio de Samos y el obispo de Lugo; el primero propuso que fuera de su Majestad y del monasterio. Contribuía con 2.000 reales.

En 1826 Sebastián Miñano anotó en su Diccionario que la feligresía de “San Juan de Fafián”, en la provincia de Lugo, era de la jurisdicción de “Meijente”. Dice que tenía una parroquia con 52 vecinos y 260 habitantes. Sus productos eran los mismos que los de San Martiño de Fontao. Contribuía con 375 reales y 4 maravedíes.

En 1847 Pascual Madoz nos dice de esta feligresía que pertenecía a la diócesis de Lugo y al partido judicial y ayuntamiento de Sarria. La iglesia parroquial era aneja a San Martiño de Fontao. Los caminos locales eran penosos. La industria era la agrícola y ganadera; se criaba preferentemente ganado vacuno, de cerda y lanar. El término tenía 15 casas; había por entonces 16 vecinos y 72 almas.

Ya en la década de los años setenta del siglo XX, se dice en la Gran Enciclopedia Gallega que había en esta parroquia 144 habitantes en las entidades de Outeiro, Pacios y Vigo.

Fuentes y bibliografía

AMOR MEILÁN, Manuel, Geografía General del Reino de Galicia: provincia de Lugo, Francisco Carreras Candi (dir.), Barcelona, Casa Editorial Alberto Martín, [s.f.].

ARCHIVO GENERAL DE SIMANCAS, Dirección General de Rentas, Primera Remesa, Catastro de Ensenada, Respuestas Generales, Libro 174, fols. 5226r-5239v.

GARCÍA CONDE, Antonio, “Documentos odoarianos”, Boletín de la Comisión Provincial de Monumentos Históricos y Artísticos de Lugo, 4, 34 (1950), pp. 84-99.

GARCÍA ORO, José, PORTELA SILVA, María José, “Osorios, Bolaños, Pardos y Ribadeneiras: las casas nobles lucenses, camino de la Modernidad”, Anuario Brigantino, 25 (2002), pp. 151-180.

INSTITUTO GEOGRÁFICO NACIONAL, Mapa topográfico nacional, escala 1:25.000. Hoja 124-I (2001).

INSTITUTO NACIONAL DE ESTADÍSTICA, Nomenclátor: población del padrón continuo por unidad poblacional [en línea], disponible en http://www.ine.es/nomen2/index.do [Consulta 30/01/2020].

LUCAS ÁLVAREZ, Manuel, El tumbo de San Julián de Samos (siglos VIII-XII), Santiago de Compostela, Caixa Galicia, 1986.

MADOZ, Pascual, voz “Fabián (San Juan de)”, en Diccionario geográfico-estadístico-histórico de España y sus posesiones de Ultramar, t. 8 [Faba – Guadalajara], Madrid, La Ilustración Establecimiento Tipográfico-Literario Universal, 1847, p. 8.

MIÑANO, Sebastián, voz “Fafián (San Juan de)”, en Diccionario geográfico-estadístico de España y Portugal, vol. 4 [España – Hoceja], Madrid, Imprenta de Pierart-Peralta, 1826, p. 121.

VOZ “Fafián, San Xoán de”, en Ramón Otero Pedrayo (dir.), Gran Enciclopedia Gallega, t. 11 (Estele – Felipe), Santiago de Compostela, Gijón, Silverio Cañada, 1974, p. 69.