ARÍNS, parroquia de San Martiño de
Parroquia del Camino de Santiago en el municipio de Santiago de Compostela, provincia da Coruña. Está situada entre las feligresías de Santa Eulalia de Bando, al noreste y Santiago de San Lázaro, al oeste.
Consta de quince entidades de población, ninguna jacobea: Os Abetos, Agra de Campos, Andrade, O Aramio, A Cacharela, Costa de Aríns, A Devesa, Fornás, O Igrexario de Aríns, Lobio, A Pena, Sanxuás, Sobríns, A Torre Branca y Vilacova.
La parroquia está atravesada por arrollo de Aríns, afluente del río Sar, subsidiario de la cuenca hidrográfica del Ulla. Las cotas de máxima altitud, que no superan los cuatrocientos metros, se localizan al sureste del término.
La población censada sumaba 1.390 habitantes en el año 2019. Los empleados en el sector de los servicios suponen dos tercios del total de los ocupados.
El 29 de agosto se celebra la festividad del Rosario, al día siguiente la del Carmen y el día 31 la de san Isidro labrador; el 11 de marzo es la fiesta patronal.
Historia
En el año 1087 la infanta Elvira donó a la iglesia de Santiago y a su pontífice Diego Peláez la iglesia de San Martiño en el valle de Olegio (conformado por el río del mismo nombre, actualmente llamado de Aríns o de Santa Lucía). La misma infanta confirmó esta donación en el año 1100.
En el año 1228 el arzobispo compostelano Bernardo y el capítulo catedralicio llegaron a un acuerdo por el que los capitulares disfrutarían -entre otras- de la tenencia de “San Martiño de Arines”.
En la misma época el monasterio de San Martiño Pinario de la ciudad de Santiago, también tuvo propiedades en esta feligresía; Lucas Álvarez reseña varios documentos fechados entre los años 1200 y 1216, que contienen las escrituras de donación de diversos bienes, lugares y heredades sitas en San Martiño de Aríns, realizadas a favor del monasterio de Pinario.
El mismo autor reseña la pesquisa y apeo -fechado en el año 1412- de las posesiones que dicho monasterio tenía en Aríns y, además, otros documentos de los años 1428, 1439 y 1499, que contienen los aforamientos hechos por los abades y los monjes de San Martiño, relativos a los lugares de Lobios, Fontao, Andrade y A Pena, sitos en esta parroquia.
Por otra parte, nos dice López Ferreiro que en el último cuarto de esa misma centuria, el cardenal Martín López con el producto de algunos bienes que dejó en las parroquias de Aríns y do Eixo, dotó una fiesta mitrada en honor del Dulce Nombre de Jesús, que debía celebrarse el 8 de enero de cada año.
En el archivo de la catedral de Santiago de Compostela se conserva abundante documentación, desde finales del siglo XV a mediados del siglo XVII, relacionada tanto con los vecinos de esta parroquia, como con determinados lugares que se encontraban comprendidos dentro del término, como son los casos de Igrexario y Aríns cuyos foros los tenían el cabildo de la catedral y de Fornás, Lobios y Sobríns, lugares igualmente forales de los monasterios compostelanos de San Martiño Pinario, de Santa Clara y de Belvís.
El cardenal Jerónimo del Hoyo, en la visita que hizo al arzobispado de Santiago en 1607, dice que la feligresía de “San Martiño de Arines” estaba integrada en el arciprestazgo del Giro, o constaba de sesenta feligreses y de sus frutos se hacían tres partes, siendo dos partes del cabildo de Santiago y la otra parte -más un desmero- del rector; nos indica, además, que tres lugares (Orrio, Pena e Aramio con 18 feligreses en total) tributaban la mitad de los diezmos a los monasterios compostelanos de Santa Clara y de Belvís. La presentación era del cabildo de Santiago.
En 1752 consta en el Catastro de Ensenada que la feligresía de “San Martín de Arines” era una de las tres que estaban comprendidas en la jurisdicción que llamaban de los alcaldes ordinarios de la ciudad de Santiago, al margen de las otras feligresías del casco urbano y de sus arrabales. Era señorío temporal y espiritual abadengo de la dignidad arzobispal y estaban sujetos todos sus vecinos a la jurisdicción de los alcaldes que proponían la ciudad y su pueblo. Los titulares de los impuestos que se cobraban en esta feligresía eran el cura párroco, el deán y cabildo de la Santa Iglesia de Santiago y los monasterios compostelanos de Santa Clara y de Belvís; de estos dos monasterios eran los lugares forales de Lobio, Barral da Pena y Aramio. El término de la parroquia reunía 163 vecinos; entre los que tenían algún oficio u ocupación que no fuera la de labrador, había 2 comerciantes de vino, 1 tabernera y estanquillera, 2 costureras, 4 curtidores, 7 carreteros que iban dos veces al año a Coruña o Betanzos, 5 carpinteros y 3 sastres. Había además 1 mayordomo juez pedáneo y 4 presbíteros, incluido el párroco. Se contaban 163 casas, 16 de ellas arruinadas. Existían dos tabernas y no había hospital alguno. Funcionaban todo el año 14 molinos harineros de una piedra en los ríos del “Puente Rial”, de “Puerto Grela”, de “Lovio”, de “Arines” y en el que venía de la parroquia de Bando e iba a la do Eixo; otros 4 molinos más trabajaban por meses contados en los ríos “Da Ponte” y “Fornas”.
En 1827 Sebastián Miñano anotó en su Diccionario que la parroquia de “San Martín de Arines”, en la provincia de Santiago, era de la jurisdicción y arzobispado de Santiago. Se contaban en ella 119 vecinos y 586 habitantes. Producía centeno, patatas, pastos y ganados. Contribuía con 3.300 reales.
A mediados del siglo XIX, Pascual Madoz nos indica que esta feligresía pertenecía a la diócesis y partido judicial de Santiago, ayuntamiento de “Conjo”. Había en el término 130 casas pobres distribuidas en los lugares de “Andrade, Aramio, Cacharela, Costa, Devesa, Ejo, Fondevila, Fornás, Iglesiario, Lobio, Pena, Sanjuans, Sobrin, Torreblanca” y “Vilacoba”; se contaban 134 vecinos y 634 almas. El curato era de provisión ordinaria y percibía un tercio del diezmo y primicia, quedando las dos terceras partes restantes para el cabildo de Santiago sin perjuicio de las casas exentas, que pertenecían al gobierno. A mayores el cura percibía dos tercios de la parte diezmada de los terrenos del iglesario. La iglesia tenía el cementerio en el atrio amurallado y con buena ventilación. Los caminos eran los locales, estando muchos de ellos abandonados. Había varios molinos harineros, algunos telares y se contemplaba por entonces la posibilidad de construir una fábrica de caparrosa, por la abundancia de piritas de hierro en el monte de Fornás.
Ya en el segundo cuarto del siglo XX Carré Aldao nos comenta que esta feligresía estaba compuesta por las aldeas de “Andrade” (la más grande con 122 habitantes), “Aramia, Cacharela, Devesa, Fornás, Iglesiario, Lobio, Pena, Sanxuás, Sobrius, Torre-branca” y “Vilacoba”, sin grupos menores. Había 728 habitantes de hecho y 783 de derecho, contando con unos 150 edificios, siendo 42 de un cuerpo y 108 de dos cuerpos, estando 2 deshabitados. Había 7 albergues y dos escuelas nacionales. El curato correspondía en presentación al cabildo compostelano; añade el autor que “Arines” fue uno de los lugares que la mitra daba en préstamo o tenencia.
En esta última centuria la parroquia vio ampliada su extensión por el extremo septentrional, incorporando en sus términos O Monte do Gozo, por donde pasa el Camino Francés, que había pertenecido a la feligresía de San Fiz de Solobio de la ciudad de Compostela.
En la década de los setenta de esta última centuria figura en la Gran Enciclopedia Gallega que había en el término 771 habitantes.
Fuentes y bibliografía
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